Hallan un barco medieval de 10 metros durante las obras de construcción de un parking en Barcelona

Este descubrimiento supone una oportunidad única para conocer la actividad marítima de la ciudad en esa época histórica

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Descubierto un barco medieval durante
Descubierto un barco medieval durante las obras de un aparcamiento en Barcelona. (Ayuntamiento de Barcelona)

Un hallazgo arqueológico de gran relevancia ha salido a la luz durante las obras de construcción de un aparcamiento en el solar del Antic Mercat del Peix en Barcelona. Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona, se han encontrado los restos de un barco que data de entre los siglos XV y XVI, lo que representa una oportunidad única para profundizar en el conocimiento sobre la actividad marítima de la ciudad durante la Edad Media.

El fragmento de la embarcación, bautizado provisionalmente como Ciutadella I, mide aproximadamente 10 metros de largo y más de 3 metros de ancho. Su estructura incluye una treintena de cuadernas (las piezas de madera curvadas que conforman el esqueleto lateral del barco), y al menos siete andanas del forro, que son las tablas de madera que recubrían el casco exterior. Este descubrimiento, según ha detallado el Consistorio, aporta información valiosa sobre las técnicas de construcción naval y las dinámicas comerciales de la época, ya que hace 500 años la costa de la ciudad llegaba mucho más al interior que ahora.

Un estado de conservación delicado

Los restos del barco, clasificados como un derrelicto —término que se refiere a una embarcación naufragada o abandonada y cubierta por sedimentos con el paso del tiempo—, se encuentran en un estado de conservación extremadamente frágil. De acuerdo con el informe, la madera, que ha permanecido empapada en agua durante siglos, es particularmente sensible al secado y la degradación. Para evitar daños, los arqueólogos han decidido mantener parte de la estructura cubierta con la arena original que la rodeaba.

Los arqueólogos trabajan en el
Los arqueólogos trabajan en el mantenimiento del nuevo barco descubierto. (Ayuntamiento de Barcelona)

El Servicio de Arqueología de Barcelona, en colaboración con el Museo de Arqueología de Cataluña y su Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), ha estado trabajando desde el inicio del hallazgo para garantizar la correcta documentación y preservación de los restos. Según el Ayuntamiento, el proceso inicial incluye la creación de un modelo tridimensional del barco, el marcaje de las piezas, la toma de muestras y la preparación para su traslado en contenedores llenos de agua, lo que permitirá conservar la madera en condiciones óptimas.

El traslado de los restos del Ciutadella I es solo el comienzo de un largo y meticuloso proceso de conservación. Una vez transportados, los fragmentos serán sometidos a un tratamiento de desalado e impregnación con productos específicos para estabilizar la madera y garantizar su preservación a largo plazo. Este tipo de intervención es esencial para evitar que los materiales se deterioren al entrar en contacto con el aire y las condiciones ambientales.

Los arqueólogos mantienen húmeda la
Los arqueólogos mantienen húmeda la madera del barco para evitar su deterioro. (Ayuntamiento de Barcelona)

Pasado marítimo de Barcelona

El Antic Mercat del Peix, donde se produjo el hallazgo, se encuentra en una zona de gran relevancia histórica para la ciudad. Durante la Edad Media, Barcelona era un importante puerto comercial en el Mediterráneo, y los restos del Ciutadella I podrían ofrecer pistas sobre las rutas comerciales, las mercancías transportadas y las técnicas de construcción naval de la época. “Este sistema, conocido como construcción en esqueleto, era habitual en el Mediterráneo medieval y se extendió por toda Europa a partir de mediados de siglo XV”, ha señalado el Ayuntamiento.

La isla fantasma de Japón con forma de barco que fue la ciudad con más densidad de población del mundo.

Por otro lado, el lugar del descubrimiento presenta arenas y limos fértiles, además de restos orgánicos como semillas de avellanas y piñas enteras que podrían tener una cronología similar a la de la embarcación. Este descubrimiento se suma a otros hallazgos arqueológicos que han permitido reconstruir la historia marítima de la ciudad. Según el informe, la documentación y el análisis de los restos del barco contribuirán a enriquecer el patrimonio cultural de Barcelona y a profundizar en el conocimiento de su pasado.