Una empresa logra “el mayor avance en el ámbito del papel higiénico en 100 años” y sus ventas se disparan: se arranca de forma perfecta

En un mercado saturado, donde los consumidores suelen ser leales a una marca específica, convencerlos de que un producto es un poco mejor puede marcar la diferencia

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(Freepik)
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En un giro inesperado dentro de un mercado que parecía haber alcanzado su límite de innovación, la empresa Charmin ha introducido un cambio aparentemente sencillo pero altamente significativo en el diseño del papel higiénico.

Y es que tras cinco años de investigación, la compañía ha reemplazado la tradicional línea recta de perforación por un diseño ondulado, denominado Smooth Tear.

Este ajuste, que busca solucionar el problema del desgarro desigual de las hojas, ha generado un impacto notable en las ventas, con un incremento del 5% en la actividad de la empresa, además de un aumento significativo en la satisfacción de los consumidores.

El papel higiénico, un producto esencial en los hogares modernos, ha permanecido prácticamente inalterado desde su invención hace más de un siglo. Aunque se han introducido versiones de lujo y usos alternativos, como su almacenamiento en refrigeradores, sus características fundamentales no habían cambiado de manera sustancial.

Sin embargo, este nuevo diseño de perforación representa una “revolución silenciosa” en un objeto cotidiano que, a pesar de su aparente simplicidad, ha sido objeto de una intensa investigación tecnológica.

El papel higiénico y la ingeniería detrás de lo cotidiano

El desarrollo del diseño Smooth Tear no ha sido, en absoluto, un proceso improvisado. De hecho, los laboratorios de Procter & Gamble y Kimberly-Clark, dos gigantes de la industria, han llevado a cabo extensos experimentos para perfeccionar el producto.

Ingenieros y diseñadores analizaron múltiples factores, como la resistencia del papel, su textura, la reacción a la humedad y el comportamiento del material en diferentes posiciones del dispensador. Incluso se consideraron aspectos como la lateralidad del usuario, es decir, si es diestro o zurdo.

El diseño ondulado de las perforaciones no es meramente estético. Este patrón responde a cálculos precisos relacionados con la fuerza y el ángulo de tracción, además de garantizar que el proceso de producción industrial no se vea comprometido.

Pero según han relatado desde la marca, el desafío técnico consistió en crear una línea de ruptura que fuera eficiente para el usuario pero lo suficientemente robusta para soportar las altas velocidades de las máquinas de fabricación. Este nivel de precisión requirió la sincronización de cilindros rotativos, dientes y enclaves en un mecanismo que, aunque invisible para el consumidor, es fundamental para el éxito del producto.

 (CuídatePlus)
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Innovación positiva: pequeños cambios, grandes resultados

El especialista en diseño de productos, consultado tras la subida de ventas de la marca Charmin, Barry Kudrowitz, describe este tipo de avances como “innovaciones incrementales”.

Estas mejoras no alteran la esencia del producto, pero optimizan su uso dentro de un marco familiar para el consumidor. A diferencia de soluciones más disruptivas, como el bidé, que aún enfrenta barreras culturales en muchos países, el papel higiénico con perforaciones onduladas se adapta perfectamente a las costumbres existentes.

Este cambio no requiere que los usuarios modifiquen sus hábitos, y, es más, a veces ni siquiera son conscientes de ello, pero ofrece un beneficio tangible, lo que lo convierte en una innovación altamente efectiva, que poco a poco mejora las vidas de las familias y hace que de forma inconsciente empiecen a comprar esa marca por encima de otras.