Esta es la peseta más cara de la historia: llegó a costar más de 7.500 euros

Actualmente, en todo el mundo hay un total de 180 monedas reconocidas por las Naciones Unidas. Si sumamos las actuales divisas con todas las anteriores que se han acuñado en los países del mundo a lo largo de toda la historia, resulta prácticamente imposible hacerse una idea de cuántas monedas han circulado por los distintos territorios del planeta. Además, habría que tener en cuenta la tendencia moderna de los países de adoptar, en algunos casos, monedas comunes para facilitar los intercambios comerciales. De hecho, el ejemplo más cercano está en Europa, cuando el 1 de enero del año 2002 comenzó a circular el euro, la moneda común para los países de la Unión Europea.

Así, España dejaba atrás las antiguas pesetas, que habían estado circulando durante más de 100 años, desde finales de 1868. Aún antes, en nuestro país han habido un total de 23 monedas, y la primera de ellas, la dracma, data de en torno al 580-560 a.C. Después, han existido otras más sonadas como la dobla, el real o el escudo. Al fin y al cabo, la peseta ha sido una moneda que ha permanecido en circulación en España durante 134 años y, aunque encontrar alguna moneda de peseta es ya muy improbable, ha habido tantas y durante tanto tiempo que toparse con una moneda antigua en algún viejo cajón o en un recoveco es aún posible.

En este sentido, el coleccionismo puede considerarse, además de un hobby interesante y que camina de la mano con la conservación de artículos, la historia y la cultura, como una obsesión por lo particular, lo único o lo extraordinario. Independientemente de los objetos que se coleccionen, lo realmente importante es que en el mundo no haya otro como ellos y, precisamente, cuanto más único es un artículo, este será mejor valorado económicamente. Así, el coleccionismo abarca muchos ámbitos diferentes, y son muchos los aficionados que conservan verdaderos catálogos muy valiosos de desde objetos tan triviales como sellos, monedas o billetes a otros más particulares como videojuegos, cromos o juguetes.

Relacionado con el coleccionismo de monedas, las pesetas son parte de muchas de las colecciones más variadas y valiosas y, así, el valor de una moneda de peseta que, al cambio, no se acerca ni al céntimo de euro, puede alcanzar un valor asombroso para todo aquel que no entienda en qué consiste el coleccionismo. Usualmente, en el coleccionismo de artículos como monedas, la exclusividad está en algo tan paradójico como, por ejemplo, un fallo en la edición que la hace única. El asunto es encontrar una razón por la que un artículo como una moneda, de las cuales se producen miles y miles al día, esta sea única.

En 1869 se produjeron dos monedas de peseta que, aunque son parecidas, tienen detalles que las diferencian y las hacen únicas, alcanzando un valor económico desorbitado. La primera de ellas se acuñó durante la etapa de Gobierno Provisional, antes de la promulgación de la Constitución del 1869, la primera democrática de la historia de España, y la otra moneda, justo después de este acontecimiento. Ambas monedas coinciden en el diseño del anverso, con la personificación de Hispania recostada sobre los Pirineos. En el reverso, puede leerse las siglas ‘SNM’, que pertenecen a los maestros de la Ceca.

La segunda moneda, que realmente es la primera acuñada tras la Constitución de 1869, en la que puede leerse la inscripción ‘ESPAÑA’, llegó a alcanzar un valor de 7.501 euros en una subasta de Tauler & Fau, según Coleccionistas de monedas. Además, este tipo de monedas suelen subastarse por precios que rondan los 2.000 euros, aunque la primera de las dos monedas, cuya inscripción reza ‘GOBIERNO PROVISIONAL’ está valorada en 630 euros.