Cómo solicitar la ayuda de la Seguridad Social para quienes conviven con mayores de 65

Esta deducción fiscal permite deducirse hasta 1.150 euros al año por cada ascendiente que viva con ellos

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Dos personas mayores revisan la
Dos personas mayores revisan la documentación para tramitar la jubilación. (Freepik)

La convivencia con personas mayores puede suponer un esfuerzo económico para muchas familias. Por esta razón, el Gobierno de España ha implementado una medida destinada a aliviar esta carga: una deducción fiscal en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para aquellos contribuyentes que convivan con ascendientes de más de 65 años. Esta iniciativa forma parte de una serie de medidas de apoyo social que buscan reconocer y compensar a las familias que asumen el cuidado de sus mayores.

Esta deducción fiscal, tal y como han publicado desde el digital Madridinforma, permite a los contribuyentes que reúnan los requisitos necesarios deducirse hasta 1.150 euros anuales por cada ascendiente que viva con ellos, quien también debe cumplir con los requisitos. En casos donde el ascendiente tenga más de 75 años, el beneficio se incrementa, permitiendo deducir hasta 2.550 euros. La deducción tiene como objetivo principal ofrecer un respiro a las familias que asumen la responsabilidad de cuidar a sus mayores, una carga que, en muchos casos, también se traduce en sacrificios económicos.

Requisitos para acceder a la deducción fiscal

Para poder beneficiarse de esta ayuda, es necesario cumplir con una serie de requisitos, tanto en relación con la edad del ascendiente como a su convivencia y situación económica. En primer lugar, el ascendiente debe ser mayor de 65 años a fecha 31 de diciembre del año fiscal correspondiente. Sin embargo, en caso de que el ascendiente tenga un grado de discapacidad igual o superior al 33%, se podrá aplicar la deducción independientemente de su edad.

Además, el ascendiente debe haber convivido con el contribuyente durante al menos la mitad del periodo impositivo. Es importante tener en cuenta que, si el ascendiente con discapacidad está internado en un centro especializado, se considerará que cumple con el requisito de convivencia, lo que facilita la solicitud de la deducción en esos casos.

En cuanto a los ingresos del ascendiente, este no debe haber superado los 8.000 euros anuales, excluidas las rentas exentas del impuesto. Además, el ascendiente no debe haber presentado declaración del IRPF con rentas superiores a 1.880 euros. En caso de que el ascendiente fallezca durante el año fiscal, la deducción también podrá aplicarse, siempre que se cumplan los demás requisitos, con un límite de 1.150 euros.

La medida busca compensar el esfuerzo de las familias, que a menudo asumen gastos adicionales para garantizar el bienestar de los ascendientes mayores, como medicinas, atención sanitaria, transporte o adaptación del hogar.

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Procedimiento para solicitar la deducción

Una vez que se han cumplido los requisitos mencionados, la deducción se puede aplicar en la declaración de la renta correspondiente al ejercicio fiscal en curso. Para ello, el contribuyente debe seguir ciertos pasos establecidos por la Agencia Tributaria.

En primer lugar, es esencial contar con los documentos que acrediten la edad del ascendiente, el grado de discapacidad (si es que lo tiene), la convivencia durante el periodo impositivo y los ingresos obtenidos por el ascendiente durante el año fiscal. Estos documentos serán necesarios para justificar la deducción en caso de que la Agencia Tributaria solicite su verificación.

El siguiente paso es completar la declaración del IRPF, registrando la deducción correspondiente en el apartado destinado a los “mínimos por ascendientes”. Es fundamental asegurarse de que todos los datos sean correctos y estén debidamente respaldados por la documentación correspondiente.

Para aquellos contribuyentes que tengan dudas sobre cómo cumplimentar esta parte de la declaración, se recomienda acudir a las oficinas de atención al contribuyente o consultar la página web oficial de la Agencia Tributaria, donde se encuentran guías detalladas sobre el proceso.

Además, es aconsejable guardar todos los documentos que respalden la solicitud de la deducción, ya que, si la agencia Tributaria lo requiere, el contribuyente deberá presentarlos para demostrar que cumple con los requisitos establecidos. En caso de que no se cuente con la documentación necesaria, la deducción podría ser denegada.