
Una periodista sin reparos, una entrevistadora cortante e insistente y sin duda, una de las presentadoras más míticas de Gran Hermano. Si por algo se caracteriza Mercedes Milá (74 años) es por su personalidad, criticada en muchas ocasiones, aunque le ha valido para convertirse en uno de los rostros más reconocidos de la pequeña pantalla.
Sus cinco hermanos y su infancia
María de las Mercedes nació en 1951 en Esplugues de Llobregat y fue la primera hija del matrimonio formado por José Luis Milá Sagnier y Mercedes Mencos Bosch. Ambos pertenecían a la alta burguesía catalana y estaba muy bien relacionados con el mundo cultural y política en Barcelona.
José Luis Milá y Mercedes Mencos contrajeron matrimonio en 1949. Milá fue abogado, empresario y un apasionado del deporte, logrando en 1948 el título de campeón de España en motociclismo. Sin embargo, tal como relató su hija Mercedes en una entrada de su blog dedicada a la memoria de su padre, su verdadera vocación estuvo en el aire: antes de ejercer la abogacía, fue piloto de aviación y confesó en una ocasión a un periodista que durante los vuelos alcanzaba una felicidad absoluta, que expresaba cantando mientras surcaba el cielo.
Además de su trayectoria profesional, José Luis Milá ostentó el título de conde de Montseny, una distinción creada por Alfonso XIII y otorgada en 1926 a su padre, José María Milá y Camps. Este último, diputado a Cortes y presidente de la Diputación Provincial de Barcelona, recibió el título como reconocimiento a su labor institucional. Ya en 1980, José Luis Milá solicitó la rehabilitación del título al rey Juan Carlos I, siendo un firme defensor de la monarquía y vinculado a don Juan de Borbón.
Tras su fallecimiento, Mercedes Milá heredó el condado, aunque decidió cederlo a su hermano José María, el primogénito varón, con el consenso de sus cinco hermanos.
Por parte materna, Mercedes Milá desciende de Manuel Mencos Ezpeleta, tercer marqués del Amparo, y de Mercedes Bosch Catarinéu. Esta última era hija del doctor Rómulo Bosch, médico, empresario —fue propietario del Parque de Atracciones Tibidabo— y político que ejerció como alcalde de Barcelona durante un breve periodo en 1905.
Mercedes es la mayor de seis hermanos. Le siguió Clementina, nacida casi tres años después, y posteriormente llegaron Reyes, José María, Lorenzo e Inés.
Sus inicios como periodista
Mercedes Milá comenzó la carrera de Filosofía y Letras, pero pronto se dio cuenta de que esa no era su pasión y se matriculó en Periodismo. Sus primeros pasos los dio en El correo de Andalucía y en las secciones deportivas de la revista Don balón. Más tarde, pasó por las ondas en A toda radio con Luis del Olmo.
Comenzó su carrera televisiva en el área de informativos de Televisión Española, y poco tiempo después se incorporó al equipo de deportes, al mismo tiempo que colaboraba en emisoras de radio. En 1978 fue seleccionada para codirigir junto a Isabel Tenaille el programa de entrevistas Dos por dos, un formato que le otorgó gran visibilidad. Tras su cancelación, regresó a la emisora Radio Madrid. Cuatro años más tarde, en 1982, retomó su trayectoria en la pantalla con el espacio Buenas noches, centrado en entrevistas y debates, que presentó durante dos temporadas. En 1986 participó en el programa De jueves a jueves.
Posteriormente, tuvo una breve etapa en TV3, la cadena autonómica catalana, antes de volver a TVE en 1988 como presentadora de El martes que viene. En 1990 se incorporó a Antena 3 para dirigir el programa de entrevistas Queremos saber, uno de los espacios más destacados de su carrera. También formó parte de otros proyectos como Más que palabras (1995) y Sin límites (1998). En 2013 publicó el libro Lo que me sale del bolo, donde recogía sus vivencias y reflexiones personales.

Su etapa en Gran Hermano
A partir del año 2000 y hasta 2016, con la excepción de la tercera edición, fue la presentadora principal del reality Gran Hermano en Telecinco. Además de las ediciones regulares, condujo formatos derivados como All Stars (2010), GH: El Reencuentro (2012) y GH: La revuelta, consolidándose como una de las figuras más reconocidas de la televisión en España.
En 2016, Mercedes Milá se despidió del programa tras no alcanzar un acuerdo con la productora Zeppelin TV. Su lugar al frente del formato fue ocupado por Jorge Javier Vázquez. Entre 2004 y 2014, Milá también lideró en Cuatro el programa Diario de, centrado en reportajes de investigación, que compaginó con su labor en Gran Hermano.
Sus dos grandes amores
En una entrevista con Lecturas, la periodista confesaba que había amado y le habían amado “mucho”, aunque también le han roto el corazón. Tuvo una relación de 20 años con el productor de cine José Sámano de la Brena. Sin embargo, en 1997 sus caminos se separaron tras no poder superar una crisis. En octubre de 2019, Sámano fallecía, sólo unos meses más tarde de que la madre de Milá muriera, algo que fue un duro golpe para ella.
Tras su primera separación, la catalana conoció a Carlos Castillo, un empresario vasco 16 años más joven que ella. Su relación empezó cuando ella tenía 46 años, pero cuatro años después, cuando cumplió 50, él la dejó alegando que no veía futuro.
“Cuando se marchó yo había cumplido 50 años y entré en barrena. Las pastillas y la ayuda psicológica me ayudaron. El día que Carlos se marchó de casa y me dijo que no podíamos seguir porque no había futuro, yo tenía de antemano diez días hasta la final de GH. Fue una liberación empezar el reality entonces, pero le dediqué tantas horas que acabó matándome. Aparentemente, estaba normal, pero estaba en el infierno. Allí empezó una recuperación larga y horrorosa", explicaba la periodista en una entrevista para Lecturas.
La lucha de Mercedes Milá contra la depresión
La depresión de Milá comenzó tras la ruptura con el empresario. “El primer mazazo fue aquel desamor terrible, durísimo. En aquella ocasión me dijeron que la depresión era por una razón de amor, que le pasa a muchísima gente, que no pasaba nada. Si no tienes más, aquí se queda la cosa”, contó en el programa 59 segundos de La 1.
“De repente, sientes en la boca del estómago como un puñalito y dices: ‘ya está ahí’”, explicaba. Asegura que toma pastillas, pero que hay veces que no le hacen efecto. La catalana padece una depresión crónica que puede “aparecer y desaparecer en muchos momentos”.
“Lloras por una tristeza, por una melancolía, por una sensación de vacío, de infelicidad. Piensas que toda tu vida no ha servido de nada… Pero es mentira, porque al día siguiente te despiertas y vuelves a ser la Mercedes de siempre. Eso me ocurre mucho”, detallaba en esa conversación.
“Me da miedo que aparezca de nuevo el monstruo. Notar la ansiedad, el horror, la angustia en la boca del estómago. A la que aparece la tercera depresión, ya es una enfermedad crónica. Y ahí estoy yo. Estoy bien a ratos. No me puedo quejar de nada, solo del cerebro. Tengo trabajo si quiero, mi familia está bien, tengo casa...”, narraba.
Últimas Noticias
Sánchez desautoriza a Marlaska: la oposición y los socios del PSOE suman otro motivo contra el ministro más longevo al frente de Interior
Titular de esta cartera desde junio de 2018, es que el que más reprobaciones del Congreso y el Senado tiene en su haber. También, es el miembro del Gobierno peor valorado, según el CIS

Las empresas ganadoras de las guerras comerciales entre Estados Unidos y China y que tienen el doble de posibilidades de reducir los aranceles
Mientras que la mayoría de las compañías, durante el enfrentamiento de 2018, redujeron su comercio con los países sancionados, hubo algunas que incrementaron significativamente sus importaciones

Luis Alfonso de Borbón cumple 51 años: una infancia ‘sin madre’ y su lucha por el trono de Francia
El bisnieto de Franco celebra este 25 de abril su 51 cumpleaños mientras sigue luchando por recuperar el trono francés bajo el nombre de Luis XX

El experto en longevidad John Scharffenberg revela las seis claves para “vivir 100 años”: “Sin necesidad de medicamentos”
Los hábitos de vida saludable son el secreto para potenciar nuestra esperanza de vida

El bioquímico que descubrió el código divino de la vida: “Los genes no son un destino fijo, sino un interruptor que puedes activar o desactivar”
En sus numerosas intervenciones, el científico no buscó la manera de abrir un diálogo entre la ciencia moderna, la medicina y la espiritualidad
