
En la actualidad hay 99 aviones abandonados en los distintos aeropuertos españoles por diversas circunstancias, que deben a AENA 7,5 millones de euros. Aunque la cifra es inferior con respecto a 2020, cuando el cementerio tenía una flota de 127 aviones, esta cantidad suma ahora cuatro más que en 2023. Pero esta situación está más cerca de una solución aprovechando la ley sobre navegación y seguridad aérea.
La norma del Gobierno ha incluido durante su tramitación en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible una modificación para que estas aeronaves sean aprovechadas en otros espacios o, en su defecto, que puedan ser subastadas en un periodo de tiempo inferior al actual. Todo ello con el propósito de compensar, de una manera u otra, la deuda generada con el Estado.
En concreto, a propuesta de Sumar, ERC y Coalición Canaria, la norma modifica el artículo 139 de la ley sobre Navegación Aérea, que queda redactado de la siguiente manera: “Si la aeronave o sus restos no pudieran conservarse o hubieran transcurrido los plazos establecidos en el artículo anterior, el material podrá ser ofrecido a instituciones educativas, culturales o sin ánimo de lucro que acrediten vinculación con el ámbito aeronáutico, previa emisión de un informe por parte de Aviación Civil sobre su estado y viabilidad de uso. Dichas instituciones tendrán un plazo de veinte días para solicitar la adjudicación. Si, transcurrido dicho plazo, no manifiestan interés, la aeronave o sus restos podrán ser subastados, y el producto de la venta se destinará en beneficio del Estado”.
La legislación vigente ya contempla la opción de la subasta, aunque conlleva un periplo burocrático que dificulta su venta y, en el mejor de los casos, este proceso se extiende durante años, perjudicando aún más el estado de la aeronave. En esencia, ante la existencia de una aeronave abandonada, excepto en los casos en los que la misma esté inmersa en algún procedimiento de carácter legal (embargo, concurso de acreedores, proceso judicial, etc.), el gestor aeroportuario español está obligado a localizar al propietario para que retire la aeronave.
Un avión tirado en Barajas desde 2010
En caso negativo, se inician los trámites para promover la declaración legal de abandono, en cumplimiento de lo dispuesto en los artículos 137 y siguientes de la Ley 48/1960, de 21 de julio, de Navegación Aérea. Así, la compañía tiene que publicar tres edictos en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), en tres fechas distintas durante tres meses consecutivos, para localizar al propietario del avión abandonado. Transcurrido un año desde el inicio de este expediente sin que concurra reclamación del propietario, se estima la presunción de abandono y se inician los trámites para la venta de la aeronave en una subasta pública.
Con la modificación incluida en la reforma de la ley de navegación aérea y seguridad aérea, que cumple con la reivindicación de varios colectivos desde hace tiempo, estas aeronaves podrán tener una segunda vida: “Sería de gran utilidad para el mundo cultural aeronáutico que estas naves, en vez de venderse directamente, en muchas ocasiones como chatarra, se cedan en primer lugar a museo aeronáutico o por piezas se regalen a universidades para beneficio de los estudiantes que lo soliciten”.
“Estas aeronaves posteriormente pueden seguir siendo vendidas en pública subasta y con su importe en beneficio del Estado, como menciona la propia enmienda, en cualquier caso”, justifica Sumar. ERC y Coalición Canarias coinciden en este argumento. En el caso del partido canario, representado por Cristina Valido, se recuerda además que en Lanzarote hay un museo aeronáutico.
La problemática cobró relevancia mediática a finales de 2023, a raíz de una respuesta de AENA al entonces senador Fabián Chinea, de la Agrupación Socialista La Gomera. El parlamentario canario preguntó por la situación del McDonnell Douglas MD-87, de la aerolínea de carga española Saicus Air, aparcado en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid Barajas desde noviembre de 2010.
“El último operador de la aeronave fue SAICUS AIR, que entró en concurso de acreedores y fue liquidada judicialmente. Su propiedad fue reclamada por su propietario actual PROMERCA CARGO INTENACIONAL, por lo tanto, al contar la misma con propietario, no puede ser vendida ni cedida, encontrándose en este momento embargada. A fecha actual, se está preparando la subasta de la aeronave por la Agencia Estatal de Administración Tributaria y saldrá del aeropuerto una vez finalizado el proceso”, recordó AENA.
El gestor aeroportuario señaló que por aquel entonces eran 95 las aeronaves abandonadas por diversas circunstancias en los aeropuertos españoles. “La cantidad adeudada en su conjunto por estas aeronaves, en concepto de tarifas aeroportuarias, asciende aproximadamente a 6,86 millones de euros”, añadió en su respuesta. Según los datos aportados, la mayoría de las aeronaves abandonadas se encontraban en el aeropuerto de Sabadell, con 35 vehículos tirados.
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