Qué impuestos no tienes por qué pagar si eres mayor de 65 años

Estas ventajas buscan mejorar la calidad de vida de los mayores, ayudándoles a mantener un nivel de ingresos adecuado sin impuestos adicionales

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Cómo se obtiene el beneficio
Cómo se obtiene el beneficio fiscal siendo jubilado (Pixabay)

Muchos españoles comienzan una etapa nueva en sus vidas cuando llegan a los 65 años, sobre todo por la jubilación. Con esta edad se puede optar a una serie de beneficios fiscales que alivia la carga impositiva.

Estas ventajas están pensadas para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, ayudándolas a mantener un nivel de ingresos adecuado sin tener que asumir impuestos adicionales que podrían restarles capacidad económica.

Exenciones en impuestos para mayores de 65 años

Según los expertos de Castellana Consultores, una de las exenciones fiscales más importantes para los mayores de 65 años es la relacionada con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). A partir de esta edad, los mayores de 65 años pueden disfrutar de varias exenciones que no están disponibles para otros contribuyentes.

Una de las más significativas es la exención en las ganancias patrimoniales derivadas de la venta de la vivienda habitual. En este caso, los mayores de 65 años pueden vender su vivienda sin tener que pagar impuestos sobre las ganancias obtenidas, siempre que hayan vivido en ella durante los tres años anteriores a la venta. Este beneficio resulta especialmente atractivo para quienes desean complementar su jubilación con el dinero obtenido por la venta de su hogar.

Otra ventaja fiscal relevante en el IRPF es la exención de las ganancias patrimoniales derivadas de la venta de elementos patrimoniales, siempre que el importe obtenido sea utilizado para constituir una renta vitalicia asegurada a su favor en un plazo de seis meses. Esta medida está pensada para fomentar el ahorro a largo plazo, y permite que los mayores de 65 años puedan reinvertir el dinero obtenido en la venta de bienes en una fuente de ingresos estable. El límite máximo que se puede destinar a esta renta vitalicia es de 240.000 euros.

Exenciones en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones

El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones también presenta importantes exenciones para los mayores de 65 años. En algunas comunidades autónomas, los beneficiarios de este grupo de edad pueden disfrutar de reducciones significativas o incluso exenciones totales en este impuesto.

La cuantía de estas exenciones varía en función de la región, pero en general, estas ventajas fiscales ayudan a reducir la carga tributaria en el caso de recibir una herencia o donación. Por ejemplo, en algunas comunidades como Madrid y Navarra, los mayores de 65 años pueden beneficiarse de importantes reducciones que les permiten conservar una mayor parte de la herencia recibida.

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Bonificaciones en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)

El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), uno de los tributos locales más comunes, también cuenta con bonificaciones para mayores de 65 años. Muchos municipios en España aplican descuentos en este impuesto para las personas de la tercera edad, especialmente si sus ingresos son bajos.

En algunos casos, los mayores de 65 años pueden acceder a bonificaciones del IBI de hasta el 50% o más, lo que supone un alivio económico considerable, sobre todo para aquellos con pensiones limitadas.

Otros beneficios fiscales

Además de los impuestos mencionados, los mayores de 65 años pueden acceder a otras deducciones y ayudas fiscales. Entre las deducciones más destacadas se encuentran las relacionadas con la discapacidad, ascendientes a cargo, y la residencia en zonas rurales. Si el contribuyente tiene un grado de discapacidad igual o superior al 33%, puede beneficiarse de deducciones adicionales en su declaración de la Renta.

Asimismo, aquellos que tengan familiares dependientes a su cargo pueden aplicar deducciones por ascendientes a cargo, lo que puede suponer un ahorro importante si se tienen personas dependientes en la familia.

Otro beneficio es la existencia de ayudas para aquellos mayores de 65 años que no perciben pensión contributiva. Estos ciudadanos pueden acceder a ayudas como la pensión no contributiva, que garantiza un ingreso mínimo mensual, o la Renta Mínima de Inserción (RMI), cuyo importe varía según la comunidad autónoma.