Cortes de agua, cerraduras rotas y cucarachas: un casero pierde la propiedad de su inmueble después de acumular más de 600 denuncias de los vecinos

El dueño acumuló una deuda de 28 millones de dólares entre impuestos atrasados, costes de reparaciones de emergencia y sanciones impuestas por las autoridades.

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Un casero pierde la propiedad
Un casero pierde la propiedad de su inmueble después de acumular más de 600 denuncias de los vecinos. (Imagen: X)

Por primera vez en más de siete años, la ciudad de Nueva York ha intervenido directamente para arrebatar la propiedad de un edificio a un propietario debido a su negligencia.

El piso, ubicado en los números 2201-2205 de la avenida Davidson, en el barrio University Heights del Bronx, ha sido transferido a la organización sin fines de lucro Neighborhood Restore y al administrador privado Lemle Wolff.

El inmueble había acumulado más de 600 infracciones de vivienda, de las cuales 245 fueron calificadas como de “riesgo inmediato”. Entre las condiciones denunciadas por los inquilinos se encontraban problemas graves como moho, cortes recurrentes de agua, cerraduras rotas y numerosas plagas (ratas, cucarachas…), según ha informado el medio Ghotamist.

A pesar de las denuncias de los vecinos, el propietario original, David Kornitzer, no realiza las reparaciones necesarias ni cumplió con sus obligaciones financieras, lo que llevó al barrio a la ciudad a tomar medidas drásticas.

Una deuda millonaria

Kornitzer acumuló una deuda de 28 millones de dólares entre impuestos atrasados, costes de reparaciones de emergencia y sanciones impuestas por las autoridades. Así, la ciudad neoyorquina decidió liquidar la hipoteca y hacerse con el control de la propiedad.

La intervención se realizó bajo el programa de Transferencia de Terceros (TPT), un mecanismo diseñado para transferir propiedades problemáticas a entidades responsables que puedan garantizar su rehabilitación y gestión adecuada.

En 2019, el programa TPT fue suspendido debido a las críticas sobre su aplicación desproporcionada en comunidades de bajos en ingresos y áreas con alta concentración de propietarios de cooperativas. No obstante, el caso de la avenida Davidson fue considerado una excepción.

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Una década de lucha

La intervención de la ciudad representó un alivio para los residentes, quienes durante más de diez años tuvieron que lidiar con las condiciones precarias del edificio. Ahora, con el control de una asociación y un administrador, se abre la posibilidad de transformar no solo la infraestructura, sino también su modelo de propiedad.

En este sentido, los inquilinos tendrán la posibilidad de convertirse en copropietarios a través de una cooperativa, lo que garantiza viviendas asequibles y gestionadas por los propios residentes. Así, más del 80% de los vecinos han expresado interés en continuar por esta vía.

Aunque las obras puedan durar entre 18 y 24 meses, los residentes han manifestado su optimismo. Jenel Young, una joven artista, declaró: “Una vez que tengamos una administración adecuada, el edificio será un castillo precioso, en mi opinión. Vamos a hacer que esto funcione”.

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Implicaciones para la política de viviendas en NY

Sin embargo, este caso ha elevado las tensiones en trono a la política de vivienda y control de propiedades de Nueva York. La concejal y representante del distrito, Pierina Ana Sánchez, destacó la importancia de reactivar programas como TPT, pero con mayores protecciones para los pequeños propietarios.

Sánchez calificó la intervención como una victoria, pero subrayó la necesidad de reformas legislativas que permitan abordar de manera más efectiva casos similares en el futuro.

Aunque el futuro del edificio en la avenida Davidson parece prometedor, su historia no es única. Muchas otras comunidades en Nueva York enfrentan desafíos similares, luchando contra propietarios irresponsables y condiciones de vida indignas. No obstante, el ejemplo de este edificio ofrece una lección importante: la combinación de la perseverancia de los residentes y la intervención estatal puede generar un cambio real y duradero.