Las cifras que muestran la discriminación y prejuicios que enfrenta el pueblo gitano cuando se cumplen 600 años de su llegada a España

Este 8 de abril se celebra el Día internacional del Pueblo Gitano y, a pesar de los avances, su historia sigue siendo de lucha contra el racismo y de romper barreras

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Una persona con una bandera
Una persona con una bandera gitana a su espalda. (Gabriel Luengas - Europa Press)

Este 8 de abril se celebra el Día internacional del Pueblo Gitano y el de este año es especialmente relevante, ya que 2025 ha sido declarado por el Gobierno como el Año del Pueblo Gitano en España, al cumplirse el 600 aniversario del primer documento oficial que data su presencia en la península ibérica. Sin duda en los últimos años se han producido avances sociales, pero el pueblo gitano sigue enfrentando la discriminación, los prejuicios y el rechazo, tanto en España como en otros países europeos, como se demuestra repasando las cifras en cuanto al acceso al empleo, la educación, la sanidad o la vivienda.

Aunque es difícil de cuantificar porque en los censos no se recoge la etnia, se calcula que la población gitana española es de 725.000 personas, un 1,57% del total, según datos de la Fundación Secretariado Gitano (FSG), y residen fundamentalmente en ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Granada, Valencia, Zaragoza y Murcia.

En cuanto al desempleo, la tasa de paro de la población gitana se sitúa en el 52%, una cifra tres veces superior a la de la población general (14,5%), según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2023. Además, desde la FSG recuerdan que el 86% de las familias gitanas viven bajo el umbral de la pobreza y la pobreza infantil afecta al 89% de los niños.

La venta ambulante aparece desde los noventa como la actividad ocupacional más importante de la comunidad gitana, seguida de empleadas hogar y limpieza para ellas y construcción, temporeros y chatarreros para ellos.

Brecha educativa

La brecha educativa que existe entre la comunidad gitana y el resto de la sociedad es también una de las causas fundamentales de las tasas de exclusión social y del desempleo entre esta comunidad. De acuerdo a los datos del último informe de la FSG sobre educación, el 86 % del alumnado gitano abandona sus estudios en Secundaria (13,3% población general), y sólo el 0,4% completa la educación superior. Además, el 63 % no finaliza la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) frente al 4% de tasa global.

La directora general de la
La directora general de la Fundación del Secretariado Gitano, Sara Giménez. (Fernando Sánchez / Europa Press)

Entre las causas que influyen en esa desigualdad educativa, señala la fundación, figuran el contexto social en el que viven los hogares gitanos con esas altas tasas de pobreza y “la falta de respuesta del sistema educativo para ofrecer una enseñanza inclusiva”, además de la alta concentración y segregación del alumnado gitano en determinados centros escolares. De ahí la importancia de abordar la educación como un elemento crucial para romper el ciclo intergeneracional de la pobreza y mejorar la inclusión de la comunidad gitana, subrayan.

En cuanto a la salud, la población gitana asiste a consulta médica con más frecuencia que la población general, en consonancia con un peor estado de salud, según la II Encuesta Nacional de Salud a Población Gitana 2014 del Ministerio de Sanidad (la de 2023 está en elaboración), según recoge Efe. Entre los niños de 2 a 14 años, el sobrepeso u obesidad es mayor que en la población general y las personas gitanas presentan peores condiciones de salud bucodental y visual, además de que la edad media de inicio en el consumo de tabaco es más temprana.

Racismo y discriminación

El 30,3% de las personas gitanas sufrió discriminación en los últimos doce meses o vio que la sufrían otras, según el estudio Percepción de la discriminación por origen racial o étnico por parte de sus potenciales víctimas en 2024, elaborado por el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE). Además, el 89% de los gitanos consideraron que su población es percibida como “poco trabajadora”, “mala” o “poco de fiar”.

El pueblo gitano pide, desde hace años, que se elimine el nombre del Marqués de la Ensenada, quien llevó a cabo la Gran Redada. Además, reclaman también que se incluya en los libros de texto el Samudaripen o Porrajeos

Por otro lado, el 90% considera que todavía se reproducen discursos de odio antigitanos y un 53% afirma recibir un trato desigual, según el informe de 2024 de la Federación Estatal de Asociaciones de Mujeres Gitanas (Fakali).

Otros datos que revelan esa discriminación hacia esta comunidad es que a más del 30% le han negado un aumento, una oportunidad laboral o un mejor puesto de trabajo, e incluso hay personas que han sido despedidas por el hecho de ser gitanas, como contaba recientemente Noemí González en esta entrevista con Infobae España, además de que al 24% le han negado la entrada a un bar o un restaurante.

(Con información de EFE)