Una mujer dejó todo para irse a Dubái y ahora se arrepiente: “Volví en cuanto tuve 59.000 euros ahorrados”

A pesar de no pagar impuestos, las condiciones laborales y económicas no convencieron a una periodista británica

Guardar
Personas cruzando un puente en
Personas cruzando un puente en Dubái (REUTERS/Rula Rouhana)

Dubái es uno de los destinos de moda. La imagen de la elevada calidad de vida y los niveles económicos que se manejan en la ciudad de Emiratos Árabes la han convertido en un lugar paradisiaco. Su lejanía y cultura tan distinta hace que no sea de los sitios más habituales, pero el número de personas que deciden probar suerte allí está creciendo.

La mayoría de migrantes que llegan a este país de la península arábiga provienen de India, Pakistán o Bangladesh. La mayoría se trata de personas que buscan empleo en sectores como la construcción, ante la enorme densidad de población que existe en su país.

No obstante, los migrantes cualificados de cualquier lugar del planeta también han crecido en Emiratos Árabes. El país europeo que más trabajadores aporta, según los datos de Statista, es Reino Unido. Una británica ha relatado su experiencia tras marcharse a Dubái, aunque lo cierto es que, en este caso, no ha resultado muy positiva.

España tiene un nuevo reglamento de extranjería con el que prevé regularizar a 300.000 migrantes al año: estos son los cambios en el arraigo, visados y asilo.

Un destino atractivo

Ashlyn Dempsey es una joven periodista británica que ha contado cómo funcionó su decisión de marcharse a Dubái en 2021. Por entonces, vivía en Stockport, una localidad de Manchester que le resultaba muy pequeña, mientras que la opción de mudarse a Londres era demasiado cara.

Un amigo le habló de la posibilidad de marcharse a Emiratos Árabes como freelance, lo que tenía claras ventajas fiscales. “La idea de ganar entre 30.000 y 40.000 libras sin pagar impuestos en lugar de sobrevivir con 25.000 libras en el Reino Unido me pareció un salvavidas”, ha contado Ashlyn.

El visado de freelance en Emiratos Árabes era de 3.000 libras hace cuatro años. Una elevada inversión pero que resultaba rentable a medio o largo plazo. En 2024, las búsquedas de “trabajo en Dubái” en el Reino Unido se dispararon un 50 %. Esto se traduce en un total de 40.000 británicos trabajando en este país.

Las ventajas financieras se extienden a muchos puestos de trabajo, pero los escritores se ven especialmente beneficiados. Por lo menos, eso entendió Ashlyn cuando decidió mudarse. “Atraídos por la promesa de ingresos libres de impuestos y una escena creativa llena de posibilidades, casi 2.000 escritores británicos se marcharon a Dubái”, ha afirmado la periodista.

policía de Dubái con niños
policía de Dubái con niños (REUTERS/Rula Rouhana)

Su decepción

Jumeirah, una zona adinerada de Dubái, fue el lugar al que eligió trasladarse. Allí estuvo dos años escribiendo una novela sobre la vida del escritor en la capital árabe. Al principio, el impacto fue muy positivo, con sus inmensas playas y llamativos rascacielos. Sin embargo, su percepción acabaría cambiando.

Ashlyn expone una serie de motivos que le llevaron a una gran decepción. Los veranos opresivos de 40º y la falta de integración de los extranjeros son algunos de ellos. “A diferencia del Reino Unido, la vida social en Dubái giraba en torno a las redes de contactos de alto nivel, más que a las amistades orgánicas”, ha contado.

Otra de las razones principales que ha defendido es la censura. “Las leyes de medios restringen las discusiones sobre política, religión y temas sociales”, ha afirmado. Esto complicó mucho su trabajo, pues se encontraba con obstáculos hasta con temas que no parecen problemáticos.

Finalmente, ha contado que financieramente no ha resultado todo lo positivo que pensaba. A pesar de no pagar impuestos, los costes eran muy elevados, destacando el seguro médico o la tasa de visados. Además, los salarios de los redactores no varían en grandes diferencias respecto a Reino Unido. De esta forma, en 2023 ha decidido volver a su país de origen. Logró ahorrar 59.000 euros pero la situación general no le convenció, por lo que decidió retomar su antigua vida.