Cómo limpiar el fondo de la piscina: esta tarea ayuda a prevenir problemas de salud

La llegada del buen tiempo está a la vuelta de la esquina. Por ello, a los planes en interior que sirvan para contrarrestar el efecto de la lluvia, pronto les sucederán las tardes en terrazas, los paseos a la orilla del mar y los baños en la piscina. Además, en los mejores casos, estos serán en la piscina de casa. Así, para poder disfrutar de ellos lo antes posible, es importante saber cómo limpiarla.

Mantener el fondo de la piscina limpio es una tarea esencial para asegurar la calidad del agua y prevenir la acumulación de suciedad, algas y bacterias. La limpieza regular del fondo evita problemas de salud, obstrucciones en el sistema de filtrado y garantiza una experiencia segura. A continuación te explicamos cómo hacer esto correctamente.

El fondo de la piscina acumula residuos que el viento, la lluvia o los propios bañistas introducen en el agua. Hojas, tierra, polvo, insectos, cabellos y cremas solares pueden depositarse en el suelo de la piscina. Además, si el tratamiento químico del agua no es el adecuado, pueden aparecer algas o manchas calcáreas difíciles de eliminar. Así, a la hora de limpiarlo conviene seguir los siguientes pasos:

1. Lo primero es retirar residuos grandes: antes de usar el limpiafondos, se recomienda recoger hojas, ramas o insectos con una red de fondo para evitar obstrucciones.
2. Después, hay que cepillar paredes y fondo: el uso de un cepillo ayuda a despegar la suciedad incrustada y facilita su aspiración posterior.
3. A la hora de pasar el limpiafondos: si es manual, se debe conectar a la manguera y aspirar el fondo con movimientos lentos. Si es automático, solo hay que programarlo y dejar que actúe.
4. Limpiar los filtros: una vez finalizada la limpieza, es importante revisar y lavar los filtros de la depuradora para eliminar los restos acumulados.
5. Por último, hay que controlar el pH y el cloro: después de limpiar, se recomienda analizar el agua y ajustar los niveles químicos para evitar la proliferación de microorganismos.

Durante la temporada de baño, se recomienda limpiar el fondo de la piscina al menos una vez por semana para evitar la acumulación de residuos, algas y bacterias. En los meses de menos uso, como el invierno, una limpieza mensual puede ser suficiente, siempre que se mantenga cubierta con una lona protectora. En este sentido, prevenir la entrada de suciedad es fundamental: ducharse antes de entrar al agua, retirar hojas del entorno y mantener la superficie cubierta cuando no se usa son medidas que reducen la necesidad de limpiezas.

Para facilitar el mantenimiento, los robots limpiafondos eléctricos se han consolidado como una herramienta indispensable. Funcionan de forma autónoma y permiten aspirar el fondo sin esfuerzo manual, lo que representa una ventaja para quienes priorizan la comodidad. Aunque requieren una inversión inicial, su uso frecuente contribuye a conservar el agua en condiciones óptimas, disminuyendo el consumo de productos químicos y el tiempo dedicado al mantenimiento.