El calvario antes de morir de Fran Álvarez, exmarido de Belén Esteban: adicciones, una relación de idas y venidas y una infidelidad

Belén Esteban es una de las personalidades más conocidas en el panorama mediático español. Su rostro saltó a la fama gracias a su noviazgo con Jesulín de Ubrique, con quien tuvo una hija. Sin embargo, su vida continuó ligada a los focos gracias su trabajo como colaboradora en televisión. Su popularidad provocó que cualquier aspecto relacionado con su vida suscitase interés, siendo la esfera sentimental uno de los temas que más ha dado de qué hablar. Además de su actual historia de amor con Miguel Marcos, la relación que mantuvo con Fran Álvarez fue uno de los más seguidos por los focos. Ahora, su nombre vuelve a resonar con fuerza, puesto que este sábado, 22 de marzo, él estaría celebrando su 48 años.

Después de haber puesto fin a su romance con el torero, el amor volvió a tocar la puerta de la princesa de pueblo. Fue en el año 2005, cuando decidió iniciar una relación con Fran Álvarez, uno de sus grandes amigos en la juventud y, hasta entonces, un completo desconocido para la prensa rosa. Tras varios años viviendo prácticamente en el mundo de la noche, él llegó a su vida para darle calma y equilibrio. Por entonces, él también tenía un hijo, aunque, a día de hoy, se desconoce su identidad.

Tres años después de empezar su relación, el 27 de junio de 2008, Belén y Fran tomaron la decisión de unir sus vidas en matrimonio y se dieron el ‘sí, quiero’ en la ermita de San Antonio del Palacio del Negralejo. Un enlace en el que estuvieron conocidos rostros de la televisión, como Ana Rosa Quintana, Jorge Javier Vázquez, Chelo García Cortés o Gema López.

No obstante, su boda marcó el principio del fin. Pocos meses después de su enlace, la de Paracuellos tomó la decisión de dejar su puesto de trabajo en El programa de Ana Rosa para convertirse en colaboradora de Sálvame, donde su vida sentimental se convirtió en uno de los temas más recurrentes del programa. Y es que era frecuente ver a Belén con el corazón en un puño y la voz entrecortada, asegurando que su relación con Fran estaba prácticamente rota.

Su relación estuvo marcada por varias idas y venidas debido a sus diferentes crisis sentimentales. Una de ellas tenía como causa principal la infidelidad por parte del camarero, quien tiempo después confesó que había tenido una “relación afectiva e íntima” con una mujer llamada Arantxa Contreras. Aunque sostuvo que no fue una deslealtad porque aún continuaba enamorado de Belén y todo tuvo lugar mientras daban un descanso en su relación, la televisiva decidió poner tierra de por medio.

Además de aquella deslealtad, se sumaban sus discusiones diarias, su inestable rutina y sus adicciones a las drogas y al alcohol. Cuatro premisas que provocaron que, a principios de 2013, la tertuliana pusiese fin a su infierno, desvinculándose de la persona con quien compartía estos hábitos. Así, un lustro después de su matrimonio, ambos continuaron sus caminos por separado.

“Cuando nos casamos, los dos llegamos con nuestros problemas. Juntos éramos una bomba de relojería. Rocé el infierno con la bebida. Eso me llevó también a coquetear con otras sustancias. Fue mi mayor desgracia”, confesó Fran en una exclusiva para la revista Lecturas publicada en 2017.

Casi siete años después de su separación, concretamente, el 8 de febrero de 2020, una terrible noticia sacudió la vida de Belén. En dicha fecha se conoció que Fran Álvarez había fallecido de forma repentina a sus 43 años. Tras ausentarse dos días en su puesto de trabajo, el bar que regentaba su familia, una de las empleadas del local, se acercó hasta su domicilio, ubicado en La Elipa, para asegurarse de que todo iba bien, pero por desgracia no fue así. Fue ella quien encontró el cuerpo del camarero tendido en la cama, y cuando llegaron los servicios de emergencia tan solo pudieron confirmar su muerte.

El camarero sufrió una parada cardiorrespiratoria. Un duro golpe que dejó sumida a la familia en un profundo dolor. Y es que Fran tenía la esperanza de volver a entrar en rehabilitación en la clínica Proyecto Hombre, donde ya había estado, pero que tuvo que abandonar cuando se enamoró de una paciente.