La policía de Belgrado, acusada de utilizar un arma sónica contra manifestantes: medio millón de serbios piden ayuda a la ONU

La Comisión Europea pide una investigación “creíble y rápida” sobre estas acusaciones: el presidente, la policía, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa niegan su veracidad

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La manifestación del sábado 15
La manifestación del sábado 15 de marzo reunió a cientos de miles de personas en Belgrado (REUTERS/Stringer)

Este sábado, todo Serbia estaba en Belgrado. Más de 100.000 personas - según el Ministerio del Interior del país - tomaron las calles de la capital, bajo la lluvia y a pesar del frío, protagonizando una de las manifestaciones más multitudinarias de las que se tiene registro en el país. El tráfico se detuvo en toda la ciudad, y las calles principales quedaron bloquProteadas por miles de personas que, ondeando banderas o haciendo sonar silbatos, protestaban contra la corrupción del gobierno del país, muchos de ellos luciendo un pin con el dibujo de una mano ensangrentada.

Las protestas comenzaron en noviembre del año pasado, aunadas bajo el lema “la corrupción mata”, después de que el toldo de la estación ferroviaria principal de Novi Sad (el centro de la región norte del país) se derrumbase sobre los viajeros, matando a 14 personas en el lugar, entre ellas, niños de 9 y 5 años. Otra persona falleció más adelante por las heridas sufridas, y varias otras perdieron extremidades. En un principio, las manifestaciones fueron organizadas por universitarios que, a modo de protesta, comenzaron a boicotear los centros de estudios hasta provocar que muchas facultades suspendieran las clases.

Aunque el Ministerio del Interior serbio declaró la presencia de al menos 107.000 personas, los propios manifestantes aseguran que en las calles de la capital había más de medio millón de personas que, siguiendo la llamada de los estudiantes a manifestarse “en calma y de forma responsable”, no cometieron acto alguno de violencia. Sí que fueron objeto de violencia, sin embargo: un hombre embistió con su coche a los manifestantes de un suburbio de Belgrado, hiriendo a tres de ellos (según informa AP). Fue arrestado tras el suceso.

La gente huye

15 minutos de silencio. Uno por cada víctima. De repente - según se puede observar en multitud de vídeos del suceso - la gente empieza a huir, en estampida, de la nada. O de nada que pueda verse, por lo menos, porque la manera en la que la multitud se mueve (abriéndose en canal y buscando refugio a los lados) sugiere una ubicación concreta de la “amenaza” en cuestión: la policía de Belgrado ha sido acusada de utilizar un cañón sónico contra los manifestantes.

Suena a ciencia ficción, pero no lo es: se trata de un “cañón” que emite sonido en frecuencias que, a pesar de ser prácticamente inaudibles, debido a su potencia pueden producir efectos nocivos en las personas. Dependiendo de su intensidad, pueden ser desde simple aturdimiento hasta episodios de vértigo, vómito, desequilibrio o espasmos intestinales.

La oposición serbia denuncia el uso de un arma acústica durante la protesta contra el Gobierno

El Centro de Política de Seguridad de Belgrado, una organización no gubernamental, condenó “el despliegue ilegal e inhumano de armas prohibidas, como dispositivos acústicos, contra manifestantes pacíficos”. “Este acto representa una exhibición flagrante de fuerza y un intento de incitar al caos, con el objetivo de deslegitimar las protestas y criminalizar a los ciudadanos pacíficos”, dijo el grupo. Analistas militares serbios, que también denuncian su utilización, matizan que se trataría de un cañón sonoro de largo alcance agresivo, pero no letal.

La Comisión Europea (CE) pidió este lunes una investigación “creíble y rápida” sobre este - presunto - uso de un cañón sónico ilegal contra manifestantes: “Hemos visto esas informaciones y la acusación sobre este uso de estos instrumentos contra manifestantes. Esperamos ahora una investigación rápida, transparente y creíble sobre esas acusaciones”, declaró el portavoz de la CE Guillaume Mercier durante la rueda de prensa diaria de la institución. Sin embargo, para deterioro de la credibilidad de dicha investigación, también trasladó que se espera que sean las propias autoridades serbias las que la lleven a cabo.

Por el momento, se ha presentado una petición a la ONU firmada por casi medio millón de ciudadanos serbios en el que se solicita ayuda a la ONU, al Consejo de Europa y a la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa para investigar los aspectos médicos, legales y técnicos en relación a la sospecha sobre el uso del cañón de sonido, prohibido en Serbia y otros países por sus consecuencias para la salud. “El cañón de sonido fue utilizado sin previo aviso y sin motivo claro, lo que suscita grave preocupación por la amenaza a los derechos básicos de los ciudadanos”, se afirma en esta.

La policía, el Ministerio de Defensa, y el Ministerio del Interior han negado su uso, pero tanto funcionarios de la oposición y varios grupos de derechos serbios afirman que este arma, que emite un haz acústico dirigido que incapacita temporalmente a las personas, fue utilizada durante la protesta del sábado: aseguran que presentarán cargos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y ante los tribunales nacionales.

Según informó la emisora estatal RTS, Aleksandar Vučić (el presidente del país) instó a las autoridades judiciales a dar alguna declaración sobre el alegato “de que se utilizaron cañones sónicos durante las protestas”. “Estoy pidiendo al Ministerio de Justicia y a la fiscalía que reaccionen, ya sea para procesar a quienes lo utilizaron, y sabemos que no lo hicieron, pero verifiquemos”, agregó Vucic. “Que haya un procedimiento, pero entonces también deberían procesar a quienes hicieron pública tal mentira notoria”. Por su parte, el hospital de emergencias de Belgrado también ha negado los informes de que muchas personas acudieron al centro en busca de ayuda tras el supuesto ataque, pidiendo también acciones legales contra quienes “difundieron información falsa”.