Atapuerca, el yacimiento que nunca deja de sorprender: el último fósil hallado “es clave para entender la evolución humana en Europa”

Un equipo de investigadores liderado por Rosa Huguet han identificado un fragmento facial encontrado hace tres años como el rostro más antiguo conocido de Europa occidental, con una edad de entre 1,1 y 1,4 millones de años. ‘Infobae España’ habla con uno de los arqueólogos del proyecto

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Excavación en la Sima del
Excavación en la Sima del Elefante, en Atapuerca. (Maria D. Guillén/IPHES-CERCA)

Un hallazgo clave para comprender las primeras migraciones y la evolución humana en el continente europeo durante el Pleistoceno inferior. Así ha descrito el equipo de investigadores españoles liderado por Rosa Huguet el fragmento facial encontrado hace tres años en el yacimiento de Atapuerca (Burgos), una pieza identificada ahora como el rostro más antiguo conocido de Europa occidental, con una edad de entre 1,1 y 1,4 millones de años. Las piezas, que fueron desenterradas en la campaña de 2022, muestran una especie humana nueva en Europa que, de momento, ha sido clasificada como Homo affinis erectus por su parecido.

El fósil hallado, que ha recibido el apodo de Pink en homenaje a la doctora Huguet y al grupo Pink Floyd y su álbum dedicado a la “cara oculta” de la Luna, pertenece a una especie de homínido más primitiva que el Homo antecessor y, aunque se ha clasificado como Homo affinis erectus, aún no es definitiva y podría tratarse de una población aún no identificada en Europa.

La importancia de este fragmento de la parte izquierda del rostro de un homínido adulto reside en la información que proporciona “de un momento muy oscuro, desde el punto de vista de la evolución humana, de qué especie estaba en Europa occidental hace 1 millón y medio de años”, explica en entrevista con Infobae España el arqueólogo Antonio Rodríguez-Hidalgo, integrante del equipo de investigación de Atapuerca, que aclara que hasta ahora no disponían de una pieza con caracteres morfológicos lo suficientemente grande como para determinar la especie. “Hay yacimientos donde hemos encontrado cultura material, con herramientas de piedra y con animales consumidos por estas personas de Europa, pero no teníamos ningún resto fósil y, por tanto, no sabíamos quiénes eran, qué especie era la que había colonizado Europa en el pleistoceno inferior, y ahora sabemos que es Homo erectus, aunque no se descarta que si encontramos más restos, la clasificación pueda cambiar”.

Imagen del fósil original, a
Imagen del fósil original, a la derecha, y su imagen digital para reconstruir parte del rostro asignado al 'Homo affinis erectus'. (Maria D. Guillen/Iphes-Cerca)

El descubrimiento de estos restos, que han requerido un laborioso trabajo de reconstrucción mediante técnicas tradicionales de conservación y restauración, así como con herramientas avanzadas de imagen y análisis 3D, abre también la puerta a numerosas preguntas que la comunidad científica ni siquiera se había podido plantear antes sobre los momentos más tempranos de la colonización del continente euroasiático. Por ejemplo, “qué ocurre con estas poblaciones, de dónde vienen o qué relación tienen con las especies posteriores”, añade Rodríguez-Hidalgo, que forma parte del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM-CSIC).

El estudio, publicado el pasado 12 de marzo en la prestigiosa revista Nature y liderado por la investigadora Huguet, del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA), es una colaboración con Xosé Pedro Rodríguez (Universidad Rovira i Virgili), María Martinón-Torres y José María Bermúdez de Castro, del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), y una treintena de científicos del equipo de Atapuerca.

Los fósiles de esa cronología “caben en una caja de zapatos”

Desde el momento en el que, en 2022, el estudiante de doctorado Édgard Téllez descubrió este fósil mientras excavaba en el nivel TE7 de la Sima del Elefante del yacimiento burgalés, el equipo supo enseguida que se trataba de una pieza importante, pues al tratarse de huesos del pómulo y la mandíbula junto con fragmentos de un diente, “era una parte muy informativa desde el punto de vista taxonómico para saber a qué especie te enfrentas”. Como los investigadores sabían que ese estrato del yacimiento estaba ya datado anteriormente en esa cronología de entre 1,2 y 1,4 millones de años, tenían claro que cualquier fósil humano que encontraran era muy relevante, pues “los fósiles de esa cronología de toda Europa caben en una caja de zapatos”.

Cabe destacar que el nivel TE7 de la Sima del Elefante contiene numerosas evidencias de la presencia y actividades de los homininos durante el Pleistoceno inferior y, entre ellas, se han recuperado herramientas de piedra y restos faunísticos con marcas de corte, “lo que indica el uso de tecnología lítica para el procesamiento de animales”, ha indicado el CSIC en un comunicado. En ese sentido, Xosé Pedro Rodríguez, especialista en industria lítica, explica que las herramientas de cuarzo y sílex halladas, aunque sencillas, evidencian “una estrategia de subsistencia efectiva y la capacidad de estos homininos para explotar los recursos de su entorno”, pues las marcas de corte identificadas en los restos de animales muestran claras evidencias del uso de estas herramientas para descarnar las carcasas de animales.

Un referente mundial

Además de que el hallazgo de Pink supone un paso importante para el estudio del poblamiento humano en Europa, también lo es para el Proyecto Atapuerca, pues refuerza el papel de este yacimiento como un referente mundial en el estudio de la evolución humana.

Imagen general del yacimiento de
Imagen general del yacimiento de la Sima del Elefante en Atapuerca. (María D. Guillén/IPHES-CERCA)

“La investigadora Rosa Huguet tiene esperanza en encontrar más restos porque quedan varias campañas y varios metros de sedimento de ese mismo estrato por excavar y es posible que encontremos más elementos”, añade Rodríguez-Hidalgo, que recuerda que los investigadores de Atapuerca también trabajan en Cueva Fantasma, uno de los yacimientos más recientes, y cuyos estratos “son incluso más antiguos que en la Sima del Elefante”, por lo que se podrían encontrar “restos de homínidos anteriores” a los hallados.

“Llevo 23 años trabajando en Atapuerca —las excavaciones y el proyecto científico comenzaron en 1978— Y una cosa que nos ha enseñado el yacimiento es que siempre nos sorprende”, asegura Rodríguez-Hidalgo. Y es que fue hace cuatro décadas cuando los científicos iniciaron unos trabajos “pensando que los fósiles más antiguos de Europa eran los homínidos de la Sima de los Huesos”, datados en unos 400.000 años, hasta que entre 1994 y 1996 se descubrieron los fósiles de una nueva especie a la que se bautizó como Homo anteccesor, datados en unos 900.000 años... y hasta que en 2007 se halló una mandíbula en la Sima del Elefante de unos 1,2 millones de años.