Annie Leibovitz revela los entresijos de su sesión de fotos con los reyes: “Letizia trajo su propia ‘playlist’”

El pasado 26 de febrero los reyes Felipe y Letizia presentaron de manera oficial sus nuevos retratos, dos fotografías que se realizaron diez meses antes y que ya forman parte de la colección de retratos reales del Banco de España, donde se pueden visitar desde el pasado mes de noviembre.

Más allá de las imágenes en sí, con las que renovaban sus retratos con motivo del veinte aniversario de su boda y los diez años de Felipe en el trono, lo más destacable de este trabajo era quién estaba detrás del objetivo, pues eligieron a la fotógrafa Annie Leibovitz, considerada una de las mejores del mundo en su profesión.

La sesión tuvo lugar en febrero de 2024, pero ha sido ahora cuando la estadounidense ha concedido su primera entrevista al respecto, desvelando sus primeras impresiones y cómo fue esta sesión que tan buen resultado tuvo. Lo ha contado en Vanity Fair, donde habla de los entresijos de este encargo.

Una de las cosas que deja más claro es que "los dos fueron encantadores" y que ya en su primer cara a cara en 2013, cuando fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias a la Comunicación y Humanidades, Felipe y Letizia le parecieron “muy cálidos” en el trato.

La sesión tuvo lugar en Palacio Real, un lugar que escogió ella de entre varios “porque me encanta la historia”. Más concretamente en el Salón Gasparini, el cual a Annie no le encajó al principio porque “contiene mucha información” debido a su decoración recargada, un trabajo de Mattia Gasparini por encargo de Carlos III. Finalmente, explica que le pareció el lugar idóneo porque “representaba muy bien a España y su forma de vida, por su exuberancia, y me pareció fascinante”.

También hace mención de las poses del monarca y su mujer, de las cuales se ha hablado mucho, ya que Letizia aparece más iluminada que Felipe VI, algo que buscó a propósito.

“Al rey quise mostrarlo en uniforme por el peso de la historia”, afirma Leibovitz, que añade que Letizia fue quien eligió el Balenciaga, un vestido antiguo confeccionado por el diseñador vasco en 1962. “Me pareció absolutamente perfecto que fuera un traje vintage de un diseñador histórico español”, reconoce, remarcando que eso le da “atemporalidad” al retrato.

“Quería respetar una tradición. En especial con el rey, una figura muy tradicional. Vi muchas pinturas de sus ancestros. Pero, en el caso de la reina, me parecía que es una mujer moderna a la que podía dar un tratamiento distinto, sin que dejara de ser la reina", añade sobre Letizia.

Este efecto lo logra gracias a la luz, pues “cruza las dos fotos y el rey está en la zona más oscura, parece que lleva más peso sobre sus hombros. Así que quería que estuviera serio. A la reina se le permite tener más libertad, y la luz está de su lado, así que hay más optimismo, porque es una mujer fresca y moderna con su propia personalidad".

Y si bien cada uno tiene su propio espacio y estilo en este nuevo retrato, Annie Leibovitz tiene claro que como mejor están son juntos: “También creo que el rey resulta más interesante con la reina, y la reina con el rey. Parece que se necesitan mutuamente”.

Además, la fotógrafa americana desveló un dato muy curioso: "La reina trajo su propia playlist, que es lo que suele hacerse ahora. No recuerdo exactamente qué había en ella, quizá debería consultárselo a su equipo. Se trabaja mucho en esas sesiones de fotos, pero eso no es motivo para no relajarse".