El PSOE plantea llevar otra vez al Congreso la abolición de la prostitución al no ‘poder’ incluirla en la ley de trata

El PSOE no está dispuesto a tirar la toalla con la prohibición de la prostitución. Ante la previsión de que el Ministerio de Igualdad lleve al Congreso en los próximos meses el proyecto de ley orgánica integral contra la trata y la explotación de seres humanos, los socialistas barajan reactivar paralelamente su ley para prohibir el proxenetismo en todas sus formas, según confirman varias fuentes de este grupo parlamentario.

Los socialistas asumieron este compromiso bajo el liderazgo de Pedro Sánchez en 2021. Este reclamo fue ratificado en el 41 Congreso Federal en el partido, celebrado en Sevilla a finales de noviembre. En este cónclave, además, las llamadas feministas clásicas del partido lograron introducir en el ideario su petición para expulsar del partido a los militantes condenados por recurrir a la prostitución.

La reivindicación es firme, pero la realidad es que no hay una mayoría viable para prohibir el proxenetismo. A priori, sí hay una mayoría favorable a esta medida, conformada por PSOE y PP, pero el alejamiento constatado entre ambos aboca al fracaso la aprobación de una legislación de este calado. De hecho, en esta misma legislatura, el PSOE ya se dio de bruces con la realidad.

Concretamente, ya fracasó en su intento de tramitar su proposición de ley para endurecer las penas por proxenetismo. En vísperas de las elecciones europeas del pasado 9 de junio, los socialistas se quedaron solos en el Congreso. A diferencia de la pasada legislatura (la ley se admitió a trámite, pero decayó con la disolución de las Cortes), el PP se unió a Sumar y al resto de aliados de Sánchez y provocaron la primera derrota socialista en una iniciativa legislativa.

En esta ocasión, Sumar también votó en contra, a pesar de que este espacio, bajo el paraguas de Unidas Podemos, se abstuvo en la pasada legislatura, a excepción de los comunes, que la rechazaron. ERC, EH Bildu y Junts son contrarios a prohibir la prostitución al apostar por la regularización. El PNV rechaza abordar el fenómeno de la prostitución desde una aproximación exclusivamente punitiva, mientras que Podemos, que tampoco tiene una postura clara, a pesar de que Irene Montero es abolicionista, se abstuvo al defender que la abolición de la prostitución “no se soluciona aplicando el Código Penal”.

PP y Vox no son contrarios a abolir la prostitución. De hecho, la extrema derecha aboga por penas más duras para los proxenetas. Los populares, por su parte, penalizaron a los socialistas por “sacar la bandera del feminismo” justo antes del inicio del periodo electoral y en pleno escándalo por el caso Koldo, que salpica al exministro de Transportes y exnúmero tres del PSOE, José Luis Ábalos.

Con esta realidad, el PSOE es consciente de la dificultad para sacar adelante dicha iniciativa en esta legislatura. Especialmente, teniendo en cuenta que depende del PP, un partido cuya estrategia pasa por desgastar al Gobierno en el Congreso para visibilizar su debilidad parlamentaria. Pese a esto, fuentes de la dirección del grupo socialista confirman la posibilidad de volver a presentar la proposición de ley para abolir la prostitución para acompañar la tramitación de la ley de trata cuando esta llegue al Congreso.

“Irían de la mano, cada una por su cauce”, resumen otras voces del grupo parlamentario, que subrayan la importancia de llenar el hueco en esta materia que previsiblemente dejará la legislación integral contra la trata y la explotación de seres humanos. Estas voces justifican que, de no intentarlo, el PSOE “estaría regalando” esta bandera tan importante para los socialistas, especialmente para el destacado sector feminista.

En una entrevista reciente en El País, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, reconoció que le gustaría incluir la abolición de la prostitución en la ley de trata, pero la falta de acuerdo en torno a la prohibición del proxenetismo en todas sus formas le obliga a dejarla fuera de la ley.

“Me gustaría una ley de trata con incorporación de penas para la tercería locativa [las personas propietarias de los pisos donde se ejerce la prostitución] y penas reforzadas para los proxenetas, pero esta cuestión genera mucha controversia entre los grupos parlamentarios. Soy posibilista y prefiero una ley de trata con derechos y alternativas para las mujeres víctimas de trata que ninguna ley”, afirmó.

En todo caso, deslizó que los socialistas no bajarán los brazos: “No se puede avanzar en la misma ley. Tiene que ser por otro camino. Lo voy a intentar, mi partido es abolicionista de la prostitución, una forma de discriminación radical y feroz que esclaviza a las mujeres. Me gustaría terminar esta legislatura con una ley abolicionista”, subrayó.

Sobre la ley de trata, que está pendiente de segunda lectura en Consejo de Ministros, la dirigente socialista confirmó que la norma presentará cambios con respecto a la elaborada por el departamento de Irene Montero. “Tiene que cambiar. El Observatorio contra la Violencia de Género, dependiente de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, está armando un proyecto más contundente, riguroso y exhaustivo que queremos pasar por el Consejo de Ministros. Calculo que a lo largo del año y espero que antes del verano”, señaló.