El creador de contenido Daniel Fez confiesa que estuvo en la ruina tras recibir una empresa de sus padres con 300.000 euros de deuda: “No teníamos nada”

Durante la pandemia de Covid, el humorista se vio obligado a cerrar en varias ocasiones su negocio, un centro de día. Mientras tanto, debía seguir pagando la deuda

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El creador de contenido de
El creador de contenido de humor Daniel Fez. (Montaje Infobae con imágenes de @el_guateque_podcast/TikTok y Freepik)

Daniel Fez es un creador de contenido asturiano que, a través de sus redes sociales, en las que tiene millones de seguidores, publica vídeos principalmente de humor. Pese a la comedia presente en su contenido, Daniel se ha enfrentado con muchas complicaciones en su vida profesional, de las que ha hablado recientemente en el pódcast El Guateque, dirigido por Hugo Lago y Pablo Blanco.

El creador de contenido, hace ya varios años, recibió una empresa familiar que tenía una deuda de 300.000 euros. Él no conocía esta información, pero tuvo que hacerse cargo de este desembolso económico, lo que le supuso una serie de dificultades. “Eché ocho años en pagar 300.000 euros, con mucho sacrificio mental y de salud, me devasté muchísimo”. Pese a esta situación, que marcó un periodo muy importante de su vida, Daniel destaca que ahora, cuando lo recuerda, le sirve para enfrentar otros problemas con los que se encuentra: “Cuando me pasan cosas malas, pienso: ‘Hostia, salí de ahí. Venga, lucha’”.

Daniel Fez preguntó a su familia por esa deuda, de la que no le habían informado: “Y me dijeron: ‘Bueno, pues ahora es tu deuda’. Y tuve que sobrevivir con eso”. De la noche a la mañana, como destaca el creador de contenido, se encontró con la posibilidad de perder su vivienda y quedarse en la calle.

Una lucha que duró ocho años

Años después de lo ocurrido, Daniel Fez explica la manera en la que consiguió salir de la ruina en la que le había sumido esta herencia envenenada. Sin embargo, no fue fácil. Todos los días se levantaba temprano e iba a la oficina de la Seguridad Social. Le explicó al inspector su situación sincera: “’Era de mis padres, no me contaron absolutamente nada, ahora tengo esta deuda, se me acaba de venir todo el mundo encima, ¿qué hago?’. Me dijo: ‘Pagarla’. Y le dije: ‘No puedo pagarla’. Me dice: ‘Bueno, podemos hacer un plan de pagos a 24 meses. Tienes que presentar un aval’”. Los padres de Daniel habían perdido la casa; también sus abuelos porque los avalaron: “Perdieron todo, era estar en la calle al día siguiente. No teníamos nada”.

Ante la imposibilidad de conseguir un aval, al creador del contenido no le quedó otra que intentar paralizar de alguna manera el trámite que les dejaría en la calle, por lo que se presentó todos los días en la oficina: “Le decía: ‘Estoy aquí otra vez, luchando por esto, esto yo lo quiero sacar adelante. Yo quiero que creas en mí’. Después de una semana, creyó en mí, hizo un acuerdo tácito conmigo; me dijo: ‘Tú intenta pagar lo que puedas y mientras pagues un mínimo de 1.000 euros y un máximo de 2.500, yo no voy a iniciar el trámite. Lo voy a dejar aquí, pero en el momento en el que dejes de pagar, lo inicio. Si solo un mes te va mal, lo inicio’”.

Deuda. (Freepik)
Deuda. (Freepik)

Desde ese momento, Daniel pagaba todos los meses el dinero que iba pudiendo para recortar la deuda, pero vino el Covid. Su empresa, un centro de día, se convirtió en un foco de infección, por lo que tuvieron que cerrar mientras él debía continuar pagando: “A nosotros, a los centros de salud, en el momento en el que había un positivo dentro del centro de día, lo cerraban 15 días, para casa todo el mundo. No había un plan para qué hacer con el resto de personas que no estaban infectadas. De repente tenías, por ejemplo, 20 usuarios y 1 positivo, estaban todos aislados y para casa. Pero ¿qué pasaba con esas familias? Ellos no podían pedir una baja para cuidar a ese familiar: se saltaban las normas y lo mandaban a otro centro de día porque había que sobrevivir. Entonces, perdías los clientes, tenías que volver a abrir a los 15 días con menos clientes”.

Más letras y menos depósitos: los ahorradores disparan su inversión en deuda pública atraídos por su rentabilidad.

En total, calculando todos los cierres que Daniel Fez tuvo que realizar durante la pandemia por positivos, explica que mantuvo su negocio abierto únicamente medio año: “Y ahí también luché y salí adelante”. En parte, el creador de contenido destaca las ayudas que le dieron para el Covid, motivo por el que se hizo “proimpuestos”: “Lo que pasa es que luego, más adelante, empezaron los problemas graves porque no podía pagar el dinero de la deuda, las nóminas, los seguros y el local, era como ‘vale, las ayudas me sirven aquí, pero es que no con esto otro’. Ser emprendedor es complicado”.

Gracias a estas subvenciones, sumado a su resistencia, Daniel Fez, que actualmente triunfa como creador de contenido humorístico (aunque su trayectoria profesional en este ámbito empezó en la desaparecida red social Vine), consiguió salir de la ruina y hacer frente a una complicada situación económica.