El truco para que tus radiadores se calienten más rápido: solo necesitarás un objeto de la habitación

Con la llegada de las bajas temperaturas, mantener los radiadores limpios puede marcar la diferencia en la eficiencia de la calefacción de tu hogar. Aunque a menudo descuidamos el polvo y la suciedad que se acumulan en ellos, estos pueden afectar considerablemente su capacidad para calentar una habitación de manera efectiva. Los expertos de Trads Cast Iron Radiators sugieren a Express que, para resolver este problema, solo necesitas un objeto que ya tienes en tu dormitorio: un secador de pelo.

Asimismo, con el paso del tiempo, los radiadores acumulan polvo debido al flujo de aire constante en la habitación. Cuando están en funcionamiento, el aire caliente asciende y el aire frío desciende, llevando partículas de polvo hacia sus superficies calientes. Esta sustancia se adhiere y actúa como un aislante que atrapa el calor dentro del radiador, impidiendo que se distribuya eficazmente por la habitación. Como resultado, los radiadores trabajan más, el hogar permanece frío y las facturas de energía aumentan.

El equipo de Trads Cast Iron Radiators propone un método sencillo y efectivo que solo requiere un secador de pelo. Sus expertos explican que usar este emisor de calor, es particularmente útil para limpiar las zonas de difícil acceso, como entre las aletas o la parte trasera del radiador. De este modo, habrá que disponer de un secador de pelo, una aspiradora, un plumero, un balde con agua tibia y detergente líquido, una esponja, una toalla o sábana vieja, y un paño seco para seguir los siguientes pasos:

1. Primero hay que asegurarse de que el radiador esté completamente frío antes de comenzar para evitar quemaduras y que el polvo siga adherido.
2. Seguidamente, usa una esponja mojada para limpiar la superficie y pasa la aspiradora en la zona inferior para retirar el polvo acumulado alrededor.
3. Colocar una toalla debajo del radiador evitará que el polvo suelto caiga directamente al suelo.
4. A continuación, habrá que emplear un plumero en la parte trasera del radiador y las ranuras entre las columnas para eliminar la mayor cantidad posible de polvo visible.
5. Apunta el secador en una temperatura fría o baja y dirige la boquilla hacia las rejillas superiores y traseras. Es preciso no usar aire caliente para no esparcir estas moléculas por toda la habitación. La presión del aire frío ayudará a expulsar el polvo adherido a zonas difíciles de alcanzar, que caerá sobre la toalla.
6. Una vez estén todos los residuos en la toalla, aspira el polvo o deséchalo directamente a la basura.
7. Como limpieza final del radiador, y alrededores, llena un balde con agua jabonosa, usando detergente líquido, y limpia las superficies del radiador con una esponja. No olvides incluir las paredes cercanas, ya que también pueden tener restos de polvo o suciedad. Seca con un paño para evitar oxidación antes de encender nuevamente la calefacción.

Además de permitir que tus radiadores se calienten más rápido al eliminar las capas de suciedad, esta limpieza preventiva ayuda a distribuir el calor de manera uniforme en la habitación. Al mantener la red de calefacción eficiente, reduces el gasto energético y evitas facturas más elevadas de lo necesario. Del mismo modo, este mantenimiento evita problemas a largo plazo, como el desgaste prematuro o la oxidación.