Dani Martín recuerda cómo se enteró de la muerte de su hermana: “Tenía 75 llamadas perdidas de mi madre”

El próximo mes de noviembre Dani Martín vuelve a los escenarios con una gira en la que quiere celebrar su carrera. Un homenaje para todos sus seguidores que se llama 25 putos años con el que estará buena parte de los escenarios españoles. Si bien todavía quedan varios meses para que dé el pistoletazo de salida a este tour, que comienza el 14 de noviembre en el Movistar Madrid Arena, el cantante madrileño ya puede decir que es todo un éxito, pues buena parte de los conciertos han colgado el cartel de ‘agotado’. Eso mismo le ha convertido en uno de los personajes más interesantes de la temporada del programa Lo de Évole, donde ha hablado largo y tendido con Jordi Évole sobre los asuntos más desconocidos de su vida.

Pese a ser uno de los artistas españoles más conocidos gracias a su paso anterior por El canto del loco, la banda que lideró entre 1994 y 2010, siempre ha destacado por ser bastante discreto en lo que se refiere a su lado más personal. Durante la entrevista no ha tenido problemas en hablar sobre el acontecimiento más duro de su vida como la muerte de su hermana, Miriam Martín, hace ya 16 años.

Pese a que todavía es un recuerdo doloroso, Dani Martín ha podido hablar de ello con un enorme cariño, recordando que su pérdida le cambió para siempre. “Yo maduro con la muerte de mi hermana, que es un bofetón terrorífico que de repente te tambalea y te coloca en un rol completamente desconocido para ti”, ha reconocido.

Sucedió el 11 de febrero de 2009, cuando Miriam murió de forma repentina a causa de un infarto cerebral cuando solo tenía 34 años.

Su muerte llegó de la peor manera posible, sin previo aviso, pillando a toda la familia de sorpresa y rompiéndola. "Estaba durmiendo. El teléfono estaba en el salón, cargando", ha comenzado. “Voy y tenía 75 llamadas perdidas de mi madre. Devolví la llamada... Y me dijo que mi hermana había fallecido. Una historia dura. Y dura sobre todo para ellos porque pierden a una hija. Y colocar eso... Yo creo que no lo colocas en la vida", le ha contado a Jordi Évole.

Para él, una de las cosas más complicadas para él a lo largo del tiempo que ha pasado desde entonces, ha sido intentar explicar cómo se sintió tras recibir la noticia, varios años después ha conseguido equipararla a la sensación de estar bajo sustancias y estupefacientes. “Últimamente, utilizo mucho esta frase. ¿Tú te has comido algún tripi alguna vez? Pues es como comerse un tripi. Es una historia con la que cuando te acostaste no contabas y a la mañana siguiente sucede, que mi hermana se muere”.

Y si bien su pérdida sigue doliendo, a día de hoy puede hablar de ella desde otro punto. “Han pasado 15 años, me he trabajado, que es lo esencial. A día de hoy lo hablo con calma, con sosiego. Hemos vuelto a celebrar las Navidades. Hubo una época que no apetecía celebrar. Y tampoco apetecía hablar de Miriam".

“Yo ahora hablo de Miriam y me gusta hablar de mi hermana. La quiero mucho, ha sido una persona increíble. Era una crack”, ha seguido. “Era una veterinaria maravillosa y una gran tipa. Muy discreta, completamente diferente a mí, no le gustaba ser vista, no le gustaba que la gente supiera que era la hermana del de El Canto del Loco”. (...) “Pero la vida decidió que fuera así. Mi psiquiatra dice: ‘¿Y por qué no?’. Pues así es la vida”, zanjaba.

A raíz de la pérdida de Miriam, a Dani Martín le tocó ponerse al frente de su familia, pues sus padres vivieron la peor de las pesadillas. Así lo desveló en otra entrevista que realizó en 2015, en la que contó que la parte más dura fue para sus progenitores. ″Mi dolor más fuerte es ver a mi madre. Ese ha sido mi verdadero dolor porque perder a un hijo tiene que ser como si te arrancaran lo que te puedas imaginar de cuajo".

Un año después de la muerte de su hermana, Dani Martín lanzó su primer disco en solitario, Pequeño, un álbum marcado por la madurez del artista. En él quiso realizar un homenaje a Miriam, pues le dedicó el tema Mi lamento, en el que hablaba del dolor que sentía y lo mucho que la echaba de menos.