Dos ladrones roban un móvil en una terraza y al salir corriendo uno pierde un zapato y otro su teléfono: la policía los atrapa en unas pocas horas

El primer de estos jóvenes fue capturado rápidamente, mientras que el segundo se presentó de forma voluntaria en la comisaría

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Imagen de archivo sobre robos
Imagen de archivo sobre robos de teléfonos. (Andina)

Te encuentras disfrutando de un buen día sentado en una terraza, cuando un extraño coge alguna de tus pertenencias y sale corriendo. Los hurtos son más que comunes en muchos de estos lugares. Los bolsos, prendas o dispositivos móviles suelen ser los principales objetivos.

Dentro de este tipo de robos, puede haber todo tipo de motivaciones. Existen organizaciones muy profundas y estrictamente jerarquizadas, mientras que también pueden producirse robos aislados con autores sin trayectorias delictivas. En algunos casos, hasta la torpeza de los propios ladrones provoca su detención.

Un ejemplo de esto ha ocurrido en Montpellier, Francia, el pasado martes 18 de febrero, con una pareja como víctimas y dos ladrones muy poco efectivos.

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La persecución

La pareja se encontraba sentada en la terraza de un café de la plaza del Marché-aux-Fleurs, en pleno centro de la ciudad francesa. Sin pensar que existiese tal riesgo, uno de ellos posó el móvil en la mesa. De pronto, aparecieron dos jóvenes que salieron corriendo tras coger el iPhone que había encima de la mesa. Se desconoce si se trataba de expertos en la materia, que podrían haber acudido a la plaza con estas intenciones, o si fue fruto de una improvisación.

Lo cierto es que el modo en el que se desarrollaron los acontecimientos no hace pensar que tuvieran mucha experiencia. Ambos comenzaron a correr en cuanto cogieron el teléfono móvil, y las víctimas no dudaron en seguirlos. Salieron en su búsqueda y provocaron el nerviosismo de los ladrones.

Uno de ellos perdió su calzado en la persecución. Mientras corría, sus zapatos salieron despedidos de sus pies. Esto dificultó su escapada, y la policía francesa logró capturarlo de inmediato. Sin embargo, no portaba el móvil robado. Su compañero tuvo más suerte, y consiguió escapar. Tampoco tuvo mucha más fortuna, pues mientras corría perdió su propio móvil.

El ladrón se entrega

Los dos protagonistas tienen 17 años. Quizás su corta edad explica el arrepentimiento del que había logrado zafarse de la búsqueda policial. Pasadas unas horas, se presentó en comisaría y se entregó. Su compañero ya lo esperaba allí.

Decidió contarle a la policía dónde había escondido el teléfono inteligente. Esto permitió encontrarlo rápidamente y devolverlo a su propietario. Los dos menores acusados han sido citados ante el delegado del fiscal.

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Otro caso reciente

No es el primer robo de móvil que se hace viral en Francia en las últimas semanas. De hecho, comparte similitudes con el hurto producido en Nantes a principios de febrero. Ambos robos acabaron con sus responsables detenidos tras errores de principiantes.

El ladrón decidió hacerse unas selfies con el teléfono que acababa de robar. No podía esperar que el móvil estaba sincronizado a una tablet de la dueña. Esta recibió las imágenes, donde se podía observar perfectamente el rostro del ladrón.

En este caso, el hombre se encontraba todavía en el lugar de los hechos, lo que facilitó su detención. Ahora, en Montpellier, dos menores tratan de hacerse con un móvil nuevo y acaban perdiendo el suyo propio y confesando el crimen.