La reina Sofía se convierte en ‘protagonista’ de la nueva serie sobre Harald y Sonia de Noruega

‘La plebeya’ narra la historia de amor de los actuales reyes de Noruega, que se enfrentaron a numerosos obstáculos debido al origen plebeyo de la consorte

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La Reina Sofía durante la
La Reina Sofía durante la audiencia. (Europa press)

Los reyes de Noruega son, desde este pasado viernes 14 de febrero, los protagonistas de la nueva serie de Prime Video, La plebeya. Las vidas de Harald y Sonia se han convertido en una de las grandes apuestas de la temporada por parte de la plataforma de streaming, que narra a través de sus capítulos la historia sentimental del matrimonio, que tuvo que luchar para conseguir afianzar su relación y poder casarse.

Para entrar de lleno en su historia de amor, la serie comienza por aquellos años en los que Harald estaba soltero y su padre, Olaf V, estaba casi desesperado porque su hijo se casara con una mujer de sangre real. Es entonces cuando entra en escena Sofía de Grecia.

El primer capítulo está centrado en esa época y hace hincapié en los rumores de los medios griegos sobre un posible compromiso que nunca fue real.

El rey Harald de Noruega
El rey Harald de Noruega junto a su esposa, la reina Sonia, en una imagen difundida por la Casa Real noruega (Instagram @norwegianroyalfamily)

Para intentar un acercamiento, el rey Olaf invitó a la por entonces princesa Sofía y a sus padres, los reyes Pablo y Federica, a Noruega, una escena que se representa en la serie de Prime Video. En este capítulo se muestra a la griega, que intenta acercarse al heredero noruego para entablar una amistad que tampoco surgió, pues él ya estaba centrado en Sonia Haraldsen.

La serie da a entender que entre Sofía y Harald no había la más mínima química, pero a pesar de ello los medios noruegos también hablaban de un posible romance. Esta información terminó generando inseguridades en Sonia, que ya salía en secreto con el príncipe.

El episodio también viaja a la isla griega de Corfú, a la que viajó el heredero al trono noruego para navegar en el Agamenón, el barco de la familia real griega. El motivo fue un viaje organizado por Federica de Grecia, a quien le gustaba hacer de casamentera y orquestó este crucero con príncipes y princesas solteras para que se conocieran y, con suerte, se enamoraran.

Tras darse cuenta de que a su hijo no le interesaba Sofía, que después se casaría con Juan Carlos de España, Olaf V siguió en su empeño de emparejarle con otra royal. A la griega le siguió, por ejemplo, la princesa Margarita de Suecia, hermana mayor de Carlos Gustavo.

Esta aparición estelar del personaje de la reina Sofía termina en el segundo episodio, cuando Harald, que acude a la boda de los duques de Kent, le cuenta a su padre que también “han ido Constantino y Sofía. A Sofía se le ha visto muy a gusto con Juan Carlos”.

Todos estos obstáculos y presiones externas hicieron que Harald y Sonia pasaran por varias separaciones durante su noviazgo, pero en 1965, el entonces príncipe dio un ultimátum a su padre: o se le permitía casarse con Sonia, o renunciaría a sus derechos dinásticos, poniendo así en jaque la continuidad de la línea sucesoria. La resolución llegó finalmente en 1968, cuando el rey Olaf dio su bendición a la unión, marcando una etapa de reconciliación para la familia real noruega y la sociedad.

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La pareja contrajo matrimonio ese mismo año en la Catedral de Oslo, en una ceremonia que contó con la asistencia de 850 invitados. En un gesto simbólico, el rey Olaf acompañó a Sonia hasta el altar, una muestra de apoyo que reflejó la aceptación final de su nuera.