Europa respira el aire del Sáhara: detectan “presencia persistente” de bacterias y hongos del desierto

Un estudio demuestra que el impacto de microorganismos del Sáhara en los ecosistemas y la salud humana es continuo

Guardar
A camel caravan moves along
A camel caravan moves along the dunes at the Erg Chebbi sand dunes in the Sahara desert outside Merzouga, Morocco December 5, 2024. REUTERS/Darrin Zammit Lupi

Un reciente estudio ha revelado que bacterias y hongos provenientes del desierto del Sáhara están presentes de manera constante en el aire del sur de Europa, afectando tanto a los ecosistemas como a la salud humana.

Esta investigación, llevada a cabo por el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), analizó muestras de lluvia recolectadas durante casi tres décadas en el macizo del Montseny, en Barcelona, y sus resultados han sido publicados en la revista científica Environmental Microbiology.

El estudio, que abarca datos recopilados entre 1987 y 2014, demuestra que el polvo del desierto, cargado de microorganismos vivos, viaja miles de kilómetros a través de las corrientes atmosféricas de las capas altas. Estas partículas finalmente descienden a la superficie terrestre mediante la lluvia o la nieve, lo que permite a los científicos identificar los microbios transportados a través de análisis de precipitación y datos satelitales.

Un fenómeno que no está limitado a episodios de calima

De acuerdo con los investigadores, los resultados confirman que la presencia de bacterias y hongos del Sáhara en el sur de Europa no es un evento aislado vinculado únicamente a episodios de calima, sino un fenómeno continuo. Esto contradice estudios previos que atribuían la microbiota local principalmente a los ecosistemas cercanos.

Para garantizar que los datos reflejaran exclusivamente microorganismos transportados desde largas distancias, las muestras se recolectaron en zonas montañosas, donde las precipitaciones arrastran partículas de las capas altas de la atmósfera, evitando la contaminación de fuentes locales.

Investigadora tomando muestras del polvo.
Investigadora tomando muestras del polvo. Cedida por el CEAB-CSIC

El equipo de investigación utilizó técnicas avanzadas de secuenciación masiva para analizar el ADN de las muestras de lluvia y comparó los resultados con suelos del norte de África y otras regiones del mundo.

Los hallazgos muestran que las bacterias y hongos del desierto están presentes de manera constante en el aire del sur de Europa, incluso mucho tiempo después de los episodios de polvo sahariano más notorios.

Impacto en los ecosistemas y la salud

Los microorganismos transportados desde el Sáhara pueden tener efectos tanto positivos como negativos a nivel local. Por un lado, contribuyen al establecimiento de comunidades biológicas en ambientes remotos.

Por otro, pueden introducir patógenos, principalmente para plantas, y genes de resistencia a antibióticos, lo que representa un riesgo potencial.

Albares niega "teorías extrañas" de nuevas cesiones a Marruecos sobre el Sáhara.

Emili Casamayor, jefe del Laboratorio de Ecología y Complejidad del Microbioma Global del CEAB-CSIC y director del estudio, señaló que comprender los mecanismos que facilitan esta movilización planetaria es crucial.

Según Casamayor, la acción humana, a través de cambios en el uso del agua y la tierra, puede acelerar o mitigar este proceso, lo que subraya la necesidad de generar conocimiento científico para gestionar los territorios de manera sostenible.

Un fenómeno global con implicaciones locales

El transporte de microorganismos a través de largas distancias no solo afecta al sur de Europa, sino que es un fenómeno global con implicaciones significativas. Los investigadores enfatizan que tener en cuenta esta presencia sostenida de microorganismos lejanos es esencial para evaluar sus efectos en los entornos naturales y en la salud humana.

Este estudio, respaldado por décadas de datos y análisis avanzados, aporta una nueva perspectiva sobre la interacción entre los procesos atmosféricos globales y los ecosistemas locales.

Con estos hallazgos, los científicos esperan contribuir al desarrollo de estrategias que permitan mitigar los riesgos asociados a la movilización de microorganismos y aprovechar los beneficios potenciales de este fenómeno natural.