
En España, el Ministerio de Justicia establece criterios claros sobre la pérdida de la nacionalidad española, un derecho que, aunque otorga muchos beneficios, puede perderse en ciertas circunstancias. La normativa puede afectar tanto a los españoles de origen como a aquellos que han adquirido la nacionalidad por residencia u otros medios.
Entre las principales razones para perder la nacionalidad se encuentra la adquisición voluntaria de otra nacionalidad, la renuncia expresa y ciertas situaciones de incompatibilidad con los intereses del Estado.
Pérdida de la nacionalidad para españoles de origen
Los españoles de origen pueden perder su nacionalidad si, tras haber sido emancipados (es decir, haber alcanzado la independencia legal, que suele ser a los 18 años) y residir en el extranjero, adquieren voluntariamente otra nacionalidad. Sin embargo, esta pérdida no es automática. La legislación permite conservar la nacionalidad española si, dentro de un plazo de tres años, se declara formalmente la voluntad de mantenerla ante las autoridades correspondientes.
Existen excepciones a esta regla. La obtención de la nacionalidad de países como Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal o de cualquier nación iberoamericana no implica la pérdida de la nacionalidad española.
Otro supuesto que puede conllevar la pérdida de la nacionalidad es el uso exclusivo, durante tres años, de otra nacionalidad tras haber sido emancipado y residir en el extranjero. En este caso, si la persona no manifiesta su intención de conservar la nacionalidad española dentro del mismo plazo, esta se extingue.
Renuncia voluntaria y casos especiales
El Ministerio de Justicia también contempla la pérdida de la nacionalidad para aquellos españoles emancipados que posean otra nacionalidad y residan fuera de España si deciden renunciar expresamente a ella. Esta renuncia debe ser voluntaria y formalizada ante las autoridades competentes.
Asimismo, existe una situación particular que afecta a los españoles nacidos en el extranjero. Aquellos que obtuvieron la nacionalidad española por ser hijos de padre o madre españoles también nacidos fuera de España, pueden perderla si, al alcanzar la mayoría de edad o ser emancipados, no declaran su voluntad de conservarla dentro de un plazo de tres años.
Pérdida de la nacionalidad para naturalizados
Las personas que han adquirido la nacionalidad española por residencia u otros medios también están sujetas a posibles causas de pérdida. Uno de los motivos principales es el uso continuado durante tres años de la nacionalidad de origen tras haber obtenido la española.
Además, se puede perder la nacionalidad si el individuo presta servicios en las fuerzas armadas o ejerce un cargo político en un Estado extranjero en contra de la prohibición expresa del Gobierno español. Por otro lado, una sentencia judicial que determine que la nacionalidad fue obtenida de manera fraudulenta también puede llevar a su revocación.
Cómo conservar la nacionalidad española
Para evitar la pérdida de la nacionalidad en los casos en que la legislación lo permite, los interesados deben presentar una declaración de conservación ante los Consulados de España en el extranjero, que cumplen funciones de Registro Civil. Este trámite debe realizarse dentro de los plazos establecidos por la ley.
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