El príncipe Andrés consigue un nuevo trabajo: las labores empresariales que asegurarían su futuro en el Royal Lodge

El príncipe Andrés se encuentra en el centro de un nuevo capítulo en su vida profesional tras haber alcanzado un acuerdo millonario para actuar como intermediario en redes empresariales. Esta inesperada asociación se ha formalizado con la firma holandesa Startupbootcamp, una destacada plataforma de apoyo a emprendedores. En su rol, el duque de York compartirá los valiosos contactos que construyó durante su participación en el proyecto Pitch@Palace, el cual buscaba conectar empresarios e inversores.

Según informa The Mirror, la iniciativa de la empresa holandesa habría sido planteada inicialmente al Palacio de Buckingham el año pasado antes de concretar la vinculación con el príncipe. Como parte del acuerdo, el hijo de Isabel II recibirá una comisión por cada negocio cerrado gracias a su intervención. Las ganancias podrían ser esenciales para asegurar la permanencia del príncipe en la Royal Lodge, una propiedad catalogada como grado II ubicada en Windsor Great Park.

Según ha afirmado una fuente citada al diario The Sun, “ganará dinero con cada acuerdo que SBC consiga con su trabajo en Pitch@Palace y la ganancia inesperada le ayudará a conservar Royal Lodge. Es una forma de explotar los envidiables vínculos comerciales que ha establecido a lo largo de los años”.

Tras esta decisión, se escondería supuestamente la determinación de Carlos III de poner fin a la asignación anual de un millón de libras destinada a su hermano. Asimismo, se habría considerado su desalojo de la Royal Lodge, aunque finalmente Andrés obtuvo el permiso para seguir residiendo allí. Esta colaboración con Startupbootcamp marca su regreso a la actividad profesional tras haber sido despojado de sus títulos por su madre.

Cabe recordar que el príncipe Andrés abandonó el proyecto Pitch@Palace tras la polémica generada por su entrevista en el programa Newsnight de la BBC, donde fue cuestionado por sus vínculos con el magnate y delincuente sexual Jeffrey Epstein.

Kauan von Novack, director ejecutivo de Startupbootcamp, declaró sobre la asociación: “Nuestra misión es ayudar a los emprendedores a crear el cambio que el mundo necesita. Vemos un valor inmenso en la red construida por Pitch@Palace”.

Aunque el Palacio de Buckingham no ha intervenido ni aprobado los términos del acuerdo, una fuente relacionada con la institución aseguró a The Sun: “Los funcionarios del Palacio de Buckingham no han revisado ni aprobado los detalles de ningún acuerdo financiero entre el Duque o sus asesores y ningún tercero”.

Este nuevo enfoque profesional del príncipe Andrés llega en un momento en el que su legado sigue siendo objeto de controversia. Los vínculos con Epstein han erosionado su imagen pública, provocando incluso cambios tanto personales como institucionales. Recientemente, la escuela secundaria Prince Andrew School, situada en el territorio británico de St. Helena, anunció su intención de cambiar de nombre. Según las autoridades escolares, buscan adoptar un nombre más “neutral” debido a la “cobertura mediática negativa” asociada al duque.

El príncipe Andrés no comenzó el año de la mejor manera. Tras quedar excluido de la reunión navideña de los Windsor en Sandringham debido a sus incesantes polémicas, el duque de York recibía un revés por parte de la princesa Ana, quien hasta ahora había sido su mayor apoyo en la familia real.

Según desveló la prensa británica, la única hija de la reina Isabel II organizó a principios de enero una cena en el Castillo de Windsor en honor a la prestigiosa escuela escocesa Gordonstoun, de la que el príncipe Andrés fue alumno junto a sus hermanos, el rey Carlos III y el príncipe Eduardo, duque de Edimburgo.

Pese a sus vínculos con la escuela y a que su residencia de Royal Lodge se encuentra a escasos kilómetros de distancia del Castillo de Windsor, en la misma propiedad real, el duque de York no recibió invitación para este encuentro exclusivo.

La cena fue organizada por la princesa Ana, quien actúa como directora honoraria de Gordonstoun, una institución que ha sido parte importante de la educación de varias generaciones de la realeza británica. Según un portavoz de la escuela, se trató de “una cena íntima a la que asistió un pequeño número de invitados”. Aunque Ana nunca asistió al colegio debido a que este no era mixto hasta 1972, mantiene fuertes lazos con la institución, donde sus hijos, Peter Phillips y Zara Tindall, cursaron sus estudios.