Nevenka Fernández, la economista española que plantó cara al abuso sexual y cuya historia tiene un hueco en los Premios Goya

Fue en el año 2021 cuando la historia de Nevenka Fernández volvió a resonar entre la ciudadanía española. El documental Nevenka de Netflix fue el primero en contar la historia de la que fue concejala en el Ayuntamiento de Ponferrada. Tres años después, Icíar Bollaín llevó esta historia al cine con Soy Nevenka. Y parece que consiguió su propósito. El festival de San Sebastián se estremeció con su estreno.

Basada en el libro Hay algo que no es como me dicen, de Juan José Millás, publicado en 2004, la cinta retrata el acoso sexual, personal y profesional que sufrió Fernández, así como las consecuencias que enfrentó tras denunciar a su agresor. Su valentía marcó un precedente en la lucha contra el acoso en España.

Soy Nevenka compitió por la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y ahora aspira a cuatro galardones en la 39ª edición de los Premios Goya, consolidándose como una de las películas más relevantes del año.

La película Soy Nevenka, ha obtenido cuatro nominaciones en esta 39ª edición de los Premios Goya. Compite en las categorías de Mejor Actor Protagonista (Urko Olazábal), Mejor Actriz Revelación (Lucía Veiga), Mejor Guion Adaptado (Icíar Bollaín e Isa Campo) y Mejor Dirección de Fotografía (Gris Jordana).

Este largometraje de Icíar Bollaín recaudó 299.822 euros en su primer fin de semana y logró posicionarse en la tercera posición de la taquilla española. A lo largo de su exhibición en cines, la cinta atrajo a 265.000 espectadores y acumuló más de 1,4 millones de euros en recaudación. Tras su paso por las salas, Soy Nevenka llegó a la plataforma de streaming de Movistar Plus+.

En septiembre del año 2000, Nevenka Fernández dejó su cargo como concejala de Hacienda en el Ayuntamiento de Ponferrada y se trasladó a Madrid tras solicitar una baja por depresión. La razón detrás de esta decisión era clara: el acoso sexual, laboral y psicológico que denunció haber sufrido por parte del entonces alcalde, Ismael Álvarez, con quien había mantenido una relación meses antes. En marzo de 2001, Fernández hizo pública su denuncia, enfrentándose a una sociedad que, en su mayoría, se posicionó del lado de su agresor. Ni su partido político ni su entorno la respaldaron, e incluso la Asociación para la Defensa de la Mujer Acosada retiró su apoyo.

A pesar de la presión mediática y el juicio público al que fue sometida, Fernández continuó su lucha. La justicia condenó a Ismael Álvarez a nueve meses de prisión, a pagar una multa de 6.480 euros —posteriormente reducida a 2.000— y a indemnizar con 12.000 euros a Nevenka Fernández. Con esta sentencia, se convirtió en el primer alto cargo político en España condenado por acoso sexual. Obligado a dimitir, nunca reconoció los hechos ni pidió perdón.

Nueve años después, en 2011, Álvarez regresó a la política municipal. Se presentó a las elecciones con un partido independiente y obtuvo cinco concejales en el Ayuntamiento de Ponferrada.