Paco, el perro abandonado que sobrevivió a un incendio y ahora busca una familia

Los incendios siempre han sido un motivo de preocupación en verano. La falta de lluvias se une a unas mayores temperaturas que pueden facilitar el avance de las llamas. Ha habido algunos años realmente devastadores, como 2012, cuando la superficie de hectáreas quemadas superó las 200.000, las mayores cifras del siglo, pero lejos aun así del casi medio millón de 1985.

España no es el único sitio: Sicilia, por ejemplo, sufrió una serie de incendios en julio -más de 30 simultáneos- de 2023 que acabó con la vida de cinco personas y provocó cortes de luz y agua en los hogares de miles de personas. En septiembre, otros 40 fuegos provocarían dos muertes más y sembrarían el terror por una isla que siempre ha acusado mucho los incendios.

Precisamente de uno de ellos escapó, unos pocos años antes, Paco. Este perro, por entonces apenas un cachorro blanco de apenas siete meses, logró sobrevivir cuando se encontraba encerrado en una casa abandonada, a punto de ser pasto de las llamas. Aquel verano, las evacuaciones por los incendios se produjeron también con asiduidad tras una oleada de incendios que alcanzaron la localidad en la que se encontraba él.

Todo parecía perdido para Paco, pero entonces este perro comenzó a ladrar y aullar hasta que alguien lo oyó y pudo ser rescatado. Finalmente, acabó siendo entregado a la asociación AIPAE Messina Cuccioli Rescue, un grupo de voluntarios que rescatan, sanan y cuidan a cachorros callejeros en la isla del sur de Italia.

“No sabemos de dónde viene, lo único que sabemos es que quien lo tuvo lo redujo a mierda y necesita tratamiento”, lamentaban desde la asociación en un post en redes sociales. “Está desnutrido y tiene dermatitis por pulgas y garrapatas”. Eso sí, ya desde entonces destacaron que Paco mostraba un temperamento dócil y dispuesto a recuperarse de su estado para volver a estar listo para quien lo quisiera acoger. Por desgracia, esto último no ocurrió.

“Hace seis años que le buscamos un hogar, pero nunca ha habido una llamada para él”, lamentan en una publicación reciente. “Aun así, es un cachorro maravilloso, todo mimoso, a pesar de su edad y tamaño, ha seguido siendo un cachorro en el cuerpo de un adulto”. Paco, cuidado por la asociación, ha sido vacunado, esterilizado y ha crecido hasta convertirse en un animal de 37 kilos. “Bueno con la correa, obediente, suele llevarse bien con sus compañeros, incluso con cachorros”, destacan. “Apto para cualquier familia, incluso con niños en edad escolar”.

La suerte de Paco habría sido muy distinta si desde AIPAE no lo hubieran acogido. En el peor de los casos, las llamas, el humo o el hambre habrían acabado con su vida. En caso contrario, habría acabado en una perrera, junto con otros perros que, de no encontrar un dueño, acabarían siendo sacrificados -en España, basta con que pasen 10 días sin localizar al amo para que esto ocurra-. Se trata, por lo tanto, de un superviviente, que tras crecer y curar sus heridas, ya está entusiasmado ante la idea encontrar a su nueva familia.