Una mujer de 29 años va a Urgencias al sufrir un ictus y los médicos le dicen que es una crisis de ansiedad: “Tuve que pelear para que me creyeran”

La francesa Sarah Bardin ha contado su experiencia en ‘Réparée’, el libro en el que trata de arrojar luz sobre los problemas que atraviesan las mujeres a la hora de ser diagnosticadas con esta enfermedad

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Sarah Bardin en una entrevista
Sarah Bardin en una entrevista en RTL France.

—Cuando me acosté el 27 de junio de 2021, tenía 29 años, estaba sana y era madre de gemelos de casi 2 años. Me desperté en una sala de reanimación, prisionera de mi cuerpo e incapaz de determinar desde cuándo estaba allí. Mis seres queridos desfilaban frente a mí, convencidos de que iba a morir. Aunque nada me predispuso a ello, fui víctima de un ictus masivo. Durante un arduo proceso de rehabilitación, descubrí que no era un caso aislado y que el ictus es la primera causa de muerte en mujeres. No me explico cómo un tema tan grave sigue siendo objeto de un silencio incómodo, incluso en la escena mediática. Por eso me prometí que, si salía de esto con vida y con la capacidad de hacerlo, contaría mi lucha diaria por recuperarme.

Con estas palabras presenta su libro la francesa Sarah Bardin, que a través de su experiencia ha querido arrojar luz sobre el sesgo de género de la medicina, que está preparada para encontrar síntomas con rapidez en los hombres, pero no en las mujeres; y sobre las negligencias en las que pueden caer los médicos y que pueden resultar nefastas. En Réparée, la joven relata cómo ha sido su proceso de recuperación de un ictus que tardaron en diagnosticarle, pero también lo común que resulta la situación.

Los médicos no la creían

En una entrevista con Cnews, la joven cuenta cómo fue recibida en la sala de emergencias mientras sufría un derrame cerebral. Bardin detalla que los sanitarios no la creyeron cuando dijo que estaba teniendo un ictus porque ellos consideraban que eran los síntomas de un ataque de ansiedad. De hecho, el médico que la atendió en la sala de emergencias seguía sin creerlo a pesar de que su marido de Bardin le había dicho que estaba tosiendo sangre.

“Cuando llegué al hospital, me encontré con el médico de urgencias que me dijo: cuando tienes un ictus no te autodiagnosticas y, además, no tienes los síntomas clásicos, lo cual era bastante cierto. Tuve que luchar a las puertas de la muerte, negociar todo el tiempo para que la gente me creyera”, explica Bardin, durante la entrevista. No obstante, una vez le practicaron la resonancia magnética, el médico que había cuestionado este diagnóstico confirmó que, efectivamente, se trataba de un ictus.

La portada de Réparée.
La portada de Réparée.

Cómo reconocer un ictus

Actuar a tiempo frente a los síntomas iniciales de un ictus puede ser decisivo para el desenlace de la enfermedad y sus posteriores secuelas. Por ello, es crucial saber reconocerlos para acudir a un hospital y ser atendido lo antes posible, incluso aunque desaparezcan a los pocos minutos. La Clínica Universidad de Navarra agrupa las señales de alerta de un accidente cerebrovascular:

  • Pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo o parálisis en un lado, un síntoma que afecta generalmente la cara, el brazo y la pierna, lo que se conoce como hemiparesia.
  • Dificultad para hablar o comprender el lenguaje.La persona afectada puede presentar problemas para articular palabras correctamente, hablar con claridad o expresar ideas. Este síntoma se denomina afasia y puede variar en intensidad.
  • Pérdida de sensibilidad y hormigueo. Puede afectar la cara, el brazo y la pierna del mismo lado. Se puede describir una sensación de entumecimiento o de que se están clavando alfileres y agujas.
  • Pérdida súbita de visión en un ojo. Se puede experimentar ceguera parcial o total en un solo ojo o incluso en un campo visual específico, dificultando la percepción de su entorno.
  • Dolor de cabeza muy intenso y distinto del habitual, ya que aparece súbitamente y con una intensidad inusual.
El ictus: qué es, cuáles son los síntomas y cómo prevenirlo