
Las tareas de la casa a veces presentan problemas comunes por mal uso y que son complicadas de solucionar. Así, a pesar de que existen remedios comerciales en todos los supermercados, en su mayoría pueden resultar caros o incluso poco eficaces. Por ello, los métodos caseros siempre emanan como una salvación, ya que no solo son una salida económica sino que además, evita el uso de productos químicos agresivos y contaminantes.
De esta forma, cuando existen problemas de humedad, desinfección o de desagües siempre es interesante buscar por internet para localizar soluciones rápidas y caseras. Concretamente, en caso de notar que cualquier líquido no de desliza o no se cuela por el fregadero, es un indicio de que la tubería está atascada.
Esto suele pasar cuando no se mantiene una buena limpieza de las piezas de manera periódica o si se introducen diversos objetos sólidos que puedan enredarse y quedarse atrapados e incrustados. No obstante, existen distintos métodos caseros para desatascar un fregadero, y evitar una concentración de residuos.
Cómo desatascar el fregadero en pocos pasos con productos caseros
Para desatascar el desagüe de la cocina o el baño se pueden seguir diferentes métodos económicos y caseros que se adapten a distintas necesidades y sin necesidad de contactar con un fontanero, según El Mueble. La primera técnica efectiva es la combinación de agua caliente con lejía. Además hay que tener en cuenta que por cada vaso de lejía se deben aplicar cinco litros de agua hirviendo para que esta técnica funcione.
- Vierte un vaso de lejía en el desagüe y deja actuar durante varios minutos.
- Añade cinco litros de agua hirviendo.
- Deja reposar la mezcla durante 15 minutos.
- Aclara con agua corriente. La combinación ayuda a disolver la suciedad acumulada en las tuberías.
En segundo lugar, si se prefiere evitar el uso de lejía, se puede administrar de manera ecológica y segura una mezcla con vinagre y bicarbonato de sodio. Estos elementos producen una reacción efervescente que ayuda a descomponer los residuos.

- Introduce medio vaso de bicarbonato de sodio en el desagüe.
- Vierte medio litro de agua hirviendo y deja actuar de 5 a 10 minutos.
- Añade el resto del bicarbonato y un vaso de vinagre. Tapa el desagüe y espera otros 5 minutos.
- Finalmente, vierte más agua hirviendo. Repite si es necesario hasta que el atasco desaparezca.
Por otro lado, si la obstrucción es leve se puede emplear una herramienta muy eficaz y manual que siempre se suele tener en mente: un desatascador. Para emplearlo se debe seguir el siguiente procedimiento:
- Llena el fregadero con un poco de agua.
- Coloca el desatascador sobre el desagüe, asegurando que el respiradero esté sellado.
- Mueve con fuerza para generar presión y liberar el atasco.
Por último, cabe destacar que aunque la sosa cáustica es conocida por su eficacia para desatascar, es un producto muy corrosivo y su manipulación puede ser peligrosa. De este modo, las autoridades sanitarias advierten sobre el riesgo de quemaduras y la posibilidad de que, en exceso, cristalice en las tuberías, empeorando el problema. Por lo que se desaconseja su uso para estos casos.
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