El Barça se supera a sí mismo y se cita con el Real Madrid en la final de la Supercopa

A la vigesimoprimera fue la vencida para el conjunto azulgrana. Tuvo que ser en Arabia, donde el Barcelona consiguiera ganar un partido por más de un gol de diferencia. Un dato que al actual Xavi Hernández “le da igual”, pero que resultaba “inconcebible” cuando firmó por el cuadro catalán hace poco más de dos años. No hay ninguna competición y un lugar que hayan marcado más la carrera de Xavi como entrenador y la vida del Barça últimamente que la Supercopa y Arabia Saudí. Riad significó el germen de la reacción azulgrana que le llevó a conseguir LaLiga el curso pasado y la capital saudí vuelve a ser la zona de confort del Barça.

Lewandowski derribó el muro de Osasuna y Lamine Yamal sentenció en el tramo final ante un rival que, como en la final de Copa del Rey ante el Real Madrid, no perdió la cara al partido en ningún momento. Nada le sale bien por contra a Osasuna. Todo le cuesta mucho más después de la temporada pasada en la que sacaba los partidos de manera sencilla y batallaba con grandeza ante rivales de la talla del Barcelona. Los navarros hincaron rodilla a raíz del gol de Lewandowski y no tuvieron recursos para volver meterse en el partido.

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Pedri, que reapareció tras la lesión, tiñó de color un partido que los barcelonistas controlaron en todo momento, excepto cuando el balón llegaba a Budimir. Iñaki Peña salvó a su equipo con una gran salida ante el croata, que había dejado sentado a un Araújo descentrado ante los cantos de sirena del Bayern de Múnich. Los dos equipos han perdido consistencia y los técnicos no paran de dar vueltas al equipo para encontrar el equilibrio, sobre todo en el caso de Arrasate, que alineó a tres centrales.

El plan de Xavi se vio trastocado cuando llegó la enésima lesión muscular en el Barcelona. Raphinha, al filo del final del primer tiempo, se tiró al suelo echándose la mano a la parte posterior del muslo. Xavi miró a su banquillo y tiró de un Lamine Yamal que adelanta a João Félix en la jerarquía azulgrana. La pelota era de dominio blaugrana, pero faltaba una chispa que llegó cuando Christensen adelantó la presión y robó un balón a Arnaiz antes de dejar el balón a un Gündogan que asistió a Lewandowski para abrir diferencias acrecentadas con el tanto de Lamine originado por João Félix.

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El portugués, que aceptó la suplencia con menor exacerbación que de costumbre, aprovechó la media hora. Juega a la carta, eligiendo los partidos en los que los focos le iluminan para transformarse. Una jugada suya, en la que otro jugador hubiera ralentizado para dejar correr el cronómetro, decidió darle verticalidad y desembocó en el gol histórico de Lamine Yamal, que supera a Gavi y se convierte en el goleador más joven en la historia de la Supercopa.

La carga navarra, sin embargo, resultó estéril. El canterano cerró el primer partido que el Barça gana por más de un gol desde septiembre. El Barça se lo cocinó a fuego lento hasta rematar y está a 90 minutos de revalidar una Supercopa fiel a su esencia. La final la jugarán el campeón de Liga y el campeón de Copa. Habemus Clásico.