Evans, el británico que dejó atrás una sanción por consumir cocaína pone a prueba a Alcaraz en Shanghái

Daniel Evans, número 33 del mundo, cuenta con una carrera marcada por las polémicas y los escándalos. No es nuevo. Ya en las categorías juveniles se palpaba su carácter beligerante y problemático, tras cosechar varias suspensiones por comportamiento. Sin embargo, el momento que mancharía su carrera fue su inhabilitación por consumo de drogas en abril de 2017, un hecho que le retiró de las pistas durante un año. El británico, condenado por consumo de cocaína, bajó a los infiernos para emerger con más fuerza y encauzar su carrera. En 2021 ganó su primer título ATP en Melbourne y, ahora, marcado por la irregularidad desafía en Shanghái a Carlos Alcaraz.

Evans nació en Birmingham en mayo de 1990 y con tan solo siete años ya comenzó su andanza en el mundo deportivo con una raqueta en la mano, pero no fue la de tenis, sino la de squash, donde se enfrentaba a su padre como rival. Sin embargo, le duró poco, sabía que su sitio no era ese y en el año 2000 cambió la pista rectangular cerrada del squash, por el césped, superficie predominante en Reino Unido. Seis años más tarde participó por primera vez en un torneo en Nottingham. No ganó la competición, pero ese circuito marcó un antes y un después en su trayectoria. A partir de ese momento, su carrera empezó a despegar y, con ella, las polémicas.

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En 2006 fue retirado del torneo juvenil de Wimbledon por comportamientos inadecuados dentro de la pista. Dos años más tarde, fue suspendido durante cuatro meses tras ser fotografiado en una discoteca durante eWimbledon. Tales fueron sus comportamientos que, en 2010, la Lawn-Tennis Association (LTA) decidió quitarle la financiación, el apoyo económico que proporcionaba al británico, debido a sus malas actitudes. Mientras, sus registros deportivos no dejaban de mejorar y ese mismo año ya se encontraba entre los 255 mejores jugadores de la ATP. En 2016 figuraba entre los 100 primeros. Sin embargo, un año después, su carrera se asomó al abismo.

El tenista británico dio positivo en cocaína en un test antidopaje y fue suspendido durante un año.“El problema es que durante el año que estuve suspendido era incapaz de aceptarlo y me odiaba a mí mismo. Hice las cosas muy mal durante la sanción, era incapaz de controlar mis emociones y seguí comportándome como un estúpido”, afirmó en tenista en una entrevista posterior.

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Su regreso a las pistas tampoco fue nada sencillo: “Hubo torneos que me negaron invitaciones, pero no dejé que la ira volviera a dominarme”. Poco a poco fue recuperando sensaciones y puestos dentro del ranking de la ATP. En 2021 consiguió hacerse con su primer título ATP en Melbourne tras vencer a Félix Auger-Aliassime y, además, ascendió al puesto número 26, la mejor clasificación en toda su carrera hasta el momento.

Ahora afronta el torneo de Shanghái con el difícil reto de medirse a Carlos Alcaraz en octavos de final. Hasta el momento, ya se han enfrentado en tres ocasiones y en todas ellas el de Murcia ha salido victorioso, la última en el US Open.