Sylvester Stallone recordó cómo fue luchar con Hulk Hogan en ‘Rocky III’: “Hay ciertas personas que tienen una luz”

El actor destacó la amabilidad del peleador profesional para evitar lastimarlo en el rodaje

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El actor describió a Hogan
El actor describió a Hogan como un gigante carismático que estaba apenas en los inicios de su carrera en 1982 (Captura de video/IMBD)

Sylvester Stallone ha compartido recuerdos sovbre Hulk Hogan, su fallecido compañero de set en Rocky III. El actor de 79 años abrió su corazón y compartió anécdotas de aquel rodaje de 1982, cuando Hogan, entonces un joven luchador profesional que apenas se abría camino en Hollywood, interpretó al carismático y gigantesco Thunderlips.

En el flamante documental de TMZ, el ícono del cine de acción recordó que conoció a Terry Bollea (nombre real del peleador) en los ensayos de la película, y desde el primer momento percibió que tenía una energía especial.

“Cuando lo vi por primera vez, dije: ‘Hay ciertas personas que tienen una luz, un brillo. Simplemente lo tienen’”, contó a TMZ.

“Cuando interpretó al personaje de Thunderlips, todavía no había logrado encontrar su voz, su presentación. Lo que están viendo ahí es al Hulk Hogan muy joven, en los inicios de su carrera”, explicó.

La fuerza de Hogan no
La fuerza de Hogan no impedía que fuera meticuloso en cada golpe y movimiento (Captura de video/IMBD)

Un gigante en el ring

En Rocky III, Stallone —quien escribió, dirigió y protagonizó la cinta— retomaba el papel del campeón mundial de boxeo Rocky Balboa, que en la historia debía enfrentarse a dos rivales muy diferentes: el temible Clubber Lang (Mr. T) y el atleta de lucha libre Thunderlips, interpretado por Hogan.

El combate con Thunderlips era un espectáculo benéfico, pensado como una exhibición amistosa, pero que en pantalla se transformó en una demostración de fuerza y espectáculo.

Hogan, con sus más de 1,95 metros de altura y alrededor de 143 kilos de peso, impresionó a todos en el set. Stallone reveló que, antes de contratarlo, hubo dudas por su tamaño.

Al principio nadie lo quería porque era demasiado grande, pero yo dije que ese era el punto: es como David y Goliat. Cuanto más grande, mejor. Y se presentó en una forma física magnífica”, recordó en una entrevista publicada el 25 de julio, un día después de la sentida muerte de Hogan.

Stallone reveló que el luchador
Stallone reveló que el luchador siempre buscaba protegerlo durante las escenas, incluso a costa de su propio cuerpo (Captura de video/IMBD)

Aunque la lucha libre tiene coreografías, Stallone insistió en que el esfuerzo físico y el impacto eran reales.

“La gente dice: ‘Ah, la lucha libre no es real’… bueno, la gravedad sí es real. Tienes a un hombre de 136 kilos cayendo sobre ti, pero él amortiguaba la caída, así que en realidad se estaba lastimando para protegerme a mí”, explicó a TMZ, destacando que Hogan siempre cuidó su seguridad en el rodaje.

El actor comparó sus movimientos con los de un ilusionista: “Hacía cosas que no podías ver, como un mago”, dijo haciendo énfasis en su precisión y cuidado. “He recibido muchos puñetazos en mi vida, pero nadie fue más preciso y certero que él. Era extraordinario para un hombre de ese tamaño”.

A pesar de ello, hubo uno que otro accidente. Stallone recordó la vez que Hogan lo lanzó contra la esquina del ring y, a mitad de camino, decidió saltar.

“Parecía la ballena blanca de Moby Dick. Cayó sobre mí y me golpeó con la espinilla justo aquí”, dijo señalando su hombro. Ese golpe, admitió, fue el más fuerte que ha recibido en toda su carrera. Hogan, sin embargo, quedó apenado por el mal cálculo.

La escena entre Rocky y
La escena entre Rocky y Thunderlips se convirtió en un momento emblemático de Rocky III (Captura de video/IMBD)

Stallone no escatimó elogios al hablar de Hogan tras su fallecimiento. “La gente subestima lo talentosos que pueden ser algunos de estos gigantes, y él era el más talentoso de todos”, añadió.

Para el actor, la muerte de Hulk Hogan no solo impactó en el rubro de la lucha libre, sino que alcanza al mundo del cine y el entretenimiento. “Era una fuerza de la naturaleza”, resumió.

La imagen que más guarda en su memoria no es la de un rival temible, sino la de un compañero generoso en el set, que se esforzaba en proteger a los demás incluso a costa de su propio cuerpo.