El trauma de Linda Evangelista tras quedar desfigurada por un tratamiento estético: “Necesito terapia para poder mirarme al espejo”

La exsupermodelo habló sobre como hoy, a sus 59 años, sigue luchando por recuperar su autoestima

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La supermodelo fue víctima de
La supermodelo fue víctima de una rara reacción adversa al procedimiento CoolSculpting (REUTERS/Jeenah Moon)

Por casi cinco años, Linda Evangelista desapareció del ojo público. Una de las mujeres más fotografiadas del mundo, ícono de la moda y rostro de cientos de portadas, vivió en silencio y en aislamiento mientras enfrentaba las secuelas de un procedimiento estético que cambió su vida para siempre.

“No podía seguir viviendo con este dolor. Estoy dispuesta a hablar finalmente”, declaró entre lágrimas a PEOPLE en 2022.

El origen del trauma fue un tratamiento llamado CoolSculpting, una técnica no invasiva aprobada por la FDA en 2010 que utiliza un proceso conocido como criólipolisis para “congelar y eliminar células de grasa”.

Popular en clínicas estéticas y spas médicos por su accesibilidad y bajo tiempo de recuperación, este procedimiento decía ser capaz de reducir depósitos localizados de grasa sin necesidad de cirugía.

La exitosa supermodelo de los
La exitosa supermodelo de los años 90 se sometió a un procedimiento no inavsivo que salió mal (Photo by PL Gould/WireImage)

Entre 2015 y 2016, Evangelista se sometió a múltiples sesiones del tratamiento, sin saber que sería parte del menos del 1 % de pacientes que desarrollan una rara y devastadora condición conocida como hiperplasia adiposa paradójica (PAH). Esta reacción adversa provoca que las células de grasa tratadas, en lugar de reducirse, se vuelvan más grandes, duras y visibles.

“Pensé que estaba haciendo algo mal”, contó a PEOPLE en 2022. “Comencé a hacer dieta y a ejercitarme más. Llegué al punto en que ya no comía. Pensé que me estaba volviendo loca”. Fue en junio de 2016 cuando un médico finalmente le dio el diagnóstico. “Le pregunté ‘¿qué demonios es eso?’ y me dijo que no había dieta ni ejercicio que lo solucionara”.

Las consecuencias físicas fueron severas. Evangelista comenzó a desarrollar bultos duros en áreas donde se había aplicado el tratamiento: el abdomen, entre los muslos, debajo de las axilas.

“Las protuberancias son duras. Si camino sin una faja con un vestido, el roce es tan fuerte que puede sangrar. Porque no es grasa blanda, es grasa dura frotándose”, explicó en esa ocasión. “Ya no puedo poner los brazos rectos a los lados del cuerpo”.

Como resultado del CoolSculpting, su
Como resultado del CoolSculpting, su cuerpo desarrolló bultos duros y dolorosos en distintas zonas, impidiéndole moverse con libertad (PEOPLE, vía Instagram/@lindaevangelista)

La exmodelo demandó a Zeltiq Aesthetics, la empresa matriz de CoolSculpting, por 50 millones de dólares, alegando que quedó “brutalmente desfigurada” y que perdió su capacidad de trabajar. Aunque el caso se resolvió con un acuerdo en 2022, el daño psicológico persiste.

“Todavía no me miro al espejo”

Evangelista fue la portada del mes en la revista Harper’s Bazaar Beauty, y en su entrevista exploró su perspectiva de la belleza y la salud cerca de los 60 años.

La modelo reconoció que sigue en proceso de sanación y que recurre a la terapia para intentar reconstruir su autoestima.

“Tengo que ir a terapia para poder verme en el espejo, y todavía no me miro”, confesó. “No quería verme al espejo porque no me amaba ni me gustaba lo que observaba ahí”.

La modelo confesó que todavía
La modelo confesó que todavía evita mirarse al espejo por el rechazo que siente hacia su reflejo (Captura: Instagram/lindaevangelista)

“Pero estoy haciendo el trabajo, y estoy tratando de llegar al punto en que me gusto, con defectos y todo, y tratar de amarme”, explicó en la revista.

A lo largo de la última década, Evangelista también enfrentó problemas de salud más allá del CoolSculpting. Superó dos diagnósticos de cáncer de mama y se sometió a una doble mastectomía, además de varias cirugías de pulmón, tratamientos para queloides, cicatrices de tubo torácico y una cesárea.

“Acepto mi doble mastectomía. Estoy bien con eso”, expresó a Harper’s Bazaar. “Me puse implantes muy pequeños. Lo que me sacaron, lo puse de vuelta en términos de volumen. Hubo muchas cirugías, pero estoy bien con eso”, dijo la supermodelo de los 90. “Gané. Estoy aquí y sigo viva”.

A pesar de sus cicatrices,
A pesar de sus cicatrices, Evangelista asegura sentirse en paz con su cuerpo tras la doble mastectomía. (REUTERS/Gonzalo Fuentes)

Respecto a los tratamientos cosméticos, Evangelista también decidió disolver todos sus rellenos faciales. Aunque aún recibe inyecciones de botox, en realdiad ahora busca reconectar con su rostro real.

“No me importa cómo envejezco. Solo quiero envejecer”, afirmó a Harper’s Bazaar. “No tiene que ser con gracia. Realmente, realmente, realmente no quiero morir. Aún tengo mucho por hacer. Finalmente me estoy sintiendo cómoda conmigo misma y con todo, y ahora quiero disfrutarlo”.