Moody’s subió la calificación crediticia de Córdoba

Pasó de A.ar a AA-.ar, con una perspectiva estable, dijo la consultora. Destacó la mejora de los resultados fiscales y el control del gasto público

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Martín Llaryora, gobernador de Córdoba
Martín Llaryora, gobernador de Córdoba (Adrián Escandar)

Moody’s Argentina elevó la calificación crediticia de la provincia de Córdoba tanto en moneda local como extranjera, pasando de A.ar a AA-.ar, manteniendo una perspectiva estable. Esta mejora también aplica a los títulos de deuda Clase 1, Clase 2 y Clase 4 emitidos por la provincia.

La decisión, se basa en la mejora sostenida de los resultados fiscales de la provincia en los últimos años, “incluso frente a desafíos económicos significativos”.

Córdoba ha mantenido una política fiscal disciplinada, un manejo prudente de sus gastos y un perfil de deuda relativamente manejable, aunque aún con una fuerte exposición a moneda extranjera, destacó la calificadora.

Por ese motivo, “es probable que la provincia necesite acceder a diversas fuentes de financiamiento para poder hacer frente a los vencimientos de capital en los próximos años y a la vez, mantener niveles adecuados de inversión en obra pública”, evaluó Moody’s.

El gobierno de Martín Llaryora aguardaba la evolución del acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para salir a buscar fondos en el mercado externo a fin de cumplir con compromisos y sostener el ritmo de la obra pública anunciada. La tarea está a cargo del ministro de Economía y Gestión Pública, Guillermo Acosta.

Balance 2024

Durante 2024, la provincia superó las expectativas fiscales originales. “Esto se debió, por un lado, a que los gastos corrientes aumentaron por debajo de la inflación y, por otro, a una reducción de los gastos de capital en términos reales, lo que incrementó su participación en el gasto total. Para los próximos años se espera una normalización fiscal, en línea con la recuperación económica y la desaceleración inflacionaria del país”, se detalló en un comunicado.

“Es probable que la provincia necesite acceder a diversas fuentes de financiamiento para poder hacer frente a los vencimientos de capital en los próximos años y a la vez, mantener niveles adecuados de inversión en obra pública” (Moody’s)

“Entre sus fortalezas crediticias destacan una economía local diversificada, un historial positivo de resultados financieros y una baja proporción de gastos en personal en comparación con otras jurisdicciones. En contraste, se señala como debilidades la alta exposición a deuda en moneda extranjera y el contexto económico adverso del país”, agregó el texto

A nivel financiero, la provincia mostró en 2024 un margen operativo del 18,3% ($1.441 millones) superior al 17,1% del año anterior y un superávit financiero del 4,8%, con una mejora en sus ingresos propios, que alcanzaron el 46,8% del total operativo (contra 39,4% de 2020). La carga de intereses se mantuvo estable en 1,8% (fueron de 3,4% en 2020), gracias a una reestructuración de deuda que incluyó tasas escalonadas.

La deuda total al cierre de 2024 alcanzó los $ 2.155.683 millones, de los cuales el 86,2% está denominada en moneda extranjera. Aunque esta proporción es alta, ha disminuido 13,4 puntos porcentuales respecto al año anterior. La mayor parte de la deuda está en títulos públicos emitidos tanto a nivel local como internacional.

El presupuesto 2025 proyecta ingresos por $ 10.597.562 millones y gastos similares, lo que llevaría a un superávit financiero marginal del 0,1% y un margen operativo del 16,6%. La estructura de ingresos contempla un 44,1% de coparticipación federal y un 30,1% de ingresos brutos, mientras que en el gasto se destina un 31,7% a personal y un 18,2% a capital.