Crisis en la industria: un sector clave tuvo en noviembre una de las caídas más pronunciadas de los últimos meses

Mientras la producción fabril nacional enfrenta retrocesos notables, un relevamiento sectorial alertó sobre una contracción histórica y un uso de las instalaciones fabriles de los más bajos de los que se tiene registro

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El uso de la capacidad
El uso de la capacidad instalada en el sector metalúrgico descendió a 44,4%, el nivel más bajo desde que se tiene registro

La industria metalúrgica argentina terminó noviembre con una de las caídas interanuales de actividad más pronunciadas del último tiempo, según el relevamiento mensual elaborado por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra).

El reporte, difundido por el Departamento de Estudios Económicos de la organización, confirmó que el sector registró una variación interanual de -4,2% y una contracción mensual respecto de octubre de 0,5%, mientras que la utilización de la capacidad instalada se retrajo a 44,4%, lo que marcó uno de los porcentajes más bajos de la serie histórica disponible.

Desde la perspectiva de la actividad acumulada, el año presenta una baja de 0,3% y sostiene niveles notoriamente inferiores respecto de los máximos recientes, que se ubicaban 18,3% por encima del actual. En el análisis de Adimra, este comportamiento ratifica un escenario industrial recesivo, donde el volumen de producción y el aprovechamiento de recursos productivos mantiene una tendencia descendente sin indicios de reversión a corto plazo.

Elio Del Re, presidente de la entidad, sintetizó la situación con una advertencia: “El balance de noviembre confirma la persistencia de un escenario recesivo y frágil, caracterizado por caídas interanuales generalizadas, bajos niveles de utilización de la capacidad instalada e importaciones en ascenso, sin indicios concretos de una mejora sostenida en el corto plazo”. Planteó además: “Hace un año que se viene deteriorando el tejido productivo metalúrgico, con un nivel de importaciones que supera el 70% a nivel interanual, por lo que es necesario una política industrial integral que permita salir de este escenario extremadamente preocupante para las pymes argentinas”.

Caídas generalizadas

La contracción no se limitó a un segmento puntual de la metalurgia, sino que se expresó en casi todas las ramas de producción y a lo largo de toda la gama de cadenas de valor. El informe sectorial indicó que maquinaria agrícola cerró el mes con una baja de 2,6%, mientras que carrocerías y remolques, uno de los pocos subsectores con incremento, alcanzó apenas un 3,1% y comenzó a estudiar señales de desaceleración.

Otros rubros, como autopartes (-4,8%), fundición (-18,2%), bienes de capital (-3,4%), equipos y aparatos eléctricos (-3,4%) y equipamiento médico (-2,8%), ratificaron una tendencia descendente persistente. En este desglose, fundición fue el sector más perjudicado.

El análisis de cadenas de valor expuso derrumbes en empresas asociadas a la cadena agropecuaria (-1,2%), energía eléctrica (-1,3%), minería (-6,4%), y petróleo y gas (-7,1%). Sectores vinculados al consumo final (-8,3%), automotriz (-5,8%) y construcción (-6,3%) también formaron parte de los que mostraron mayor retroceso, según recabó la organización industrial en el documento mensual.

La contracción se reflejó en todo el paisaje regional del país. El reporte detalló que Santa Fe cerró con una baja interanual de 1,5%, una caída menos pronunciada que en octubre, pero que mantuvo a la provincia en terreno negativo tras mejores resultados durante el primer semestre del año. Entre Ríos, después de un breve salto positivo el mes previo, descendió nuevamente un -1,5%. Córdoba acentuó el deterioro (-5,6%) y Buenos Aires también mostró un fuerte retroceso con otro -5,6%, consolidándose como el principal aporte negativo al resultado general. Mendoza arrojó una baja de -1,8%, más leve que la de meses anteriores, pero sin lograr recuperar los niveles de un año atrás.

Uso de capacidad instalada y mercado laboral

El uso de la capacidad instalada sufrió una merma de 6,1 puntos porcentuales respecto de igual período de 2024, cifra que reflejó no solo la restricción en la utilización de los recursos disponibles en el aparato productivo, sino también el impacto de un contexto recesivo extendido.

El nivel de empleo registrado en empresas metalúrgicas disminuyó un 3,3% interanual y un 0,4% mensual, marcando una tendencia negativa a lo largo de 2025. Entre las firmas consultadas por Adimra, un 77,5% anticipó que no prevé cambios o estima que su producción podría disminuir en los próximos meses. Apenas un 9,1% prevé incorporar personal o aumentar la dotación fabril, mientras que la amplia mayoría vislumbró estancamiento o contracción en plantillas.

Panorama del comercio exterior

El capítulo de comercio exterior presentó una doble dinámica: mientras importaciones de productos metalúrgicos crecieron de manera ininterrumpida, alcanzando en octubre (último dato disponible) los 2.656 millones de dólares, lo que representó un aumento interanual de 11,8% en dólares y de 33,4% en toneladas, las exportaciones del mismo rubro sumaron apenas 454 millones de dólares, con un descenso de 7,1% interanual.

Desde junio de 2024, las compras externas mantuvieron una tasa de incremento del 5% mensual promedio, según puntualizó el informe. Las cifras brindaron evidencia del avance de productos importados sobre el mercado doméstico, tanto en volumen como en valor, acentuando las dificultades para los puestos locales de la cadena de valor industrial.