Inflación “reprimida”: cuáles son los precios atrasados que pueden presionar al índice de noviembre

Hay 14 rubros de la economía que están desfasados y Economía ya autorizó aumentos en dos. La dinámica de noviembre y los pronósticos de las consultoras privadas

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Un estudio privado estimó que
Un estudio privado estimó que unos 14 productos y servicios se encuentran desfasados respecto de la evolución inflacionaria promedio. REUTERS/Irina Dambrauskas

Tras el triunfo del Gobierno en las elecciones de medio término, por una amplia diferencia sobre Fuerza Patria, el ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a poner el ojo sobre las tarifas y autorizó aumentos que había dejado en stand by por un tiempo para llegar con la inflación “controlada” a las urnas.

Primero, lo hizo con las tarifas de gas y electricidad, donde autorizó un incremento de 3,5%/3,6% y 3,8%, respectivamente. A comienzos de esta semana, habilitó un incremento de 9,7% en los colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el boleto mínimo (de 0 a 3 kilómetros) pasó a valer $495.

En tal sentido, un informe de la consultora Invecq alerta que hay 14 rubros de la economía cuyos precios relativos están atrasado si se lo compara con el primer trimestre de 2019, la que consideran la última etapa de orden macroeconómico.

“Pese a que haya habido avances significativos —especialmente en el 1° cuatrimestre de 2024, antes de que el Gobierno comenzara a priorizar la desinflación—, el proceso de realineamiento continúa incompleto. Comparando la estructura vigente con la del 1° semestre de 2019 —última etapa previa de orden macroeconómico—, la ‘inflación reprimida’ asciende a 4,2 puntos. Los mayores ajustes pendientes se concentran en servicios públicos“, destacaron en el informe.

Entre los cuales se destaca el rubro de “Energía eléctrica y gas” con un retraso en precios de entre el 30% y 40%; seguido por Transporte entre un 30% y 20%, al igual que Teléfono e internet y combustibles. Sobre esta última variable clave de la economía, un informe de Energía y Economía expuso que Caputo resignó ingresos por más de USD 2.100 millones al no aplicar las actualizaciones correspondientes del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono.

“Otros precios claves para la economía cuya posición relativa está por debajo de la de 2019 son los salarios y el TC. Los ingresos reales probablemente recuperen algo en 2026, aunque de forma acotada, mientras que la trayectoria del dólar dependerá de la dinámica macro de los próximos meses”, destacaron en el informe.

Luego de que la semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer que la inflación en octubre fue del 2,3%, se confirmó que la tendencia de aceleración que inició el mes previo continuó. Y ante los aumentos que autorizó el ministro Caputo en las tarifas, las consultoras privadas deberán revisar sus proyecciones.

En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la mediana de respuestas arrojó que la inflación en octubre sería del 2,2% (una diferencia de 0,1 puntos porcentuales (p.p) con el valor oficial) y que se mantendría en ese nivel con oscilaciones hasta enero de 2026. Lo que se aleja de la meta del presidente Javier Milei, que anticipó que a mediados del próximo año, la inflación sea un problema del pasado.

“La inflación tiene fecha de defunción a mitad del año que viene”, sostuvo Milei durante su participación en abril en la edición 2025 del Congreso Económico Argentino en el marco de la Expo Argentina de Economía, Finanzas e Inversiones (EFI).

En la segunda semana de noviembre, la consultora Analytica registró una variación semanal de 0,7% en los precios de alimentos y bebidas de Gran Buenos Aires. “De esta forma, el promedio de cuatro semanas es de 2,8%. Para el nivel general de precios proyectamos una suba mensual del 2,4% durante noviembre”, marcaron.

Otro ejemplo es el último trabajo publicado por la consultora LCG, donde se muestra el ritmo de avance del precio de los alimentos y bebidas. El informe señala que los productos de ese rubro tuvieron un incremento de 0,4% en la primera semana de noviembre y luego saltaron un 1,8% en la segunda. Este último es el valor más alto en 14 semanas e implica un salto significativo en relación con los siete días previos. No es un dato menor, teniendo en cuenta que el rubro de “alimentos y bebidas” es el de mayor incidencia en la medición del IPC.

El mismo estudio indica que dos categorías de productos tuvieron incrementos bastante por encima de la media en las primeras dos semanas de noviembre. La suba más pronunciada la tuvieron las carnes (3,7% de variación), pero también se destacó el ajuste de precios de las verduras (1,9%) y las frutas (1,7%).