
En un escenario de tasas de interés en niveles elevados, el crédito comenzó a mostrar señales de freno. Las empresas y las familias se enfrentaron a costos financieros que condicionaron sus decisiones de inversión y consumo. Este contexto no solo limitó el acceso a nuevas líneas de financiamiento, sino que también impulsó la cancelación de deudas preexistentes, en especial entre las compañías.
La dinámica del mercado reflejó la dificultad de compatibilizar la demanda de recursos con las condiciones que ofreció el sistema financiero. Mientras las entidades ajustaron plazos y montos ante la incertidumbre sobre la evolución de las tasas, los tomadores de crédito evaluaron con más cautela la conveniencia de endeudarse. En este marco, los préstamos comerciales retrocedieron y los personales se expandieron con menor fuerza que en meses anteriores.
En agosto, el saldo total de préstamos en pesos al sector privado subió en términos nominales un 2,0% mensual y llegó a $80,5 billones, con un crecimiento interanual del 114,1% frente a los $37,6 billones del mismo mes del año anterior, según un informe de la consultora First Capital Group. Al descontar la inflación estimada, la variación mensual fue neutra y en el balance interanual se registró un aumento del 59,7 por ciento.
Para evaluar las cifras en términos reales se tomó como referencia la inflación de julio, aún no publicada oficialmente por el INDEC. Los cálculos privados difundidos en medios de comunicación la ubicaron en torno al 2% para ese mes y en 34% en el acumulado de los últimos doce meses. Con esos parámetros, el informe de destacó que el volumen global de la cartera de préstamos mostró un freno vinculado al incremento de las tasas activas. Guillermo Barbero, socio de la consultora, explicó que los desempeños fueron diferenciados según el tipo de financiamiento.
Préstamos personales: menor impulso
La línea de préstamos personales avanzó en términos nominales un 4,2% mensual, con un saldo de $17,7 billones. En un año, esa cifra implicó un incremento del 195% frente a los $6,0 billones de agosto del año anterior. Al analizar la variación real, el aumento fue de 2,2% en el mes y de 120,1% en los últimos doce meses.
Barbero indicó que este segmento mantuvo un crecimiento estable durante el último trimestre, aunque en niveles inferiores a los observados en la primera mitad del año. Según señaló, la demanda de este tipo de operaciones no se vio tan influenciada por las variaciones en las tasas activas. El especialista subrayó que el freno en la expansión se explicó más por la oferta, ya que la inestabilidad de las tasas generó incertidumbre sobre los próximos meses. Como consecuencia, las entidades financieras acortaron los plazos de otorgamiento y redujeron los montos disponibles.
Préstamos comerciales: retroceso nominal
Los préstamos comerciales mostraron la señal más negativa del informe. En agosto se redujeron un 1,3% nominal y se ubicaron en $26,4 billones. En la comparación interanual, subieron un 69,9% desde los $15,6 billones del mismo mes del año anterior. En términos reales, la caída fue de 3,2% mensual, mientras que en un año el aumento fue de 26,8%.
Barbero destacó que hacía más de un año que no se registraba una caída nominal en ninguna línea de préstamos. Señaló que la baja de la inflación y la estabilización de la cartera podían explicar que se alternaran variaciones positivas y negativas, aunque remarcó que el principal factor fue el elevado costo del financiamiento. Según advirtió, muchas empresas optaron por cancelar deudas en lugar de mantenerlas activas, ante el encarecimiento de las tasas. Agregó que esta dinámica podía sostenerse algunos meses, aunque el crecimiento en producción o ventas requiere contar con fondos del sistema financiero en condiciones compatibles con los precios de mercado. En términos reales, fue el financiamiento que menos se expandió en los últimos doce meses.
Tarjetas de crédito: comportamiento errático
La operatoria con tarjetas de crédito registró en agosto un incremento nominal del 1,8% mensual y el saldo alcanzó los $20,9 billones. En un año, el crecimiento fue del 93,7% frente a los $10,8 billones del período anterior. Ajustado por inflación, la variación mensual fue negativa en 0,2% y el aumento interanual llegó al 44,6%.
Barbero puntualizó que esta línea mostró un desempeño errático, con alzas y bajas de distinta magnitud. Explicó que las entidades financieras realizaron un ajuste fino en la operatoria, buscando un equilibrio entre el incremento del costo del financiamiento y la suba de la mora, por un lado, y la necesidad de no perder dinamismo en el negocio, por otro.
Créditos prendarios: impulso automotor
La línea de créditos prendarios avanzó en agosto un 5,1% nominal y el saldo totalizó $5,3 billones. En la comparación interanual, la suba fue del 150,1% frente a los $2,1 billones de un año atrás. En términos reales, el crecimiento llegó al 3% mensual y al 86,6% en doce meses.

A pesar de los aumentos de tasas y la reducción de plazos, esta actividad mantuvo un avance significativo. Barbero explicó que las compañías financieras de las terminales automotrices jugaron un rol fundamental al sostener las ventas y garantizar el financiamiento necesario para el sector.
Hipotecarios: fuerte aumento interanual
Los créditos hipotecarios, incluidos los ajustables por inflación/UVA, subieron en agosto un 10,7% nominal mensual y alcanzaron un saldo de $4,8 billones. En comparación con los $787,9 millones del mismo mes del año anterior, la expansión fue del 503%. En términos reales, el incremento fue del 8,6% mensual y del 350% anual.
El informe de First Capital Group indicó que, aunque se registraron aumentos en las tasas de interés sobre saldos ajustados, el impacto fue menor que en las operaciones no ajustables. La estabilidad de los índices de precios sostuvo el interés en este segmento. El desafío señalado por Barbero fue que la oferta logre financiamiento para sostener el ritmo de crecimiento.
Crédito en dólares: alternativa frente al peso
Los préstamos en dólares mostraron un incremento del 6,2% mensual y alcanzaron los USD 18.166 millones. En un año, el saldo subió 154,5% desde los USD 7.138 millones. El 75,7% de la deuda en moneda extranjera correspondió a créditos comerciales, que aumentaron 7% en el mes y 169,3% en la comparación interanual.
Según el informe, el encarecimiento del financiamiento en pesos volvió más atractivas las operaciones en dólares para quienes tuvieron acceso a divisas.
En paralelo, el saldo financiado en dólares a través de tarjetas de crédito cayó un 16,9% mensual y se ubicó en USD 660 millones. Pese a ese retroceso, en la comparación interanual el monto avanzó un 42,9% frente a los USD 462 millones de un año antes. El reporte señaló que los importes vinculados a compras y viajes en el exterior parecieron alcanzar un nuevo piso en torno a los valores de agosto.
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