Cuándo se cobra el aguinaldo de junio 2025 y cómo calcular el monto

El Sueldo Anual Complementario (SAC), comúnmente conocido como aguinaldo, representa un ingreso adicional que reciben los trabajadores registrados y los jubilados del sistema previsional argentino. Este pago se realiza en dos instancias durante el año calendario: una en junio y otra en diciembre, siguiendo los lineamientos de la legislación vigente.

Durante junio de 2025, la normativa estableció que el aguinaldo puede abonarse hasta el último día hábil del sexto mes del año, que corresponde al lunes 30. Sin embargo, existe una tolerancia legal que extiende el plazo en que los empleadores pueden efectuar el pago.

Las empresas y empleadores cuentan con un período de gracia de cuatro días hábiles posteriores al 30 de junio. Por esta razón, algunos trabajadores en relación de dependencia percibirán el medio aguinaldo el viernes 4 de julio. Esta flexibilidad legal contempla posibles demoras administrativas o logísticas sin vulnerar los derechos del empleado.

En el caso de los jubilados, el mecanismo de pago difiere. La Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) deposita el aguinaldo en conjunto con los haberes previsionales mensuales. El cronograma de cobro se distribuye a lo largo de la segunda, tercera y cuarta semana del mes, de acuerdo a la terminación del DNI y al monto del haber jubilatorio.

Para los beneficiarios del sistema previsional, no existe una fecha única de cobro del aguinaldo. Por este motivo, resulta indispensable consultar el calendario de pagos publicado por la Anses al inicio de cada mes. Este calendario especifica las fechas según el tipo de prestación, el monto a percibir y la terminación del documento de identidad.

El cálculo del aguinaldo responde a una fórmula determinada por ley. Cada cuota del SAC equivale al 50% del salario mensual más alto que el trabajador haya recibido durante el semestre correspondiente. En el caso del pago de junio, se toma como referencia el sueldo más alto del período comprendido entre enero y junio del mismo año.

Este criterio implica que si un trabajador obtuvo diferentes niveles salariales en los seis meses iniciales del año, la empresa debe identificar cuál fue la mayor remuneración mensual bruta, sin contar horas extras, viáticos u otros pagos no remunerativos, y calcular la mitad de ese monto.

Cuando una persona no trabajó durante todo el semestre, el aguinaldo se calcula de manera proporcional. La fórmula establece que se debe dividir el sueldo por doce meses y luego multiplicar por la cantidad de meses efectivamente trabajados dentro del semestre. Por ejemplo, si una persona ingresó en marzo con un salario de $100.000, se calculará: (100.000 ÷ 12) × 4 = $33.333,33.

Este esquema proporcional también se aplica cuando se produjeron licencias sin goce de sueldo, interrupciones contractuales u otras situaciones en las que no existió continuidad en la relación laboral durante todo el semestre.

El aguinaldo representa un componente importante del ingreso anual para los trabajadores en blanco y para quienes reciben prestaciones previsionales oficiales. Sin embargo, no todos los trabajadores acceden al SAC. La legislación contempla únicamente a quienes se desempeñan en relación de dependencia formal y a los beneficiarios jubilatorios o pensionados.

Por lo tanto, los monotributistas, autónomos y trabajadores informales quedan excluidos de este beneficio. Aunque puedan tener ingresos periódicos, la naturaleza independiente de su vínculo laboral no incluye el pago del aguinaldo. Esta exclusión constituye una de las diferencias más notables entre el trabajo registrado y otras formas de empleo en Argentina.

Los trabajadores del sector público también acceden al aguinaldo bajo las mismas condiciones. Sin embargo, los calendarios de pago pueden variar según la jurisdicción (nacional, provincial o municipal) y la disponibilidad presupuestaria de cada administración. Por ejemplo, algunos gobiernos provinciales suelen anticipar el pago a mediados de junio como parte de políticas salariales propias.

El aguinaldo tiene un impacto significativo en la economía del país durante los meses en que se paga. Genera un aumento del consumo, especialmente en sectores como el comercio minorista, el turismo y los servicios, al incrementar la liquidez de las familias. También suele coincidir con fechas clave para los balances fiscales y operativos de las empresas.

En el caso de los jubilados, el pago del aguinaldo puede representar un alivio financiero, sobre todo frente a la pérdida de poder adquisitivo que provoca la inflación. Al sumarse a los haberes del mes, la percepción de este monto adicional permite afrontar pagos extraordinarios, gastos médicos o consumos postergados.

Desde una perspectiva administrativa, el aguinaldo exige una correcta liquidación por parte de los empleadores. Las empresas deben incluirlo en los recibos de sueldo correspondientes, identificando claramente el concepto como “SAC primer semestre” o denominaciones similares. Además, deben contemplar los aportes y contribuciones sobre este ingreso, ya que forma parte de la base imponible para cargas sociales.

En el ámbito previsional, la Anses incorpora el aguinaldo como un ítem más en los comprobantes de pago que reciben los jubilados y pensionados. Esta información está disponible en la web del organismo o en la aplicación oficial para dispositivos móviles, donde los beneficiarios pueden consultar los detalles de sus pagos mensuales.