
En un contexto de rápida adopción tecnológica, el 88% de los profesionales que se desempeñan en empresas en Argentina utiliza herramientas de inteligencia artificial (IA) en sus tareas cotidianas. Así lo indicó el relevamiento “Decime que usás IA sin decirme que usás IA”, elaborado por IDEA a partir de una encuesta online semi-estructurada entre 392 trabajadores de organizaciones grandes, medianas y multinacionales.
“Los datos del relevamiento nos muestran que la IA ya es parte del día a día laboral de los profesionales, con o sin estrategia corporativa. El desafío de las organizaciones es no sólo acompañar, sino impulsar ese cambio con capacitación y entornos que lo habiliten”, señaló Luciana Paoletti, directora ejecutiva de IDEA.
La consulta se realizó entre el 10 de abril y el 12 de mayo de 2025 y recogió respuestas de profesionales pertenecientes a sectores como servicios (36%), tecnología (15%), industria (9%), comercio (7%), energía y minería (6%) y agro (5%). En cuanto al tipo de organización, el 27% trabajó en empresas grandes multinacionales, el 25% en grandes nacionales, el 32% en pymes y el 16% en otras estructuras organizacionales.

Del total de encuestados, el 42% afirmó que usó IA todos los días en su entorno laboral, mientras que un 34% la empleó varias veces por semana y un 23% lo hizo ocasionalmente. Solo el 1% manifestó usarla casi nunca. Las herramientas se aplicaron en actividades como redacción (80%), investigación (52%), generación de contenidos y diseños para redes sociales (41%), análisis de datos (39%), automatización de tareas (36%) y tareas administrativas (33%). En menor medida, se utilizó IA para inteligencia comercial (15%), programación (11%), soporte al cliente (6%), traducciones (2%) y resumen de textos o documentos (1%).
El 92% de los profesionales señaló que estas herramientas mejoraron su productividad, de los cuales el 38% percibió una mejora considerable. Sin embargo, no todos contaron con respaldo institucional. Sólo el 67% manifestó que su empresa promovió formalmente el uso de IA, lo que reveló una brecha entre la implementación personal y la estrategia corporativa.
Entre quienes trabajaron en empresas que no impulsaron el uso de IA, el 49% atribuyó esta omisión al desconocimiento del potencial de la tecnología, mientras que el 36% lo vinculó a la falta de infraestructura tecnológica. Otros factores mencionados incluyeron indiferencia o desinterés (20%), cuestiones de ética y compliance (17%), limitaciones para brindar formación (15%) y resistencia al cambio (8%).

El relevamiento también expuso una deuda en términos de capacitación. Sólo el 35% de los encuestados afirmó que su empresa ofreció instancias de formación en IA, mientras que el 42% aseguró que no existía ninguna capacitación institucional. Otro 18% indicó que se habían anunciado programas, aunque aún no se implementaron, y el 5% respondió no saber o no contestó.
Frente a esta situación, seis de cada diez profesionales se formaron por su cuenta: el 46% lo hizo de forma autodidacta y el 13% a través de instituciones educativas. En términos de género, el 52% de los varones se capacitó de forma autónoma, mientras que el 40% de las mujeres hizo lo mismo. La diferencia también se observó en las capacitaciones formales: el 16% de los hombres asistió a cursos en instituciones, contra un 10% de mujeres.
Respecto a los contenidos ofrecidos por las empresas que sí brindaron formación, el 89% incluyó capacitaciones conceptuales, el 49% ofreció un paneo de herramientas, y un 48% abordó la aplicación de IA para procesos como diseño, generación de informes o mailing. Además, el 46% enseñó a utilizar prompts, el 39% abordó temas de ética y seguridad de datos, y el 34% se centró en habilidades técnicas específicas. Un 26% brindó formación en análisis de datos o machine learning.

Por otra parte, la encuesta indagó en el impacto de la IA sobre el futuro del trabajo. La totalidad de los encuestados consideró que su rol cambiará en los próximos tres años. Dentro de ese grupo, el 50% opinó que el cambio será “mucho”, mientras que el 42% lo evaluó como “moderado” y el 8% indicó que será poco. Ningún participante creyó que su trabajo se mantendrá sin modificaciones.
En relación con el uso fuera del trabajo, el 83% de los encuestados señaló que también utilizó IA en su vida cotidiana. Los principales fines fueron estudio y aprendizaje (70%), creatividad (57%), ocio (36%), tareas domésticas (36%), toma de decisiones (23%) y finanzas personales (17%). Solo el 38% manifestó usarla a diario, lo cual representó una frecuencia menor en comparación con el ámbito laboral.
Finalmente, el 55% expresó que utilizó la IA tanto en su vida personal como profesional en igual medida, mientras que el 26% lo hizo principalmente en el trabajo y el 19% más en la vida cotidiana.
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