Bono por USD 1.000 millones: el Gobierno priorizó fortalecer las reservas y recuperar acceso a los mercados internacionales

Detrás de la decisión de avalar una tasa cercana al 30% en pesos estaría el objetivo de darle al bono margen de apreciación de capital. En otras palabras, esperar que suba la cotización y baje el rendimiento rápido, algo que habilitaría a una nueva colocación

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El presidente Javier Milei (REUTERS/Cristina
El presidente Javier Milei (REUTERS/Cristina Sille)

El Tesoro cerró exitosamente la primera colocación de bonos en el mercado internacional después de casi 7 años. No solo consiguió los USD 1.000 millones que buscaba por el Bonte 2030, sino que además tuvo ofertas que prácticamente duplicaron ese monto, con lo cual queda el terreno preparado para futuras emisiones de estas características.

El rendimiento estipulado fue de 29,5% anual en pesos, que está algo por encima de lo esperado por los analistas de mercado. El rango de precios de distintas encuestas que habían circulado por distintos chats de inversores mencionaba un techo cercano al 26%, pero finalmente estuvo por encima de ese nivel.

“No fue claramente la tasa que se esperaba. Es posible que aún el mercado no estaba tan preparado para una colocación en pesos de Argentina. Como primer paso vale, pero seguramente para una próxima emisión las condiciones tienen que ser más favorables, sobre todo si se da el escenario de desinflación que descuenta el mercado”, aseguró uno de los operadores de bonos locales más importantes.

Por supuesto, quienes compraron este título confían en que la tasa en pesos superará a la cotización del dólar oficial. Es menos relevante para inversores extranjeros si se trata de un rendimiento positivo en términos reales; es decir, si le gana o no a la inflación anual.

Detrás de la decisión de avalar esta tasa estaría el objetivo de darle al bono cierto margen de apreciación de capital. En otras palabras, esperar que suba la cotización y baje el rendimiento rápidamente. Y ya eso habilitaría a una nueva colocación, posiblemente a tasas menores al 25 por ciento.

El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, brindó algunos detalles de la colocación del Bonte 2030. Se recibieron 146 ofertas de inversores extranjeros, lo cual demuestra que el interés estuvo diversificado, completando un total de USD 1.694 millones. Además, “habrá aumento de reservas sin incremento de la deuda y hay una extensión del plazo promedio de la deuda en pesos”, agregó el funcionario.

Federico Furiase, director del Banco Central, resaltó que la emisión no solo extiende los plazos de financiamiento en pesos. Además, se logró que se invierta la curva de rendimiento en moneda local. Como las tasas a más largo plazo son inferiores a las de corto, significa que la expectativa del mercado es que la inflación vaya a la baja.

Si bien el nuevo bono tiene un plazo total de cinco años, incluye un “put” a favor de los inversores. Esto significa que los tenedores podrían solicitar el repago del capital al Gobierno a los dos años, a fines de mayo de 2027.

El ministro Luis Caputo y
El ministro Luis Caputo y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno

Esto significa que se trata de un título en realidad a dos años, que es posible extender hasta cinco. De esta forma, se les brinda a los inversores la posibilidad de evaluar si quedarse o no con el bono antes de las elecciones presidenciales.

El resultado de esta colocación indicaría que en los próximos meses es probable que el Tesoro realice una emisión parecida, buscando un menor nivel de tasa en pesos. Por ahora es difícil que pueda salir una emisión en dólares, al menos hasta que el riesgo país no descienda como mínimo desde los 650 hasta los 400 puntos básicos.

Esto permitiría endeudarse a una tasa en dólares de un dígito. Sin embargo, los inversores están esperando el resultado de las elecciones de octubre. Un buen resultado para el oficialismo podría dar un nuevo impulso a los bonos.

Además, como las reservas aumentarán USD 1.000 millones la semana que viene, esto también significa una buena noticia para los bonistas porque habrá un aumento en la cantidad de dólares disponibles para repagar los vencimientos de deuda.

Es posible que el Gobierno busque otras fuentes de financiamiento para que las reservas netas se sigan fortaleciendo. Entre esas posibilidades está un repo (préstamo con garantía de bonos) con bancos internacionales, nuevo financiamiento de organismos multilaterales, ya hay USD 2.000 millones que ya se comprometió a desembolsar el FMI. Además, puede haber ingreso de dólares para inversiones reales o por colocaciones de deuda tanto de empresas como de provincias.