La deflación de precios se empieza a imponer en más sectores para aumentar ventas y no perder mercado

La mayor competencia de productos importados, algunas rebajas de impuestos y aranceles junto a la dificultad que muestra el consumo para repuntar generan cambios de estrategias en las empresas

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Una persona observa productos en
Una persona observa productos en un supermercado, en Caracas (Venezuela). EFE/Miguel Gutiérrez/Archivo

Los anuncios de baja de precios se multiplicaron en los últimos días. El más impactante fue el realizado por Aluar, que anunció una reducción de los valores de venta del aluminio para el mercado interno. Se trata de una medida que derrama su efecto, por ejemplo, en la construcción, un sector que precisa una reducción de costos en dólares para recuperar terreno perdido.

En el caso de Aluar, es probable que el aumento del stock para vender en el mercado interno ante el aumento de aranceles al 10% dispuesto por Estados Unidos haya tenido incidencia. Con mayor oferta de producto disponible en el mercado local y en el medio de una fuerte caída de ventas, la empresa tomó una decisión agresiva para aumentar sus despachos.

Es solo una muestra de lo que ya está sucediendo en algunos casos y lo que se espera que suceda en otras. El sector de indumentaria y calzado también empieza a apelar a las rebajas en vidrieras por razones varias: en algunos casos competir con productos importados de igual calidad y mucho más baratos. En otros casos comienzan a reflejar los menores precios de productos provenientes del exterior que ya se pueden traer sin complicaciones.

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En el caso de calzado, indumentaria y otros segmentos como juguetes, bazar o decoración, se espera que ya en el segundo semestre se note de manera muy palpable la mayor oferta de productos importados.

La feria de Guanghzou en China que acaba de realizarse tuvo un récord absoluto de participantes argentinos. Muchos de ellos debutaron en este destino y otros volvieron después de varios años. El ingreso de la mercadería adquirida no se produce de manera inmediata, pero sí se hará notar a partir de julio.

La eliminación del impuesto PAIS a fin de año, por ejemplo, impactó inmediatamente en los precios de los autos importados. Las rebajas gatillaron automáticamente más ventas y ya el mes pasado se vendieron 54.000 unidades, el mejor mes de abril en siete años.

Lo mismo ocurrirá desde la semana próxima con los celulares a partir de la rebaja gradual de aranceles a la importación. Pero aún luego de esta medida seguirán más caros que en casi todo el mundo.

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El Hot Sale de esta semana también reflejó un incremento significativo de ventas, pero en base a agresivas ofertas. Casi el 90% de los productos se vendió con descuentos, mientras que la mitad de las ventas fueron financiadas.

En este sentido, la baja de la inflación está generando un cambio de estrategia en los sectores que hasta ahora eran muy cuota dependientes. “Las cuotas ya no tienen el mismo impacto que antes, porque al haber disminuido la inflación ya no sirve tanto apostar a que los últimos pagos casi ni se sientan como sucedía antes. Ahora el incentivo tiene que venir directamente con rebaja en los precios”, señaló un importante empresarios de la indumentaria.

A medida que avanza la desinflación, por otra parte, las diferencias de precios para productos similares resulta mucho más clara para los consumidores. Por lo tanto, ya no es posible definir precios que no estén como mínimo alineados con los competidores.

En un contexto de menor inflación ya no sirve acumular stocks como estrategia principal de rentabilidad. Todo lo contrario, ahora tiene lógico vender y rotar rápido la mercadería, aún a costa de menores precios y de una reducción de la rentabilidad por unidad.

Todo indica que el proceso de baja de la inflación se mantendrá en los próximos meses. Para mayo se espera un nivel mucho más cercano al 2% luego del 2,8% de abril. Y el principal interrogante es a partir de cuándo el índice mostrará un 1 adelante, algo que Javier Milei había asegurado que ocurriría ahora, pero quizás haya finalmente que esperar un poco más.