La economía que viene: dólar planchado, ola importadora y consumo a dos velocidades

Las empresas enfrentan un doble desafío: aumento de la competencia de bienes importados y un mercado interno que no termina de levantar. Expectativa por una fuerte reducción de la inflación en mayo: podría acercarse al 2% a partir de la caída del tipo de cambio oficial

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Los consumidores sopesan cada compra
Los consumidores sopesan cada compra y el consumo no termina de despegar

La caída del dólar es un gran riesgo para algunas empresas, en especial las que ahora tienen que competir con la importación, pero una oportunidad para otras. Mercado Libre, por ejemplo, tocó un nuevo récord en Wall Street luego de divulgar su balance del primer trimestre. Uno de los motivos a su favor fue la apreciación cambiaria: ahora la ganancia en pesos por sus operaciones en Argentina significan mucho más dólares que antes.

Un tipo de cambio apreciado es en realidad un gran imán para atraer inversiones, en la medida que se pueda sostener en el tiempo. Una empresa que quiere hacer negocios en Argentina posiblemente podrá ganar muchos más dólares que antes. En cambio, un tipo de cambio alto vuelve mucho menos atractiva la ecuación en caso de obtener rentabilidad.

Luis “Toto” Caputo reiteró esta semana ante empresarios que se acostumbren a un dólar más bajo que en el pasado. La tesis del equipo económico es que el superávit fiscal y la mayor confianza que tienen hoy los inversores en el país justifican un tipo de cambio más apreciado que en el pasado.

La dinámica cambiaria de mayo está dentro de lo esperado, con excedente de divisas por la liquidación del agro y presión a la baja para el precio del dólar. Sin la intervención del Central, lo más probable es que esta tendencia bajista del dólar se mantenga a lo largo del mes. Si se mantiene la mejora del clima financiero el tipo de cambio, el dólar oficial podría perforar sin grandes esfuerzos los $ 1.100 esta semana.

Sin la intervención del Central, lo más probable es que la tendencia bajista del dólar se mantenga a lo largo del mes

Los datos de inflación de arranque de mayo ya reflejan esta tranquilidad cambiaria. Además, las sugerencias del Gobierno a supermercadistas para que no acepten ajustes exagerados de precios por parte de las alimenticias están dando resultado. Los productos más sensibles a la suba del dólar son aquellos que tienen un alto nivel de exportación (como aceites o harinas y sus derivados) o que directamente se importan, como café, atún o bananas. La caída de la cotización de la última semana claramente ayuda para contener esas subas que apuntaban al 10%.

Caputo les dice a las
Caputo les dice a las empresas que deben acostumbrarse a un dólar bajo REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración/Archivo

La consultora Econviews estimó que la inflación de la primera semana del mes fue de 0% para la canasta de alimentos y bebidas. Esto permite ser bastante optimista respecto a la evolución de la inflación este mes, que podría ubicarse en niveles más cercanos al 2%.

La baja de la inflación no solo es fundamental para que el Gobierno aspire a un buen resultado en las elecciones legislativas de octubre. Es además lo que permitiría motorizar la recuperación del consumo, que no termina de arrancar.

Dos velocidades

La actividad económica se está expandiendo a un ritmo superior al 5% interanual. Pero la recuperación sigue siendo muy dispar. Algunos sectores “vuelan”, especialmente minería y energía, mientras que el agro se ubica en un segundo escalón. También se mantiene muy bien el sector financiero y el mercado inmobiliario. En cambio, la industria, la construcción y los supermercados presentan un importante rezago.

Sin embargo, el consumo masivo sigue rezagado y a los salarios les cuesta recuperar terreno. Por eso, la baja de la inflación es fundamental para la recuperación de los ingresos reales. Además, permite una reaparición con más fuerza del crédito: los préstamos personales y sobre todo la compra en cuotas con tarjeta sigue siendo claves para sostener cierto nivel de ventas.

El Estimador Mensual de Actividad Económica ya está en niveles máximos desde noviembre de 2017. Y a su vez se trata de un valor muy parecido a los de fines de 2011, cuando Cristina Kirchner consiguió su reelección. Claro que ni bien ganó las presidenciales tuvo que imponer el cepo cambiario ante la fuerte demanda de divisas del mercado.

Milei dice que la economía
Milei dice que la economía "se va para arriba", pero el consumo no termina de despegar (AP Foto/Rodrigo Abd)

Ahora la gran prueba para Javier Milei será superar estos niveles y conseguir que después de casi una década la economía argentina vuelva a la senda de crecimiento sostenido y no simples rebotes que se apagan rápido. El Gobierno insiste en que la economía ya está muy cerca de alcanzarlo y el Presidente insiste en que Argentina irá para arriba “como pedo de buzo”. Pero por ahora el panorama no luce tan despejado.

No solo la situación internacional es incierta, con mucha volatilidad en los mercados y baja en los principales precios de las materias primas, entre ellas la soja. Además, después del acuerdo del FMI que permitió fortalecer las reservas queda mucho por hacer. El primer objetivo es acelerar la baja del riesgo país y recuperar acceso a los mercados financieros. Sin embargo, el propio Caputo consideró que difícilmente Argentina pueda lograrlo este año, sugiriendo que primero hay que esperar el resultado de las elecciones.

Las empresas se ven sometidas a un doble desafío. Enfrentan una fuerte competencia a raíz del dólar bajo y el acceso mucho más fluido al mercado cambiario para compras del exterior.

Ola importadora

La "ola importadora" es una
La "ola importadora" es una presión para lograr que bajen los precios internos (AP Foto/Natacha Pisarenko)

La ola importadora se sentirá con muchísima fuerza en el segundo semestre de este año. Contingentes de empresarios viajaron a China para participar de la mega exposición anual de Cantón. Las compras realizadas allí llegarán en julio, inundando de productos importados los locales de indumentaria, pero también otros segmentos, como juguetes o bazar. Además, también habrá una oferta mayor de insumos para la producción, por ejemplo para el rubro de la construcción.

La expectativa es que esta mayor oferta de productos importadores impulso para abajo muchos precios. El consumo que se mantiene aletargado y la posibilidad de acceder a bienes mucho más barato obligará a las empresas a ser mucho más agresivas para no perder mercado.

Mientras tanto, se mantiene la expectativa por las medidas que podría tomar el Gobierno para favorecer el uso de dólares. Puede tratarse de un arma de doble filo. Por un lado, el objetivo es captar los ahorros del colchón para incentivar las inversiones. El peligro es que los mercados no entiendan del todo la movida y perciban cierta desesperación del Gobierno por fortalecer las reservas del Central a cualquier costo.