
Los autos son caros en casi todo el mundo pero en la Argentina, un poco más. Los usuarios saben que es muy difícil llegar a un 0 km por la alta carga de impuestos que se aplican sobre el costo real, tanto sea de fabricarlos como de importarlos.
Entre todos los impuestos que se pagan en la cadena de comercialización, un auto 0 kilómetro fabricado en Argentina tiene una carga fiscal de un 54% sobre su precio original en la punta de línea. Contra eso no se puede hacer mucho, salvo esperar que la macroeconomía siga mejorando sus indicadores y permitiendo al gobierno eliminar impuestos distorsivos.
El levantamiento del cepo y la reducción de la brecha cambiaria permite tomar el precio del dólar oficial para comparar cuánto cuesta un auto argentino en relación con el resto del mundo.
El mayor acceso al crédito con planes de financiación que permiten comprar un auto nuevo con un desembolso cercano al 50% y con cuotas fijas sin interés por dos años, abrió también la opción para muchos usuarios que no lo veían posible apenas un año atrás.
Sin embargo, hay que hacer un pago inicial de unos 8.000 a 9.000 dólares para comprar un auto a crédito tasa 0%, y después pagar 24 cuotas de unos UDS 500 por mes para completar la operación.

Los 5 autos más baratos en dólares
El auto más barato del mercado actualmente es el Renault Kwid, un modelo con un motor de 1.0 litros de cilindrada y 66 CV de potencia, con caja manual de 5 velocidades. Ese auto tiene un precio de lista de $19.120.000, que traducido a dólares equivale a unos USD 15.700.
El otro auto que tiene un precio por debajo de los 20 millones de pesos es el Fiat Mobi, también un vehículo del segmento A con un motor de 1.0 litros, 70 CV de potencia y caja de cambios manual de 5 velocidades. Este auto, antes del eventual aumento que aplique Stellantis Argentina en las próximas horas, tiene un precio de $19.722.000, que ahora representan cerca de USD 16.230.

Hasta hace una semana, el tercer auto más accesible del mercado era el Fiat Cronos en su versión Like GSE 1.3 tenía un precio de lista de $23.055.000, es decir casi USD 19.000. Si Stellantis aplica un aumento similar al de las otras terminales, entre el 1,3 y el 1,5%, el precio subiría a unos $23.300.000 o unos 19.100 dólares.
El cuarto auto más barato es el Citroën C3, también importado de Brasil, con su motor 1.5 de 115 CV de potencia y caja manual de 5 marchas, tiene un precio, antes de eventual incremento de Stellantis de mayo, de $23.370.000, que equivale a unos UDS 19.200.
Por último, el quinto modelo de menor precio del mercado es el primero que no comercializa una terminal automotriz sino un importador. Se trata del Hyundai HB20, en su versión B-Hatch con motor 1.6 litros de 123 CV y caja manual de 6 velocidades. Este producto llegó al mercado argentino a fin de año pasado por Hyundai Argentina y tiene un precio de $23.524.800, que equivalen a unos USD 19.360.

Los autos también son caros en Europa
Sin embargo, no es Argentina un caso único o aislado. Esta semana, durante su participación en la 40ma edición de la Reunión del Cercle d’Economia, en Cataluña, España, el CEO global del Renault Group, Luca de Meo, ha confesado que “hoy, uno de mis obreros no se puede comprar un coche nuevo, ni siquiera un Dacia”.
Lo hizo en el marco de un foro dedicado a analizar el equilibrio que se debe encontrar entre los objetivos medioambientales de la Unión Europea y el fortalecimiento industrial de las empresas que dan trabajo a los ciudadanos.
De Meo hizo especial hincapié en la inevitable dependencia que tiene la industria automotriz europea del poder adquisitivo de la clase media. En ese contexto, decir que los propios operarios de Renault no tienen poder adquisitivo para comprar un auto como los que producen, ni siquiera los de la marca más accesible del grupo como es Dacia, lanza una advertencia que no se debe dejar a un lado.

La diferencia entre Europa y Argentina está en el escenario y sus variables. Las similitudes están en las regulaciones y los problemas que plantean. Mientras en el Viejo Continente hay más de 100 regulaciones, la mayoría de ellas relacionadas con las emisiones contaminantes, en Argentina hay una maraña de impuestos, muchos de ellos superpuestos. En ambos casos, el efecto es el mismo. Los autos son cada vez más caros y como consecuencia, menos población trabajadora puede acceder a ellos.
De Meo dice que los autos más accesibles tienen una hoja de ruta tan exigente para los próximos años, que será imposible sostenerlos en los actuales precios, y que los autos eléctricos no bajarán tanto como esperaban 5 años atrás.
El reflejo de esta situación es que el auto más vendido en Europa en 2024 fue el Dacia Sandero, similar al Renault Sandero argentino aunque con mejor equipamiento. Ese modelo tiene un precio en Europa de 13.000 euros para la versión más accesible y no llega a 17.000 euros para la más equipada.
“Si la gente no puede, no consigue, no quiere comprar coches eléctricos o de hidrógeno, al final el mercado va a ser muy pequeño”, dijo el italiano que lidera el Renault Group desde 2021.
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