
El ministro de Economía, Luis Caputo, lanzó una advertencia pública hacia las automotrices tras conocerse que una de las principales compañías del sector comunicó un aumento de precios del 3,5% para mayo. La reacción del funcionario surgió como respuesta directa a un posteo del periodista especializado Horacio Alonso, quien en la red social X informó que Grupo Stellantis notificó a su red de concesionarios una suba de ese porcentaje desde el primer día del mes.
Caputo citó el mensaje original y contestó: “No creo que sea así, Horacio. Si fuera cierto, sería un cambio en la relación de confianza construida con esta industria. Y si se rompe esa confianza, que tanto costó construir, nosotros usaremos nuestras herramientas para defender a los consumidores”.
El posteo tuvo una amplia repercusión en el sector automotor. Oficialmente, Stellantis dijo a Infobae que todavía no hizo evaluación de precios, ya que suelen ser los últimos en publicar las listas todos los meses y que no hicieron ningún tipo de comunicación a la red de concesionarios por esa misma razón. Se mostraron, además, sorprendidos por la reacción del Ministro.
Mayo comenzó con presiones cruzadas
El nuevo mes abrió en un contexto de alta tensión entre las terminales y el Gobierno. Por un lado, las automotrices analizan los costos internos tras la salida del cepo cambiario y el inicio de la flotación del dólar, que permite una cotización libre dentro de un rango amplio. Por otro, el Ejecutivo intenta contener los precios para reactivar el consumo en un mercado que mostró una fuerte caída en las ventas durante el primer trimestre del año.

En los días previos al inicio de mayo, las terminales discutieron internamente las nuevas estrategias de precios. A diferencia de meses anteriores, cuando los ajustes acompañaban la microdevaluación del 2% mensual del crawling peg, ahora el contexto macroeconómico cambió. La política de flotación entre bandas —entre $1.000 y $1.400 por dólar oficial— introdujo un elemento de incertidumbre adicional en la formación de precios.
“Si se siguiera la lógica de los últimos meses, en los que el promedio de aumento de los autos nuevos fue de entre 1% y 2%, es decir poco más que el crawling peg, las listas de precios de mayo deberían tener un incremento cercano al 8% o 9%. Pero eso sería circunstancial y completamente opuesto a la intención del gobierno de bajar el precio de los autos”, explicó un analista del sector.
Estrategias divididas en las terminales
Dentro de los concesionarios, la expectativa gira en torno a una posible moderación en los aumentos oficiales. “Será un mes atípico”, estimaron. Según comentaron, algunas fábricas no aplicarían el ajuste completo que en teoría deberían trasladar a precios y podrían limitarse a subas del orden del 3%. Esa decisión vendría acompañada por la eliminación de bonificaciones o premios comerciales que las terminales otorgan a los puntos de venta.
Bajo este esquema, el encarecimiento final para el consumidor se produciría no solo por el cambio de precios de lista sino también por la reducción de los beneficios indirectos.
En el mercado se especula con que Toyota sea nuevamente la primera marca en publicar su lista de precios mensual. No obstante, otras terminales ya tendrían sus cálculos cerrados y podrían hacer sus anuncios sin esperar a esa publicación de referencia.
“No deberían aumentar tanto porque los precios están al límite de lo que la gente paga. Depende lo que quiera hacer cada fabricante. El que quiera mantener volumen seguramente aumente muy poco, pero el que evalúe la rentabilidad quizás suba los precios un poco más a riesgo de vender menos. De hecho, eso fue lo que pasó con Volkswagen, que a una semana de fin de mes estaba un 25% debajo de Toyota en ventas totales de abril”, agregó el mismo analista.
Durante la presentación del nuevo modelo Arkana, el presidente de Renault Argentina, Pablo Sibilla, también se refirió a la situación actual del mercado automotor. Destacó que las decisiones empresariales se enfrentan a una tensión entre sostener rentabilidad y conservar volumen de ventas.
“Está la oferta y la demanda. Está lo que vos querés hacer para no perder dinero y lo que el mercado te permite hacer en la aceptación de los precios que pongas. El año pasado lo vimos en el primer semestre con la caída brutal de ventas por la devaluación. Hubo quienes salieron a conquistar mercado y otros, como nosotros, que no pusimos en riesgo la rentabilidad. Salir a vender volumen puede ser bueno inicialmente, pero es una mala decisión de largo plazo”, afirmó.
Además, Sibilla profundizó en los cambios que introdujo el nuevo régimen cambiario. “Ahora flota la paridad del dólar. Que flote significa que en la misma semana puede estar un 3% arriba o un 3% abajo, como pasa en el resto del mundo. Antes, con el crawling peg teníamos certidumbre de lo que iba a pasar el mes siguiente. Eso ahora no está más. Flota y en una banda grande y que encima se va a ir ampliando más. No podés estar alterando el precio en función de si el dólar está más caro o más barato cada día. Los argentinos tenemos que resetearnos la cabeza y entender esta nueva realidad”, completó.
La reacción oficial y el escenario político
La respuesta pública de Luis Caputo marcó un punto de inflexión en el vínculo entre el Ejecutivo y las automotrices. Su mensaje incluyó una advertencia directa sobre el uso de herramientas estatales en caso de que las empresas avancen con aumentos que el Gobierno considera excesivos.
En su publicación en X, Caputo no especificó a qué herramientas se refería. Sin embargo, en ocasiones anteriores el Ministerio de Economía y la Secretaría de Comercio intervinieron en negociaciones sectoriales mediante controles indirectos, gestiones informales o presión pública.
La frase “usaremos nuestras herramientas para defender a los consumidores” se leyó como una señal hacia las marcas que todavía no oficializaron sus listas de mayo.
El episodio tuvo como contexto un antecedente inmediato: el caso de Volkswagen, que a mediados de abril aplicó un aumento significativo en sus listas, pero retrocedió tras un posteo crítico del propio Caputo. En aquella oportunidad, el ministro había señalado que el alza “no se justificaba” y que el Gobierno “no iba a permitir abusos” en el sector.
Expectativa en el sector
Por el momento, la mayoría de las marcas mantuvo silencio oficial respecto a las listas de precios de mayo. Algunas comenzaron a difundir los nuevos valores de manera interna entre concesionarios, pero sin confirmación pública. En paralelo, desde una de las principales terminales del país aclararon ante la consulta de Infobae que “nada oficial por ahora” se decidió respecto a una posible marcha atrás en los incrementos.
La situación se mantiene en evolución. Mientras tanto, las terminales evalúan cómo sostener su política comercial en un contexto de caída del poder adquisitivo, retracción de la demanda y una volatilidad cambiaria que impacta en la formación de precios de manera constante.
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