Desde Nueva York, EEUU - “Viva YPF, carajo”, gritó Horacio Marín, el presidente y CEO de YPF, desde el balcón del New York Stock Exchange (NYSE) luego de tocar la campanita que simbolizó el cierre de cotizaciones del viernes en Wall Street, el por estas horas convulsionado y extremadamente volátil corazón de las finanzas globales.
Marín y su equipo gerencial vinieron a esta ciudad a presentar el plan de la petrolera de bandera, en la que el Estado argentino es accionista mayoritario, ante inversores y banqueros. Un esquema que, asegura Marín, blinda a la empresa y su proyecto contra turbulencias locales y globales y que le permitirá en unos años ser un big player del mundo del GNL, o gas natural licuado.
YPF planea pasar de operar 860.000 barriles (propios y con sus socios) este año, a casi 2,1 millones en 2030, de los cuales la mitad serán de la empresa. En ese momento será una empresa full shale (hidrocarburos no convencionales) que además buscará destacarse en downstream (refinación y venta de combustible), y será el exportador número uno del país. Eso dice la grilla de Marín.
La empresa confirmó la inversión de USD 5.000 millones para este año, de los cuales USD 3.000 irán a Vaca Muerta, y un total de USD 35.700 millones en los próximos 6 años. Marín bajó del balcón del NYSE visiblemente emocionado. Se le llenaron los ojos de lágrimas otra vez minutos más tarde, cuando dialogó en exclusiva con Infobae, y había pasado algunas horas antes, cuando le agradeció públicamente al presidente Javier Milei, en el Freedom Hall de este tradicional edificio, donde se realizó el Investors Day de la empresa.
— ¿Qué opina de los anuncios del acuerdo con el FMI y la salida del cepo?
— El levantamiento del cepo cambiario es un nuevo paso en la recuperación y el crecimiento económico sostenible de nuestro país. El presidente Milei hace lo que dice y eso es clave porque transmite confianza en todo el mundo de que las inversiones en Argentina son confiables y seguras, eso nos permite poder atraer a grandes empresas para que nos ayuden a desarrollar nuestros proyectos.
— En la ceremonia de cierre del NYSE dijo que YPF es imbatible. ¿Por qué lo cree?
— Por lo que mostramos en el Investors Day: estamos en camino a hacer una compañía que operará 2 millones de barriles de operaciones, de los cuales 1 millón serán propios. Tenemos un programa muy claro, que todos los que trabajamos en la empresa conocemos. Vas a una estación de servicio y todos entienden qué es el plan 4x4. YPF está liderando la industria, y cuando lleguemos al objetivo final de los USD 30.000 millones de exportaciones, la contribución de todos los empleados de YPF habrá sido muy fuerte. Tenemos un proyecto que es imbatible desde todo punto de vista.
— Tocó la campanita y cuando bajó se lo vio muy emocionado. ¿En qué pensó en ese momento?
No me hagas llorar otra vez. Me quebré porque me acordé de dónde vengo, de mi abuela, mi vieja, mi hija, mi esposa. No me molesta llorar. Y no me molesta que se note, es algo que humaniza. Soy igual que todos, lo que pasa es que pongo objetivos muy altos y los empujo, pero nada más. Me acuerdo de dónde vengo, a dónde quiero ir. Me emocioné por eso. Nada más.
— Volvamos a la presentación que hicieron ante inversores. ¿Cómo puede resumir el plan de cinco años de YPF?
— Es desarrollar a pleno Vaca Muerta. Lo que tiene YPF y dejar las bases para que se desarrolle también la industria. En números, significa que vamos a hacer una compañía que va a tener un Ebitda de USD 12.000 millones con el GNL (se refiere a las ganancias antes de impuestos, intereses y amortizaciones). El último año ya fueron unos USD 4.700 millones, que es un número extraordinario. Estamos más que duplicando las ganancias y nos reconvertimos para ser una compañía de Vaca Muerta, de hidrocarburos no convencionales. Y eso te hace resiliente, hace que si el barril de petróleo llegara a valer apenas USD 45 [hoy vale unos USD 63, luego de caer más de 16% por los anuncios arancelarios de Donald Trump], igual podemos desarrollar el negocio. Si se paran las inversiones seguiríamos siendo resilientes a precios realmente ridículos. Vamos a hacer una compañía que duplicará su actividad, estamos poniendo tecnología, innovación y disrupción. Pensamos más allá del 2030.
— Explíqueme su teoría de por qué Vaca Muerta es resiliente.
— La empresa Rystad hizo comparativas con Estados Unidos y Vaca Muerta es mejor [que Permian, el mega yacimiento shale de Texas]. Eso nos pone en una posición muy buena. Por una cuestión de diferencia de escala del país, Estados Unidos puede tener mejor logística, pero somos absolutamente rentables y competitivos. La importancia en la competitividad no está tanto en el petróleo, que es un mercado spot, sino en el GNL. El GNL es un cambio terrible para la Argentina. YPF va a tener un 25 o 30% de ese negocio, pero van a llegar empresas internacionales y va a ser un cambio fenomenal con pleno desarrollo. YPF va a tener inversiones de USD 7.000 millones, sólo en el upstream, para sacar el hidrocarburo, sin contar las plantas de GNL ni los gasoductos. Creo que es muy importante porque genera escala y podemos competir a precios bajos. Somos resilientes casi a cualquier precio. O sea, YPF va a tener ganancias en cualquier situación. Y a eso vinimos, a generar valor para la compañía.
“Hay que reaccionar rápido, pero nunca con pánico. Se puede reaccionar rápido cuando está claro a dónde se quiere ir”
— ¿Eso significa que si hay alguna turbulencia, como por ejemplo la que tuvimos en los últimos días, o aparece alguna otra, interna o externa, el plan de YPF se va a mantener?
— Claro, fue todo pensado. Lo pensamos muy bien. Nos posicionamos para ser resilientes a las crisis, y así somos como ExxonMobil, como las compañías grandes, las súper majors. Hay que reaccionar rápido, pero nunca con pánico. Se puede reaccionar rápido cuando está claro adónde se quiere ir.
— Ante inversores también se lo vio emocionado cuando le agradeció a Milei.
— Hace más de 35 años que trabajo. Voy a decir una mala palabra, pero me rompí el orto estudiando. Soy ingeniero químico, tengo un Master en EEUU en el que fui alumno distinguido y también otro posgrado. No sé abrir Netflix: lo que sé es trabajar, estudiar y capacitarme. Milei me dio una oportunidad sin conocerme, por mi trayectoria. Tres veces antes estuve a un paso de llegar a YPF y la política me bajó. Hay que ser agradecido y no reconocer la oportunidad que el Presidente sería no tener valores.
— ¿Qué le falta a Vaca Muerta?
— La primera etapa fue sacar los cuellos de botella de infraestructura y solucionarlos, eso ya está encaminado. Ahora viene una etapa de capacitación a los operarios. Estamos bastante adelantados, pero necesitamos que se acoplen todas las compañías privadas al Instituto Vaca Muerta. YPF lo hace para la industria y para que la gente entienda los riesgos. La seguridad es un activo muy importante. No hay metro cúbico que justifique una curita y eso se logra con conocimientos. Otro tema son los equipos [de perforación y fractura]. Vamos a duplicar la cantidad de equipos en tres o cuatro años, habrá más contratos, más inversiones, más capacitación. Hay que hacerlo entre toda la industria, con los estados provinciales y los gremios. Estamos en un círculo virtuoso, como nunca antes. Depende de nosotros y hay que pensar en grande. Ese es un gran cambio para Argentina, un cambio en la forma de pensar de todos los actores. Hay que dejar de pensar que el Estado bobo tiene que invertir en todo. Las empresas que desarrollamos estos recursos tenemos que invertir en todas las fases del desarrollo y ponernos los pantalones largos para lograrlo.
— Habló del plan a cinco años de YPF, pero si miramos un poco más allá, en el largo plazo y pensamos en una YPF dentro de una década, ¿cómo imagina a esa empresa?
— Me vas a sacar cosas que no quería declarar, pero las digo porque son parte del plan pensado. Me imagino a YPF con Vaca Muerta en el pico (de producción) en una década, teniendo una rentabilidad extraordinaria. Creciendo con YPF Luz e YPF Nuclear. Luz para las renovables, pero yo me imagino también a YPF entrando en el plan energético nuclear argentino luego de 2030. Por lo menos de mis conocimientos de física y química, creo que la energía nuclear va a ser fundamental en la próxima década. E YPF no tiene que estar afuera.
— ¿Qué momento de estos 16 meses de gestión elegiría para describir el trabajo realizado hasta ahora?
— Me da mucho orgullo hacer cambios tecnológicos disruptivos. Mucha veces la gente duda y esos cambios se plasman es genial.
— ¿Por ejemplo?
— Los Real Time Intelligence Centers. Gente que trabajaba en los pozos todos los días ahora hay una parte de su labor que pueden hacerse de manera remota desde centros de excelencia tecnológica. Eso es igual a mejor calidad de vida. Esa mejora me da orgullo, porque los veo más motivados y alegres. Soy muy exigente, es mi función. Yo no tengo que bajar los brazos nunca. Cuando se logran los resultados con pasión es espectacular. Eso me motiva a trabajar todos los días, a llegar todos los días a la empresa a las 6:45 e irme a cualquier hora, aunque sea grande y duerma poco. Esa es mi mayor motivación en el trabajo.
El precio de los combustibles
“YPF es mi Wimbledon, es un sueño trabajar en esta empresa”, le dijo Marín a Infobae en junio del año pasado. La analogía deportiva no es casual: Marín fue tenista profesional hasta los 19 años y dejó de jugar para estudiar y “porque sabía que nunca iba a ser número uno″. En ese lapso llegó a jugar en el tradicional torneo de Grand Slam de Londres.

En esta ciudad, el ejecutivo también habló de qué pasará con el precio de los combustibles. En resumen, aseguró que seguirán como hasta el momento: al ritmo de los precios internacionales y también de la inflación.
“Tenemos un procedimiento para calcular el precio de los combustibles que elimina los picos. No lo detallo porque se me complica con la competencia. Si el precio del barril baja y es pasajero, será absorbido por el método matemático que diseñamos. Si no es pasajero, va a bajar la nafta. Pero también va a subir cuando suba el precio internacional del petróleo. En su momento, bajamos 5%, pero yo manejo las arcas de YPF, no las del Estado. Justo ese mes hubo una devaluación del 2% y subieron algunos impuestos. Al consumidor le bajó 2%, pero en mis números fue 5 por ciento”, explicó. Más allá de eso, cree que había distorsiones, como que el precio en CABA era 15% menos que el de La Matanza, por poner un ejemplo, y que ahora el mercado está casi normalizado.
Con respecto a algunas empresas grandes que se fueron del país, como ExxonMobile, opina que son movimientos coyunturales y de oportunidad de cada compañía. “Algunas se van, pero a mí me vienen compañías de primer nivel que quieren entrar a la Argentina y ser socios nuestros, que opere YPF. Están viendo cómo cambiamos y están dispuestas a entrar. No estamos acostumbrados, pero en un país normal se van empresas y entraron otras”, destacó y prefirió no dar nombres de las interesadas.
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