Efecto aranceles: en Japón aseguran que Argentina podría comenzar a fabricar la Toyota Hilux eléctrica

Un prestigioso medio económico japoneses aseguró que el gigante de la industria podría diversificar producción para enfrentar de mejor modo los aranceles impuestos por EEUU

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La Toyota Hilux eléctrica se
La Toyota Hilux eléctrica se presentó a través de un modelo conceptual en 2023 en Japón

La noticia la publicó este lunes uno de los diarios económicos más importantes de Japón, Nikkei. Allí se aseguró que, en el marco de una política de expansión a nuevos países para diversificar la producción automotriz, Toyota podría comenzar a fabricar en Argentina una versión 100% eléctrica de su exitosa Hilux, la pickup mediana más vendida de la región.

“El mayor fabricante de automóviles del mundo planea aumentar la producción de vehículos eléctricos a aproximadamente un millón de vehículos para ese año, es decir, siete veces más que la producción de 2024. Toyota actualmente fabrica vehículos eléctricos solo en Japón y China. La expansión de la producción a EEUU, Tailandia y Argentina ayudará a protegerse de los riesgos cambiarios y arancelarios, y a agilizar la entrega de vehículos a los clientes. Toyota también planea comenzar a fabricar una Hilux eléctrica en Argentina”, señala el periodista Ryohei Shimizu. La publicación que rápidamente llegó a la pantalla de las computadoras en la sede de Toyota Argentina en Zárate.

“No tenemos ningún comentario para hacer en relación a un artículo periodístico”, respondieron fuentes de la empresa consultadas por Infobae este lunes.

El impacto que los aranceles aplicados por el presidente estadounidense Donald Trump sobre todas las importaciones a Estados Unidos, ya es considerado por muchos analistas de la industria automotriz, como una medida que podría tener consecuencias similares a las de la crisis financiera mundial del año 2008.

Los aranceles aplicados por Donald
Los aranceles aplicados por Donald Trump sacuden los mercados globales y a las industrias que exportaban vehículos a Estados Unidos (REUTERS/Kevin Mohatt)

Algunas marcas europeas suspendieron las entregas de automóviles ya nacionalizados en EEUU o los embarques programados. Son casos como los de Audi y Volvo, respectivamente, y ambas compañías lo hacen para evitar tener que vender sus vehículos con un precio que puede subir entre USD 2.000 y USD 20.000 según el tipo de automóvil que se trate.

Tomas Schäffer, el CEO mundial de Volkswagen, estaba viajando hacia Argentina el pasado miércoles cuando se conoció la decisión de Trump de arancelar a todas las importaciones que lleguen a Estados Unidos a partir del sábado.

“Impuestos y aranceles no ayudan nunca a nadie, porque hacen que los productos sean más caros en el largo plazo y eso afecta al consumo. La industria automotriz es global y eso genera beneficios para los clientes”, dijo el ejecutivo alemán durante una rueda de prensa convocada por la filial local de Volkswagen para anunciar la inversión de 580 millones de dólares en la planta de General Pacheco, donde se producirá la próxima generación de Volkswagen Amarok desde 2027.

Sin embargo, la noticia publicada en Japón respecto a la posible fabricación de una Toyota Hilux eléctrica parece tener algún hilo conductor con la realidad.

Toyota Argentina tiene en estudio
Toyota Argentina tiene en estudio y proyecto fabricar una pickup Hilux híbrida. Ahora se habla de una 100% eléctrica

Según Nikkei, “este esfuerzo por distribuir la producción se produce en un momento en que el comercio mundial se fragmenta bajo la presión de medidas como el arancel del 25 % impuesto por el presidente Donald Trump a las importaciones de vehículos a EEUU”.

El escenario no parece muy distante a esta idea. Toyota Argentina reconoció hace varios meses que planea producir una versión híbrida de Hilux y aunque aún no hay precisiones al respecto, parte de esa planificación consiste en la exploración de las factibilidades de un proyecto de esa magnitud, entre los que se encuentra la investigación de proveedores locales e internacionales. Ese proceso está en marcha actualmente.

En paralelo, el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) que puso en funcionamiento el Gobierno el año pasado, está dirigido a proyectos que estén relacionados con las nuevas tecnologías de propulsión en el caso de la industria automotriz.

Argentina tiene una de las mayores reservas de litio del mundo, pero una cosa es la extracción del mineral y otra la fabricación de las baterías de litio. Sólo una escala industrial muy significativa podría justificar una inversión millonaria como la que requiere un proyecto industrial de gran magnitud. Entonces es cuando podría entrar en juego la posición geopolítica de Argentina alineada con la Casa Blanca.

Potencialmente, la capacidad de producción es desproporcionada. Argentina tiene 13 fabricantes locales para un mercado doméstico de 500.000 automóviles. “Siempre se dijo que somos un país con fábricas que producen más autos de los que podemos consumir. Aún si el mercado local creciera hasta las 800.000 unidades, la capacidad podría llegar a casi duplicarla, por lo que sería un perfecto centro exportador de automóviles”, sostuvo un ejecutivo de una terminal local a Infobae.

La fábrica de baterías para
La fábrica de baterías para autos eléctricos requiere una escala industrial mayor a la de Argentina y Brasil para justifica la millonaria inversión que se debe hacer

“En función del tamaño del mercado, más que una automotriz debería ser un fabricante de baterías el que encuentre una escala como para invertir. Hoy, incluso para la industria automotriz de Brasil, que es cuatro o cinco veces mayor que Argentina, las baterías se importan de China y Corea. Pero con un cambio geopolítico de este tipo, si un gigante de la industria decide apostar en Argentina para exportar a todo el mundo, tendría mucho más sentido”, agregaron desde una terminal que produce autos híbridos en Brasil.

El arancelamiento que Estados Unidos aplicó especialmente sobre las importaciones provenientes de países de la Unión Europea, China y Japón podría ser un obstáculo que cualquiera de las automotrices originarias de esos países sortearía parcialmente produciendo automóviles en otras regiones.

Aunque los proyectos e inversiones que hace la industria automotriz siempre se trazan con programas a muy largo plazo, hay decisiones que se toman rápidamente cuando algún factor sacude las estructuras de las grandes corporaciones. Los dos gigantes de la industria automotriz japonesa, Toyota y Honda, por ejemplo, retiraron sus equipos de Fórmula 1 en 2008 y 2009 a causa de la crisis financiera global, interrumpiendo programas en desarrollo, inversiones en tecnología y contratos firmados que aseguraban la continuidad de los programas por muchos años.

Estas decisiones fueron intempestivas pero justificadas por una crisis superior al costo de tomar esas medidas. Ampliar un proyecto industrial que ya está en marcha podría ser más viable que tomar otro tipo de decisiones. Aunque parezca apresurado, especialmente para los tiempos conceptuales de los japoneses, convertir la Hilux híbrida en una Hilux 100% eléctrica podría tener sentido si la decisión se toma desde Japón, pensando en Estados Unidos.