
Cada tanto, la economía argentina sigue dando datos sorprendentes a causa de la variable sobre la que más se pone la mirada hace décadas: el dólar. Tras la devaluación de diciembre, Argentina dejó de tener los autos más caros del mundo, algo que se debía a la famosa brecha que había entre un dólar oficial pisado e inaccesible de $350 y el dólar paralelo de $1.000. Todavía tienen un elevado precio por la inmensa carga de impuestos que pesa sobre la fabricación y la comercialización, pero al menos ya no tienen aquellos valores completamente distorsionados como ocurría medio año atrás.
Una vez que el gobierno de Javier Milei llevó el dólar oficial a $800, la cotización libre no subió, y durante al menos tres meses, la cuenta que hacían los argentinos era por mil. Paralelamente, como las bajas en las ventas que ocasionaron las medidas económicas fueron superiores al 30% en enero y febrero, después del ajuste necesario de fin de año, debieron marcar aumentos mínimos o nulos en los siguientes meses para intentar que no se desplome la actividad.
Así fue como hasta abril, los autos más accesibles del mercado que estaban entre los 19.000 y 23.000 dólares de la cotización libre, pasaron a costar hoy entre un 18 a un 25% menos, incluso cuando muchos de esos modelos aumentaron su precio en pesos argentinos.
De las nueve fábricas de autos que producen en Argentina, ocho de ellas tienen modelos de acceso en esos precios, la única que tiene todos sus productos en otros segmentos es Ford, por lo que se puede tomar como ejemplo el modelo más baratos de las otras marcas para saber cuánto costaba el mismo cero kilómetro en abril, con un dólar libre de $1.040, y cuánto cuesta hoy, con las listas de precios actualizadas a julio y un dólar que tiene la cotización en torno a los $1.400 por unidad en el mercado paralelo.

El auto más barato del mercado en cualquiera de las dos monedas es el Toyota Yaris, que en su versión XS 1.5 de cinco puertas, costaba en abril $17.698.000 que equivalían a unos USD 17.000. Ese mismo modelo en julio tiene un precio de lista sugerido de $20.292.000, pero con un dólar mucho más alto, pasó a tener un precio de USD 14.400, lo que implica que bajó su precio un 15,3% en la divisa norteamericana.
El siguiente modelo de mejor precio en julio es el Fiat Cronos Like 1.3 GSE. En abril, el precio de lista era de $19.864.000, que equivalían a unos 19.100 dólares libres. Pero después del aumento de la moneda norteamericana y un ajuste mucho menor del valor del auto, en julio tiene un precio de lista de $20.886.000, que representan USD 14.918. En dólares, el Cronos bajó un 21,9 por ciento.
El tercero es el Citroën C3 en su versión. En las listas de precios de abril había una versión base llamada Live Pack que costaba 19,1 millones de pesos o 18.500 dólares. Pero ese modelo ya no se trae de Brasil, por lo que la comparación debe hacerse con el siguiente en la escala, el PureTech Feel Look, que en ese momento tenía un valor de $21.103.500, es decir unos USD 20.291. Pasaron tres meses y el precio no aumentó, sigue costando lo mismo en pesos, sin embargo, con el aumento del dólar paralelo, su precio en dólares es ahora de UDS 15.070, es decir un 18,5% menos.

El Peugeot 208 New Like es el cuarto modelo en orden ascendente de precios. En abril costaba $20.425.200 que eran USD 19.640. En tres meses, el auto subió de precio en pesos y en julio tiene un precio de lista de $21.454.700, pero ese valor equivale ahora a USD 15.325, o sea que bajó un 22% en dólares.
El Renault Logan es el auto más accesible de la gama que se fabrica en Santa Isabel, Córdoba. En abril, la versión más económica es la que se denomina Life 1.6, que entonces tenía un precio de $22.704.283. Eso representaba unos 21.830 dólares. Después de tres meses, el auto sigue teniendo el mismo precio en pesos, pero con el aumento del dólar libre, su valor es ahora de USD 16.215, lo que implica que bajó su precio un 25,7%, lo que lo pone como el modelo que más bajó su precio en la moneda norteamericana de abril a julio.
Chevrolet también tenía un auto más económico en abril que ya no se fabrica, el Onix Joy, que entonces costaba 19.500 dólares. Pero la referencia se debe tomar con el Onix 1.2 de nueva generación, que en abril tenía un precio de lista de $22.075.900 o 21.200 dólares, y que en julio subió a $23.387.900, que sin embargo representan 16.700 dólares. Así, el modelo de General Motors bajó su precio en dólares un 21,3 por ciento.

Volkswagen tiene en el Polo Track MSI su modelo de acceso a la gama. Ese automóvil en abril tenía un precio de $22.127.900 o su equivalencia de 21.350 dólares. Ahora, con los precios de julio, aunque aumentó en pesos hasta los $24.367.850, su precio bajó en dólares y está ahora en USD 17.400. Este ajuste representó un -18,5% en su precio.
Por último, Nissan Argentina importa de México el modelo Versa con una versión de acceso llamada Sense 1.6 litros. En abril su precio de lista era de $24.744.400 que representaban unos USD 23.790. Para julio se actualizó el valor en pesos que ahora es de $25.224.400, pero eso significa que los ahorristas que tengan dólares podrán comprarlo con USD 18.000. La baja fue del 24,3%, la segunda más importante entre todos los modelos de acceso del mercado.
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