
Las cuotas por tarjetas de crédito refinanciadas en abril en el marco de la pandemia de coronavirus empezaron a llegar y generaron dudas y disparidades sobre los montos a pagar, con tasas que superan la establecida por el Banco Central.
Pese a que la autoridad monetaria fijó que las cuotas serían de $147 por cada $1.000 con una tasa del 43%, los resúmenes de los clientes de los bancos superaron en muchos casos ese monto como consecuencias del cobro de impuestos.
-La medida concreta que se fijó para aliviar los bolsillos de los consumidores
En abril último, y ante el aislamiento obligatorio, el Banco Central anunció que las entidades del sistema financiero deberían refinanciar en forma automática los saldos impagos de tarjetas con tres meses de gracia, nueve cuotas mensuales iguales y consecutivas, y una tasa nominal anual del 43%.
La medida aplicaba a los saldos impagos de tarjetas de crédito que vencían entre el 13 y el 30 de abril pudiendo solamente devengar interés compensatorio, y ningún otro recargo.
-Pasados los meses de gracia, llegó la sorpresa en los resúmenes:
Tras los tres meses sin pagos (mayo, junio y julio) en agosto llegó el momento de abonar la primera de las 9 cuotas y para muchos consumidores la ayuda no fue tal. De acuerdo con un análisis dado a conocer por el Centro de Economía Regional y Experimental (CERX), cerca de 2,5 millones hogares entraron en ese esquema aunque con disparidades entre lo que se le cobra a cada cliente.

"En algunos se cumple el interés del 43 por ciento y en otros no, lo que desconcierta", puntualizó el estudio. En ese sentido, sostuvo que mucha gente que entró, pensó que pagaría $147 cada $1.000 de cuota, pero llegaron importes superiores.
-La sorpresa fueron los intereses que cobraron los bancos:
Si bien la tasa anunciada fue de 43%, el costo financiero total (CFT) cuando se agregan gastos administrativos, en algunas entidades financieras llegó a ubicarse entre 60% y 70%. El BCRA, en la comunicación que fijó las pautas de la refinanciación, sostuvo que se pagarían $147 por cada $1.000.
Sin embargo, según indicó el CERX, los $147, además de no incluir IVA sobre intereses, no se cobra sobre $1000 de cada cuota, sino que en cada cuota se cobran $147 sobre cada $1.000 de la deuda inicial total, no sobre la deuda que va quedando.
-El acceso a la refinanciación fue automático:
La financiación a los consumos de abril con tarjeta de crédito se aplicó en forma automática y sin necesidad de solicitarla. Aquellos que no pagaron la totalidad del resumen del cuarto mes del año recibieron el plan de refinanciación por lo que pasaron tres meses sin pagarlo. No obstante, en agosto deberán comenzar a pagarlo con el agravante que la cuota se integra en forma total al pago mínimo.
En ese marco, fuentes del Banco Central explicaron que “el plan de cuotas permitió un alivio en una contexto de caída de ingresos generalizada por la cuarentena sanitaria. Agregaron que se debe calcular el interés de los tres meses de gracia y dividirlo por nueve, para luego adicionarlo a cada una de las cuotas en las que debe ser cancelado el saldo refinanciado automáticamente.
El trabajo de CERX señaló también que el vencimiento del plan ocurre cuando la cuarentena sigue, “las familias están muy endeudas y los ingresos no se recuperaron.”
“Si bien la tasa de 43% implica una fuerte reducción sobre la que tenían los bancos a marzo, para muchas familias en el contexto actual es impagable”, alertó.
En ese escenario, remarcó que "los consumos de tarjetas siguieron creciendo por necesidad" y afirmó que en julio "el stock de deuda por esos consumos creció un 7 por ciento". Por lo que enfatizó que habría que plantear un nuevo esquema de pago para aliviar el peso en la economía familiar.
-Las opciones para los usuarios:
Ante la evidencia de que la emergencia de la cuarentena se extendió más de lo previsto, muchas entidades bancarias han comenzado a ofrecer financiamiento para afrontar estas deudas.
Para Victoria Giarrizzo, titular de CERX, el problema además, fue que en este tiempo la gente continuó usando tarjetas porque el dinero no les alcanzaba.
En tanto, entre las opciones que tienen los usuarios para hacerle frente a la deuda con las tarjetas de crédito, surge la posibilidad de cancelarla anticipadamente sin costo alguno. Se trata de una posibilidad para los que tengan algún ahorro y quieran evitar una financiación más costosa de lo previsto inicialmente.
Cabe recordar que la Comunicación A 6964 del Banco Central, que reguló este mecanismo, dispuso que “los saldos refinanciados podrán ser precancelados, total o parcialmente, en cualquier momento y sin costo –excepto el interés compensatorio devengado hasta la precancelación– cuando el cliente lo requiera”.
Asimismo, algunos bancos empezaron a ofrecer financiamiento para que los clientes puedan pagar las deudas. Por ejemplo, a través de una nueva financiación con la tarjeta de crédito o tomando un crédito personal para cancelar la deuda con la tarjeta y de esa manera poder seguir consumiendo.
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