En el US Open, el tenis viste a la moda

Los mejores jugadores del mundo se preparan para el último Grand Slam del año y los pasillos del Billie Jean King National Tennis Center para recibir los mejores diseños. Las novedades para la nueva edición

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Jannik Sinner (Foto Geoff Burke-Imagn
Jannik Sinner (Foto Geoff Burke-Imagn Images)

El domingo 7 de septiembre, alrededor de las siete de la tarde, hora local, habrá finalizado el US Open. El jueves 11 de septiembre, a las 11 de la mañana, también hora local, da comienzo el New York Fashion Week. ¿Casualidad? Hace poco menos de un año, en octubre de 2024, escribía mi primera columna en esta estimada publicación, un artículo titulado “El tenis es moda”. No quiero repetirme, pero lo que entonces parecía tendencia se volvió un fenómeno. Estratosférico. Hoy, las estrellas del tenis son también las más grandes estrellas de la moda.

Jannik Sinner, con su andar más de androide que de modelo, es la cara de la casa de lujo más influyente del planeta. Carlitos, junto a Roger y Rafa, representan a la marca de las valijas de la L y la V. Nole va con el cocodrilo, que nació en el polvo de ladrillo parisino y ahora se mueve más cómodo en las pasarelas francesas. Las marcas deportivas, mientras tanto, parecen perder peso. El ejemplo perfecto: Jack Draper. El nuevo golden boy de la corona británica dejó atrás la pipa, pero sigue siendo la cara de la más tradicional casa de moda inglesa. Su última campaña lo muestra junto a una de las modelos más famosas del planeta, su coterránea Rosie Huntington-Whiteley, la mujer de Jason Statham (ese que se faja con buenos y malos a la vez en Rápido y furioso). Hoy, el tenis rápido y furioso de la élite del tenis mundial, los está llevando de los clubes a los sets de Hollywood. Claramente, el tenis viste a la moda.

Jack Drapper llegó a semifinales
Jack Drapper llegó a semifinales en la edición pasada del US Open, instancia en la que cayó ante el posterior campeón, Jannik Sinner (Foto: Robert Deutsch-Imagn Images)

Mejor dicho: la moda se viste de tenis. Hace unos días, el Financial Times publicó “The case for the skort on and off the court”. El skort —mezcla de pollera y short— es la nueva estrella del tenniscore. Según el FT, su demanda creció un 327 % en apenas tres meses. Vogue Business, en julio, nos explicaba el boom en “Unpacking fashion’s obsession with tennis”. Y no son los únicos. Cada semana aparecen notas que recomiendan marcas, listan top tens o sugieren outfits tenísticos para dentro y fuera del court. Como si el valor estético de la ropa hubiera pasado a importar más que su función. Hasta el New York Times entró en el juego, con su ya célebre pregunta: “Did you even go to the US Open if you didn’t get a hat?” (“¿Fuiste realmente al US Open si no te llevaste una gorra?”). Para el NYT, “el símbolo del U.S. Open —tanto en Queens como más allá— es una gorra con el logo y el año. Cuanto más vieja, mejor”. Y cada temporada, miles de ellas salen del Billie Jean King National Tennis Center como el verdadero pasaporte cultural del torneo.

En este US Open que arranca, las colaboraciones abundan. La marca de las tres tiras recurrió a uno de sus habituales colaboradores, el famosísimo diseñador japonés Yohji Yamamoto, para diseñar la indumentaria de sus jugadores en este 2025. El número uno griego, Stefanos Tsitsipas, uno de los principales jugadores de la marca alemana, protagoniza la campaña de lanzamiento de la colección. Su tenis no dará que hablar en estos días, su vestimenta sí. Coco Gauff, número dos del mundo, llevará diseños firmados por la segunda marca de una de las casas de moda más importante de Italia. Osaka, después del outfit inspirado en el animé japonés que luciera en 2024, promete un conjunto nivel “fuego” para 2025. Ojalá su tenis esté al nivel de su look. Que no le pase lo que a Musetti, que estrenó en Wimbledon una campera de cuero blanca de una famosa casa italiana, edición 1 de 1, una prenda tan espectacular como su derrota en primera ronda.

El tenis está en su pico de popularidad. Tal vez porque, en tiempos de Instagram, es el deporte más visual de todos. Cinematográfico. Fotogénico. Icónico. Probablemente, el deporte estéticamente más hermoso que existe. Requiere de una coordinación superlativa. Movimientos dignos de ballet. Fuerza, velocidad y sutileza, todo en uno. Estadios que parecen teatros. Pistas inmaculadas. Equipamiento que es puro diseño. ¿Quién se atreve a negar que una raqueta es uno de los objetos más bellos del deporte? ¿Y su moda? Polos, shorts, polleras, vinchas, caps, muñequeras. Ahora también alta costura. Cuando agregamos todo eso a los niveles de tenis superlativos que están alcanzando Carlitos, Jannik, Coco, Saby y compañía, hacen que el tenis, en este US Open 2025, sea más hermoso que nunca.