Las confesiones de Julia Riera, la tenista argentina que pensó en dejar la actividad y ahora busca reinventarse

La número 202 del mundo estuvo cerca de la hazaña frente a la kazaja Elena Rybakina en Roland Garros. Cómo dejó atrás las dudas y mirá con optimismo el futuro

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Julia Riera tuvo momentos en
Julia Riera tuvo momentos en los que quiso dejar todo

A pocos días de cumplir 23 años, Julia Riera se dio el gusto de participar por segunda vez de Roland Garros, la zanahoria que persigue el tenista argentino desde su cimiente.

La proyección daba como factible esta posibilidad a fines de 2024, sin embargo, atravesar la puerta que une una temporada con otra no fue sencillo para ella y, después de haber logrado ganar las tres rondas de clasificación en el Abierto francés le tocaba enfrentar a la kazaja Elena Rybakina, ex campeona de Wimbledon y tercera jugadora de la WTA. La felicidad de jugar se mezclaba con la tristeza por la derrota y, en el medio, una confesión.

- ¿Cómo fue tu segunda experiencia en Roland Garros?

- Ahora estoy con mucha bronca, la verdad es que sentí que estuve cerca, que tuve la chance de poder ganar. Pero tengo que llevarme las cosas positivas, que estuve ahí de vencer a una gran jugadora, a pesar de que en ningún momento me sentí jugando excelente ni mi mejor tenis. Pero creo que son enseñanzas que me llevo.

Sus ojos titilaban, su amable y tímida sonrisa no ocultaba la derrota, pero declaraba satisfacción por estar ahí.

- Pasaste la Qualy, te sortean y ves que te toca Rybakina, ¿te lamentaste, insultaste o pensaste en que era lo que tocaba?

- (Se ríe) No, la verdad es que vi el sorteo, pero nunca dije, “¡Uy, qué feo cuadro! ¡Uy, la puta madre!” (vuelve a reír). Siempre pensé en positivo y me tenía mucha fe antes de entrar. Obviamente que es preferible alguna rival un poquito más atrás en el ranking, pero son partidos que me gustan, porque te hace ver en qué lugar estás.

Riera ganó tres rondas de
Riera ganó tres rondas de clasificación en Roland Garros y finalmente cayó frente a la kazaja Elena Rybakina

- ¿Y en qué lugar te encontrás?

- Con mi entrenador hablamos de que el nivel está, perdí un poco de puntos en el ranking, pero es algo que no preocupa. Creo que venimos haciendo las cosas bien, después de que pasamos momentos un poco difíciles.

Julia abrió la puerta a contar, no para justificar, simplemente para descubrir un tiempo aún no relatado.

“A fin de año me lesioné un poco y, después, estaba ahí, con algunos problemas personales. La verdad es que no tenía muchas ganas de seguir jugando”.

- ¿Pensaste en abandonar el tenis?

- Y, al principio del año tuve un momento medio duro y estaba un poco complicada, no tenía mucha motivación, no tenía ganas de seguir.

La confesión de Julia ya no parecía afectarla, pero le hizo dar una mueca de seriedad a su rostro recordar una posibilidad que ya se le había presentado una década atrás, cuando con tan sólo 13 años, el agotamiento, la frustración y la falta de recursos económicos le hicieron colgar la raqueta. Daniel Orsanic, por entonces director de Desarrollo de la AAT, fue quien la convenció de regresar y le consiguió algo de apoyo. Casi un déjà vu de una instancia similar volvía a llevarla a tomar una difícil decisión.

“Y bueno, descansamos un poco y hablamos bastante con mi entrenador”, cuenta Julia de cómo intentaron rescatar su carrera y evitar que se desmorone. “Por suerte -prosigue-, ahora volví a estar motivada, con muchas ganas, y me volví a sentir con nivel, sigo jugando torneos y creo que voy a volver a recuperar un poco de ranking”.

- ¿Se siente el desarraigo, la ausencia de tu familia cuando viajás?

- Sí, sí, se siente. Yo tengo bastante relación con mi familia y mis amigos, y se siente, por eso intento hablar todos los días con ellos. Entonces, cada vez que termino una gira vuelvo a la Argentina a visitarlos, se siente siempre el apoyo. Así que es un poco difícil. Creo que los argentinos somos un poco así, familieros, de juntarnos mucho con amigos. Hoy ayuda mucho la tecnología y el teléfono.

- Jugaste Roland Garros, pero vas a tener que volver a jugar torneos menores, muy distintos. ¿Vas a encontrar la motivación para seguir jugando igual o pensás que va a decaer?

- No, no, no importa si el torneo es chico o grande, hay que ir con la misma motivación y las mismas ganas. Eso es lo más importante para poder llegar, en donde me toque jugar, por más chico que sea voy a dejar todo, a dar lo mejor, para después poder volver a jugar este tipo de torneos, que son los más grandes.

- ¿Vas a seguir intentándolo en Wimbledon, en el US Open?

- (Su rostro se levanta, su pelo lacio se abre hacia los costados y le deja lugar a la sonrisa) Sí, sí, voy a seguir intentándolo. No sé cuál es el calendario o qué voy a jugar. Ahora vuelvo a la Argentina y la idea es jugar un torneo antes de Wimbledon y, después, quedarme en Europa. Pero, obviamente, lo voy a seguir intentando.