Ángel Correa, íntimo: los rumores sobre River, su futuro en el Atlético de Madrid y una profunda reflexión sobre su dura infancia

El atacante de la Selección habló de su fanatismo por Rosario Central, el día que conoció al papa Francisco y la deuda que le dejó el Mundial en Qatar

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El atacante del Atlético habló del sacrificio familiar que lo llevó a ser campeón del mundo

Ángel Correa se fue muy joven a Europa. Con 19 años, emigró de San Lorenzo en dirección a España para vestir la camiseta del Atlético Madrid. Desde ese momento, ha pasado más de una década en el Colchonero con Diego Simeone como entrenador y se ha ganado el mote de mejor suplente del mundo por sus aportes inmediatos viniendo desde el banco. Sin embargo, desde esas latitudes apuntan que su estadía ya es un “ciclo terminado”. Lejos de negarlo, el campeón del mundo elige la precaución para lo que podrían ser sus últimos partidos con la entidad madrileña.

En un reportaje con Gastón y Esteban Edul, el atacante de la selección argentina señaló que el Mundial de Clubes podría ser su última competencia al frente de los Rojiblancos: “Lo vengo hablando mucho con mi familia. Es una realidad, que puede pasarme. Trato de disfrutar de estos partidos, ir con todas las pilas al Mundial de Clubes y, cuando termine, veré mi futuro”. Compartirá grupo con PSG, Seattle Sounders y Botafogo.

“Lo he hablado con el Cholo (Simeone) y el club... Me respetan. Siempre entregué todo de mí para ayudar al equipo y siempre prioricé al equipo antes de mí. Me dieron la libertad de decidir que quiero hacer para mi futuro. Es mentira que tenga un preacuerdo con algún club, estoy concentrado con el Atlético Madrid. Todavía tengo un año de contrato, quieren renovarme, el Cholo me ha dicho que está contento con mi trabajo, que decida lo que yo sienta que es mejor para mí”, profundizó sobre algunas versiones que indicaban un presunto arreglo con un club de México.

Bajo este escenario, fue consultado por los rumores que sobrevuelan en torno a River Plate, incluso Marcelo Gallardo ya lo quiso cuando entrenaba al Al Ittihad de Arabia Saudita: “No lo sé, tendría que ver en el momento. Me pone contento porque es un grandísimo club, tuve la suerte de conocer a Gallardo, me parece un magnífico entrenador, conozco a varios chicos que están en el equipo. No hablé con Gallardo, tampoco sé si es cierto ese rumor que sale porque nadie se comunicó conmigo”.

Además, Correa se mostró calmo en una particular temporada dentro del Atleti, ya que le tocó saltar desde el banco en 34 de 42 encuentros: “He hablado con el Cholo. Me mato trabajando para jugar. Si me quedo acá es para competir y siento que puedo ayudar al equipo. Después, es la decisión de él. Cuando uno no juega, se enoja, pero trato de transformarlo en algo positivo para entrar los minutos que sean con toda la fuerza. La mentalidad es importante. Lo hablo mucho con él, mi familia, mis compañeros. Cuando ya sabés que no vas a ser titular, tenés que estar fuerte de la cabeza. Muchas veces me vengo abajo, pero cuando me pasa eso trato de darme cuenta rápido y ponerme a entrenar más. Si tengo 20 minutos, tengo que entrar a ayudar al equipo y tener la confianza de que alguna me va a quedar para marcar la diferencia”.

El delantero de la selección argentina analizará sus próximos pasos después del Mundial de Clubes

En distinto sentido, realizó una emotiva reflexión sobre sus comienzos desde la más profunda humildad hasta llegar a la cúspide del deporte como ganador del Mundial con la Selección: “Saqué de la pobreza a mi familia. Nosotros no teníamos para comer. Cuando falleció mi papá, tenía 10 años, quedó mi mamá sola y comiamos una vez al día, si es que comíamos. Ahora, no nos falta nada. Son dos cosas totalmente diferentes y me llena de orgullo. Lo poquito que ganaba yo se lo daba a mi mamá. Siempre comíamos al mediodía, era difícil irse a dormir a la noche”.

“A veces nos ponemos a charlar con mis hermanos sobre las cosas que vivíamos de chicos: íbamos a pedir, a abrir puertas de taxi al centro, vender rosas con mi mamá, que nos llevaba. Con mi abuela hemos caminado kilómetros para pedir casa por casa. Lo recordamos con felicidad porque éramos felices con lo poco que teníamos. Competíamos entre nosotros a ver quién juntaba más plata para darle a ‘la mama’”, confesó. Y añadió un detalle de su llegada al Ciclón en Inferiores: “En San Lorenzo, la nutricionista me decía que estaba desnutrido. A cada uno le daban una vianda, y a mí me daban dos porque yo ya venía flaco”.

MÁS DECLARACIONES DE ÁNGEL CORREA

La espina clavada del Mundial de Qatar: “El mayor recuerdo que tengo de eso es que tenía a mi viejita mal, yo la quería llevar a la final y los médicos me recomendaron que no la lleve porque le iba hacer mal el avión. Me quedó esa espinita de no tenerla en la final del Mundial, pero fue lo máximo llegar a Madrid y darle la medalla”.

Su fanatismo por Rosario Central y el deseo de jugar en el Canalla: “En su momento cuando debuté en Primera, me preguntaron de qué cuadro era y fui sincero, que era hincha de Central. Me gustaría jugar ahí, obvio. Llevo tantos años en España que se extraña el fútbol argentino, es diferente a todo lo demás. Lo dejamos para más adelante. Ojalá que se pueda dar, que pueda ir y competir. Tengo 30 años y me siento joven todavía”.

Metió 7 goles y 5
Metió 7 goles y 5 asistencias en 42 partidos de la presente temporada (Reuters/Christian Hartmann)

Las charlas con Julián Álvarez por el penal anulado contra Real Madrid: “Ni Julián sabe qué pasó. Cada vez que sale el tema, me dice: ‘Siento que no la toque dos veces’. Nosotros igual. Para nosotros no se tendría que haber anulado ese gol. Las cosas se decidieron así, mala suerte para nosotros y quedamos afuera”.

El día que recibió la Confirmación de Jorge Bergoglio antes de ser el Papa Francisco: “Estaba enterado que estaba grave. Su muerte fue una noticia muy triste. Vi la foto y el video que salió. Fue cuando inauguraron la capilla en San Lorenzo, que tuve la suerte de compartir ese momento con él y, creo que a los dos años, fue elegido como Papa. Es un recuerdo muy lindo”.

Las reacciones de sus compañeros en la Selección cuando arriesgó su vida para jugar en la Finalissima: “Tenía el último punto de la cicatriz que tengo que se me salía, se me veía la parte de adentro. Se lo mostraba a Rodri (De Paul), Leo (Messi), estábamos tomando a mate y les decía que se me estaba por abrir, ellos se agarraron la cabeza, me decían que estaba loco y que le avise al doctor, y les dije que no porque me iban a mandar al hospital. Yo quería estar en la Finalissima. Al otro día, le avisé y, cuando llegué, el doctor me dijo que estaba loco. No me quería perder ese partido, valió la pena”.